03 Abril 2007
“Marita” Verón con su hija Micaela en brazos, antes de desaparecer.
Era inevitable: la mañana calurosa y húmeda trajo consigo un mal presagio. Susana Trimarco lo percibió desde el momento en que su hija salió de la casa todavía en penumbras. La habitación apenas empezaba a iluminarse con el resplandor del amanecer, pero era luz suficiente para reconocer la autoridad de la premonición.
- "Quedate tranquila mamá, que enseguida vuelvo"-. Marita se había puesto una remera turquesa, amplia y suelta, con el talle en las caderas. Aquella blusa no parecía adecuarse a una joven de 23 años, pero le iba muy bien a su cuerpo delgado y recto, a sus ojos de almendras diáfanas, a su cabello cortado por debajo de la cara.
Salió en puntillas para no despertar al padre, al esposo y a la hija que aún dormían. Su madre se quedó mirándola partir, sin saber que no volvería a verla...
Hoy se cumplen cinco años desde que a María de los Angeles Verón le dieron una bofetada. La metieron en un auto. La secuestraron. La esclavizaron. Y la prostituyeron. La investigación por su desaparición demostró que cayó en manos de una red de trata de blancas, una de las tantas que quedaron al descubierto.
En los últimos años, la prostitución y la esclavitud crecieron de manera alarmante. Un reciente estudio realizando en la región por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al que tuvo acceso LA GACETA On Line, revela Argentina se convirtió en un país de exportación y de compra y venta de mujeres.
El informe mundial sitúa a Tucumán, Misiones, Corrientes, Chaco y Santa Fé como las principales provincias proveedoras de personas que son obligadas a prostituirse. Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos y Tierra del Fuego son las receptoras.
Las víctimas son jóvenes, poco escolarizadas y muy pobres. La captación mediante el engaño es la más recurrente forma de reclutamiento. Una chica menor de 25 años puede venderse en $ 5.000, aunque a veces los montos son menores: la OIM registró el caso de una muchacha adquirida por $ 500 y un auto viejo.
La trata es el tercer negocio más redituable del mundo, luego del tráfico de drogas y de armas, con ingresos estimados en U$S 32 millones, según datos proporcionados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El organismo estima que unas 4 millones de personas (casi cuatro veces la población tucumana) son compradas, vendidas, transportadas y retenidas por la fuerza.
En esta provincia, más de 200 chicas están siendo prostituidas actualmente, según datos de la Policía y la Justicia. Los investigadores advierten que entre Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca hay una red triangular.
A pesar de la sombría revelación, en la Argentina el delito no está tipificado como tal. El año pasado se dio el primer paso para que se condene con penas de hasta 15 años de prisión a quienes utilicen personas para la prostitución. Para convertirse en ley, resta ahora que el proyecto sea debatido por Diputados.
"La trata no está tipificada en la legislación penal. Este es un obstáculo para que los casos puedan llegar a la Justicia como tales, y no refiriéndose sólo a delitos conexos como privación ilegítima de la libertad o facilitación de la prostitución". La que habla es Mercedes Assorati, coordinadora del Proyecto de Fortalecimiento Institucional de la OIM.
Desde su estudio en Buenos Aires, se queja: la mayor dificultad para combatir el flagelo es la inexistencia de una ley específica, dice. "Esto no es un dato menor, ya que Argentina presenta un considerable nivel de trata interna".
También para la diputada Stella Maris Córdoba, presidenta de la comisión bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia, urge cubrir el vacío legal. Ella presentó un proyecto de ley en el que, además de sanciones, se reclaman acciones de prevención y de protección.
"El tema tiene que dejar de ser invisible. La trata configura una actividad ilícita altamente lucrativa. Es la esclavitud del siglo XXI. Esas mujeres, como los esclavos de otras épocas, pierden el control de su propia existencia. Son cazadas como animales", sentencia la autora de la iniciativa, en estudio en el Congreso Nacional.
El proyecto castiga la recepción y el albergue de personas para cualquier tipo de explotación. Además, declara inimputables a las víctimas, a las que se les reconocen derechos como atención psicológica y protección de identidad. Se estima que actualmente sólo se denuncia el 1 % de los casos.
Gritos, súplicas y constancias
La despertó la tristeza. No la que siente cada amanecer desde hace cinco años, sino una nueva pena que le satura el alma. Esta mañana, mientras yacía con los ojos cerrados, pensó en Marita. Comienza otro año de cautiverio...
Susana Trimarco es una mujer admirable, surgida de la nada (o del dolor) y enaltecida por sus propios medios. Desde que se llevaron a su hija, la busca por los rumbos más inciertos de las pistas y de los presagios. Hasta se disfrazó de prostituta para entrar a un cabaret sin despertar sospechas.
El expediente judicial por la desaparición es casi un manual de la trata de blancas.
En el camino fueron rescatadas una veintena de mujeres alquiladas por turnos. Luego de una extensa investigación, que pasó por dos fiscalías, 13 personas fueron acusadas por privación ilegítima de la libertad y promoción de la prostitución. Todas están en libertad.
