"La cosecha debe ser bien hecha, sin golpes"

Héctor Jaldo, jefe de la Sección Horticultura de la EEAOC, dijo que el principal problema que enfrentan el productor en la “postcosecha” es el varietal, es decir, cuál es la variedad que mejor se adapta a un período largo de tiempo después de la cosecha, ya que la superproducción va a obligar que no sólo se cargue por avión (como se hizo en 2006), sino también por barco. “Por barco significa entre 30 y 40 días de flete. Por lo tanto, la variedad debe estar preparada para llegar a las góndolas en perfectas condiciones. No todas las variedades cumplen con estos requisitos; unas resisten más que otras”, explicó. “En base a eso, estamos midiendo la respuesta simulando la cadena de frío a 0ºC con atmósfera modificada, para ver cuáles de las variedades que tenemos en Tucumán son las que mejor se adaptan a la postcosecha y al viaje en barco”, indicó.
Jaldo mencionó que el otro factor importante a tener en cuenta es el proceso de cosecha. “Si la cosecha es mala, si se golpea la fruta, por más que la variedad sea buena la postcosecha va a ser mala también. Entonces, un gran factor que suma a la variedad es que la cosecha debe ser bien hecha, prolija, sin golpes, porque la fruta golpeada se llena de hongos y se deteriora en los embalajes”, describió. “Como el personal de cosecha no está capacitado, el productor, año a año, tiene que ir mejorando la capacitación de su personal. Por eso se prefiere utilizar mano de obra femenina, porque es más delicada que la mano del hombre”, dijo Jaldo sobre los cosecheros.


El cultivo de arándanos es ideal para la aplicación de fertilizantes foliares que ayudan a desarrollar algunas actividades fisiológicas con más eficiencia, tales como la brotación y la floración.
En los ensayos realizados por los técnicos de la Sección Horticultura de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) se trabajó con productos foliares de diferentes marcas comerciales y de distinta composición y formulación, a los fines de analizar su comportamiento y ofrecer, por una parte, los mejores resultados en lo que respecta a la calidad de fruta y, por otra parte, cómo se comporta la fruta durante la etapa de postcosecha.
Los productos usados como fertilizantes foliares tienen diferentes estructuras y modos de acción, pero en su composición se buscó que todos tengan potasio (K), magnesio (Mg) y calcio (Ca) como nutrientes principales y, de esa manera, conocer cómo se comportan.

Los desafíos
El objetivo final de un plan de fertilización bien manejado es obtener la mejor calidad de fruta, por lo que el plan de fertilización, tanto foliar como por vía radicular, debe ser completo y equilibrado a los fines de obtener la mayor producción posible con la mejor calidad postcosecha.
En los ensayos y en los análisis de contenido de potasio (K) en fruta se determinó que los niveles de este nutriente deben aumentarse de una relación potasio-nitrógeno 1 a 1 a una relación 1-2 para obtener una mejor calidad de fruta, sobre todo en lo que respecta a firmeza.

Precaución
Igualmente, los investigadores de la EEAOC sugirieron que hay que ser muy cuidadosos en el manejo del potasio, ya que una alta concentración de este producto (aplicada al suelo) provoca la inmovilización del potasio, por lo que es conveniente analizar, en detenimiento, cuál es la mejor forma de proceder, y aplicar también magnesio.
No hay dudas -concluyeron los técnicos- de que los efectos de un plan de fertilización tiene mucho que ver con la calidad de la fruta obtenida y, por supuesto, con los resultados finales del proceso de postcosecha.