22 Abril 2007
Alrededor de una docena de comercios de primeras marcas nacionales, de los rubros gastronómico y vestimenta, tienen presencia en Tucumán a través del sistema de franquicias. Otra quincena de negocios líderes se radicarán en la provincia a partir de la apertura de un nuevo shopping en Yerba Buena. Y los propios empresarios tucumanos ya se están animando a exportar sus marcas a través de este sistema.
El franchising llegó para quearse a Tucumán y cada vez son más los inversores interesados en hacer negocios a través de esta metodología. El franchising es un moderno sistema de distribución de productos o de servicios, según el cual una empresa que ha logrado un éxito comercial en una área específica de negocios, transmite a otro empresario independiente todos sus conocimientos específicos y experiencia sobre el negocio original, a cambio de un derecho inicial, más un porcentaje de regalías mensuales, permitiéndole duplicarlo en su totalidad, incluyendo el uso de sus marcas comerciales y símbolos distintivos. De esta manera se reducen drásticamente las posibilidades de fracaso para el adquirente de la franquicia.
Según datos de la AAF, en los últimos cinco años el negocio ha crecido a ritmo acelerado, con una expansión total del 156% en todo el país. Entre 2001 y 2006, las ventas de los locales franquiciados totalizaron $ 8.300 millones y los locales franquiciados avanzaron un 72,8%, en tanto que los locales propios descendieron un 41%. Cifras por demás elocuentes respecto del crecimiento de este sistema de negocios.
La cantidad de dinero necesaria para adquirir una franquicia varía, según explican los expertos. Según datos de la AAF, actualmente el 30% de las franquicias requieren una inversión inicial por debajo de los $ 60.000 y más del 50% representa inversiones de hasta $ 120.000.
“En EEUU, el 70% de los negocios son franquiciados, mientras que en la Argentina apenas alcanza el 10%. En Tucumán, el inversor suele ser muy conservador y por eso no está muy desarrollado este tipo de negocios. Pero ahora están tomando en cuenta que, con la globalización, el franchising permite aprovechar el capital externo”, explicó Fernando García Hamilton, del estudio García Hamilton & Albornoz Kokot, que está trabajando con empresas locales en el armado de franquicias. Su colega Juan Pablo Albornoz Kokot afirmó que están trabajando con Plaza de Almas y con Prestto Minicalzone, dos negocios tucumanos que pretenden exportar sus modelos y sus marcas.
Entre las ventajas del franchising se cuenta que el franquiciante prepara al franquiciado un completo plan de actuación para que pueda gestionar adecuadamente su establecimiento y le “vende” una marca exitosa e instalada en el mercado. A cambio de la seguridad, formación y apoyo de marketing que le ofrece una marca registrada, la desventaja es que el inversor debe ser capaz de ceder algo de su independencia. Como propietario de una franquicia, se debe cumplir con los diversos controles y procedimientos establecidos por el franquiciante. El de franquicias no es un sistema nuevo, pero en Tucumán comenzó a afianzarse en los últimos años y promete crecer cada vez más.
El franchising llegó para quearse a Tucumán y cada vez son más los inversores interesados en hacer negocios a través de esta metodología. El franchising es un moderno sistema de distribución de productos o de servicios, según el cual una empresa que ha logrado un éxito comercial en una área específica de negocios, transmite a otro empresario independiente todos sus conocimientos específicos y experiencia sobre el negocio original, a cambio de un derecho inicial, más un porcentaje de regalías mensuales, permitiéndole duplicarlo en su totalidad, incluyendo el uso de sus marcas comerciales y símbolos distintivos. De esta manera se reducen drásticamente las posibilidades de fracaso para el adquirente de la franquicia.
Según datos de la AAF, en los últimos cinco años el negocio ha crecido a ritmo acelerado, con una expansión total del 156% en todo el país. Entre 2001 y 2006, las ventas de los locales franquiciados totalizaron $ 8.300 millones y los locales franquiciados avanzaron un 72,8%, en tanto que los locales propios descendieron un 41%. Cifras por demás elocuentes respecto del crecimiento de este sistema de negocios.
La cantidad de dinero necesaria para adquirir una franquicia varía, según explican los expertos. Según datos de la AAF, actualmente el 30% de las franquicias requieren una inversión inicial por debajo de los $ 60.000 y más del 50% representa inversiones de hasta $ 120.000.
“En EEUU, el 70% de los negocios son franquiciados, mientras que en la Argentina apenas alcanza el 10%. En Tucumán, el inversor suele ser muy conservador y por eso no está muy desarrollado este tipo de negocios. Pero ahora están tomando en cuenta que, con la globalización, el franchising permite aprovechar el capital externo”, explicó Fernando García Hamilton, del estudio García Hamilton & Albornoz Kokot, que está trabajando con empresas locales en el armado de franquicias. Su colega Juan Pablo Albornoz Kokot afirmó que están trabajando con Plaza de Almas y con Prestto Minicalzone, dos negocios tucumanos que pretenden exportar sus modelos y sus marcas.
Entre las ventajas del franchising se cuenta que el franquiciante prepara al franquiciado un completo plan de actuación para que pueda gestionar adecuadamente su establecimiento y le “vende” una marca exitosa e instalada en el mercado. A cambio de la seguridad, formación y apoyo de marketing que le ofrece una marca registrada, la desventaja es que el inversor debe ser capaz de ceder algo de su independencia. Como propietario de una franquicia, se debe cumplir con los diversos controles y procedimientos establecidos por el franquiciante. El de franquicias no es un sistema nuevo, pero en Tucumán comenzó a afianzarse en los últimos años y promete crecer cada vez más.
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