Trimarco actúa hoy asesorada por el Programa Nacional Antiimpunidad de la Secretaría de Derechos Humanos.
- ¿Qué recuerda del día en que desapareció su hija?
- El 3 de abril de 2002 nos levantamos a las 7 y tomamos unos mates. Ella tenía que ir a la Maternidad a hacerse unos estudios; se puso una remerita mía porque estaba un poco caluroso. Me dio un beso y me repitió que me quedara tranquila. Yo me sentía mal, estaba muy inquieta, preocupada. A las 14, ella todavía no había llegado... yo tenía un mal presentimiento.
- ¿Cree que alguna vez la hallará?
- La esperanza es lo último que se pierde. Cada vez que rescato a otra chica, me fortalezco. Mi nieta (Verón tiene una hija que quedó con los abuelos cuando fue raptada) se levanta todas las mañana y besa el portarretratos con la imagen de su madre. Después me dice: "abuela, avisale al presidente para que nos ayude". No puedo perder la fe...
- ¿Su nieta le recuerda a Marita?
- La chiquita cumplió ocho años y se parece mucho a su mamá. Ambas tienen la misma sonrisa blanca y grande. Antes de dormir, siempre se pone el camisón que usaba Marita. Le queda inmenso, pero así se duerme feliz.
- ¿Cómo imagina ahora su vida?
- Ella es una chica muy fuerte, con un carácter duro como el mío. Seguramente sabe que la estamos buscando y que vamos a encontrarla. Hace unos días, soñé que la abrazaba (a Trimarco se le quiebra la voz y enmudece).
- ¿Si pudiera, qué le regalaría?
- Qué se yo... tantas cosas... La llevaría a un lugar donde sea feliz. O le daría mi vida, le entregaría mi vida para que se olvide de todo el daño que le están haciendo. También le compraría libros, porque le gusta leer; es fanática de las bibliografías del Che Guevara y de los poemas de Neruda.
- ¿Siente miedo?
- Nooooo (suspira). Ya no le temo a nada. Detrás del secuestro y prostitución de mujeres hay mafias muy grandes, en las que están metidos muchos policías. Esos delincuentes tienen poder. Pero yo no dejé una puerta sin golpear. Con mis gritos, mis súplicas y mi constancia, demostré que la trata de blancas no es un invento.
El 7 de marzo, Trimarco, junto a otras 11 mujeres de todo el mundo, fue galardonada en Estados Unidos por la secretaria de Estado Condoleezza Rice. La ceremonia se realizó en el marco de la primera entrega de premios al coraje. LA GACETA (C)Investigación sobre la trata de blancas, transmitida por Canal 13 de Chile:
Mañana, en la segunda entrega de este informe, le contamos quiénes integran las mafias y cómo se producen los secuestros. Además, testimonios inéditos de varias de las víctimas.
- "Quedate tranquila mamá, que enseguida vuelvo"-. Marita se había puesto una remera turquesa, amplia y suelta, con el talle en las caderas. Aquella blusa no parecía adecuarse a una joven de 23 años, pero le iba muy bien a su cuerpo delgado y recto, a sus ojos de almendras diáfanas, a su cabello cortado por debajo de la cara.
Salió en puntillas para no despertar al padre, al esposo y a la hija que aún dormían. Su madre se quedó mirándola partir, sin saber que no volvería a verla...
Hoy se cumplen cinco años desde que a María de los Angeles Verón le dieron una bofetada. La metieron en un auto. La secuestraron. La esclavizaron. Y la prostituyeron. La investigación por su desaparición demostró que cayó en manos de una red de trata de blancas, una de las tantas que quedaron al descubierto.
En los últimos años, la prostitución y la esclavitud crecieron de manera alarmante. Un reciente estudio realizando en la región por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al que tuvo acceso LA GACETA On Line, revela Argentina se convirtió en un país de exportación y de compra y venta de mujeres.
El informe mundial sitúa a Tucumán, Misiones, Corrientes, Chaco y Santa Fé como las principales provincias proveedoras de personas que son obligadas a prostituirse. Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos y Tierra del Fuego son las receptoras.
Las víctimas son jóvenes, poco escolarizadas y muy pobres. La captación mediante el engaño es la más recurrente forma de reclutamiento. Una chica menor de 25 años puede venderse en $ 5.000, aunque a veces los montos son menores: la OIM registró el caso de una muchacha adquirida por $ 500 y un auto viejo.
La trata es el tercer negocio más redituable del mundo, luego del tráfico de drogas y de armas, con ingresos estimados en U$S 32 millones, según datos proporcionados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El organismo estima que unas 4 millones de personas (casi cuatro veces la población tucumana) son compradas, vendidas, transportadas y retenidas por la fuerza.
En esta provincia, más de 200 chicas están siendo prostituidas actualmente, según datos de la Policía y la Justicia. Los investigadores advierten que entre Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca hay una red triangular.
A pesar de la sombría revelación, en la Argentina el delito no está tipificado como tal. El año pasado se dio el primer paso para que se condene con penas de hasta 15 años de prisión a quienes utilicen personas para la prostitución. Para convertirse en ley, resta ahora que el proyecto sea debatido por Diputados.
"La trata no está tipificada en la legislación penal. Este es un obstáculo para que los casos puedan llegar a la Justicia como tales, y no refiriéndose sólo a delitos conexos como privación ilegítima de la libertad o facilitación de la prostitución". La que habla es Mercedes Assorati, coordinadora del Proyecto de Fortalecimiento Institucional de la OIM.
Desde su estudio en Buenos Aires, se queja: la mayor dificultad para combatir el flagelo es la inexistencia de una ley específica, dice. "Esto no es un dato menor, ya que Argentina presenta un considerable nivel de trata interna".
También para la diputada Stella Maris Córdoba, presidenta de la comisión bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia, urge cubrir el vacío legal. Ella presentó un proyecto de ley en el que, además de sanciones, se reclaman acciones de prevención y de protección.
"El tema tiene que dejar de ser invisible. La trata configura una actividad ilícita altamente lucrativa. Es la esclavitud del siglo XXI. Esas mujeres, como los esclavos de otras épocas, pierden el control de su propia existencia. Son cazadas como animales", sentencia la autora de la iniciativa, en estudio en el Congreso Nacional.
El proyecto castiga la recepción y el albergue de personas para cualquier tipo de explotación. Además, declara inimputables a las víctimas, a las que se les reconocen derechos como atención psicológica y protección de identidad. Se estima que actualmente sólo se denuncia el 1 % de los casos.
Gritos, súplicas y constancias
La despertó la tristeza. No la que siente cada amanecer desde hace cinco años, sino una nueva pena que le satura el alma. Esta mañana, mientras yacía con los ojos cerrados, pensó en Marita. Comienza otro año de cautiverio...
Susana Trimarco es una mujer admirable, surgida de la nada (o del dolor) y enaltecida por sus propios medios. Desde que se llevaron a su hija, la busca por los rumbos más inciertos de las pistas y de los presagios. Hasta se disfrazó de prostituta para entrar a un cabaret sin despertar sospechas.
El expediente judicial por la desaparición es casi un manual de la trata de blancas.
En el camino fueron rescatadas una veintena de mujeres alquiladas por turnos. Luego de una extensa investigación, que pasó por dos fiscalías, 13 personas fueron acusadas por privación ilegítima de la libertad y promoción de la prostitución. Todas están en libertad.
Trimarco actúa hoy asesorada por el Programa Nacional Antiimpunidad de la Secretaría de Derechos Humanos.
- ¿Qué recuerda del día en que desapareció su hija?
- El 3 de abril de 2002 nos levantamos a las 7 y tomamos unos mates. Ella tenía que ir a la Maternidad a hacerse unos estudios; se puso una remerita mía porque estaba un poco caluroso. Me dio un beso y me repitió que me quedara tranquila. Yo me sentía mal, estaba muy inquieta, preocupada. A las 14, ella todavía no había llegado... yo tenía un mal presentimiento.
- ¿Cree que alguna vez la hallará?
- La esperanza es lo último que se pierde. Cada vez que rescato a otra chica, me fortalezco. Mi nieta (Verón tiene una hija que quedó con los abuelos cuando fue raptada) se levanta todas las mañana y besa el portarretratos con la imagen de su madre. Después me dice: "abuela, avisale al presidente para que nos ayude". No puedo perder la fe...
- ¿Su nieta le recuerda a Marita?
- La chiquita cumplió ocho años y se parece mucho a su mamá. Ambas tienen la misma sonrisa blanca y grande. Antes de dormir, siempre se pone el camisón que usaba Marita. Le queda inmenso, pero así se duerme feliz.
- ¿Cómo imagina ahora su vida?
- Ella es una chica muy fuerte, con un carácter duro como el mío. Seguramente sabe que la estamos buscando y que vamos a encontrarla. Hace unos días, soñé que la abrazaba (a Trimarco se le quiebra la voz y enmudece).
- ¿Si pudiera, qué le regalaría?
- Qué se yo... tantas cosas... La llevaría a un lugar donde sea feliz. O le daría mi vida, le entregaría mi vida para que se olvide de todo el daño que le están haciendo. También le compraría libros, porque le gusta leer; es fanática de las bibliografías del Che Guevara y de los poemas de Neruda.
- ¿Siente miedo?
- Nooooo (suspira). Ya no le temo a nada. Detrás del secuestro y prostitución de mujeres hay mafias muy grandes, en las que están metidos muchos policías. Esos delincuentes tienen poder. Pero yo no dejé una puerta sin golpear. Con mis gritos, mis súplicas y mi constancia, demostré que la trata de blancas no es un invento.
El 7 de marzo, Trimarco, junto a otras 11 mujeres de todo el mundo, fue galardonada en Estados Unidos por la secretaria de Estado Condoleezza Rice. La ceremonia se realizó en el marco de la primera entrega de premios al coraje. LA GACETA (C)Investigación sobre la trata de blancas, transmitida por Canal 13 de Chile:
Mañana, en la segunda entrega de este informe, le contamos quiénes integran las mafias y cómo se producen los secuestros. Además, testimonios inéditos de varias de las víctimas.