25 Marzo 2007
El sector citrícola observa un horizonte complicado para la actividad, dividido en dos ítems: costos y mercados. Productores e industriales consultados por LA GACETA coinciden en que la producción de este año será similar a la de 2006, con un volumen estimado en 1,4 millón de toneladas de limón. También están de acuerdo en que sus costos se incrementarán alrededor de un 20% en esta temporada respecto de la anterior y que el mercado exportador se avizora complicado: Rusia y la Unión Europea seguirán siendo los principales destinos de la fruta fresca, aunque todo dependerá de la reactivación -o no- que tenga la demanda, demasiado quieta por estos tiempos, según explican los productores del rubro.
Más caros
"Estamos muy preocupados porque, en términos generales, estamos viendo que el saldo ponderado promedio de 2006 a 2007, es un aumento del 20% en los costos, que puede crecer aún más", explicó el empresario y productor citrícola Daniel Lucci. En ese orden, explicó que el gas subió un 105%, la energía eléctrica un 24% y los insumos en general de la citricultura, entre un 15% y un 25%. "El mayor componente en los costos citrícolas es la mano de obra, porque es una actividad que toma mano de obra intensiva. El gremio hizo su pedido y la actividad le trasmitió la imposibilidad de atender tamaño pedido, toda vez que vemos que los mercados aún son reacios a aceptar la suba de precios que congruentemente debería darse", resaltó.
En lo que se refiere a la renegociación salarial, Lucci alertó sobre la necesidad de que toda mejora salarial que se otorgue, en cualquier rubro, no exceda la tasa de inflación que la Argentina registró en el último año. "Sería verdaderamente contradictorio a la estabilización que el país busca en su economía conceder incrementos mayores", sostuvo.
En ese contexto, el empresario explicó que, posiblemente, los mercados deban reaccionar a las situaciones internas que empiezan a aparecer en el contexto productivo tucumano. "No hay tanto limón como se piensa y el rendimiento de la fruta fresca para exportación no será el que se espera. Llegó el momento de hacer reaccionar a los mercados a la nueva estructura de costos que la actividad tiene, so pena de perecer si no lo logramos como conjunto", aseguró. Especificó que, este año, el verano lluvioso provocó que la producción se entregue mucho más abierta, más distribuida en la campaña, y una parte importante de ella -explicó Lucci- puede caer fuera de la época de exportación.
"Pese al panorama adverso, todo esto debería tonificar los precios del mercado. En una medida se va a dar sola. El sector no tiene más margen de maniobra que validar los nuevos costos e intentar que el mercado reconozca los mismos", estimó. En ese orden, Lucci consideró que si las nuevas condiciones del mercado son bien manejadas, ni Tucumán, como provincia, ni los productores, desde el sector privado, deberían perder ingresos. "Por el contrario, deberían ganar, porque una retracción en la producción, como se está dando a la caña de azúcar (entre 4.000 y 6.000 hectáreas) ayudará a la racionalidad de oferta y va a tonificar los precios en los mercados naturalmente", explicó.
Reiteró el pedido a los Gobiernos nacional y provincial de una disminución en la fuerte presión impositiva que soporta el sector (retenciones, Impuesto al Cheque, a la Producción Primaria y de Ingresos Brutos, entre otros).
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"Estamos muy preocupados porque, en términos generales, estamos viendo que el saldo ponderado promedio de 2006 a 2007, es un aumento del 20% en los costos, que puede crecer aún más", explicó el empresario y productor citrícola Daniel Lucci. En ese orden, explicó que el gas subió un 105%, la energía eléctrica un 24% y los insumos en general de la citricultura, entre un 15% y un 25%. "El mayor componente en los costos citrícolas es la mano de obra, porque es una actividad que toma mano de obra intensiva. El gremio hizo su pedido y la actividad le trasmitió la imposibilidad de atender tamaño pedido, toda vez que vemos que los mercados aún son reacios a aceptar la suba de precios que congruentemente debería darse", resaltó.
En lo que se refiere a la renegociación salarial, Lucci alertó sobre la necesidad de que toda mejora salarial que se otorgue, en cualquier rubro, no exceda la tasa de inflación que la Argentina registró en el último año. "Sería verdaderamente contradictorio a la estabilización que el país busca en su economía conceder incrementos mayores", sostuvo.
En ese contexto, el empresario explicó que, posiblemente, los mercados deban reaccionar a las situaciones internas que empiezan a aparecer en el contexto productivo tucumano. "No hay tanto limón como se piensa y el rendimiento de la fruta fresca para exportación no será el que se espera. Llegó el momento de hacer reaccionar a los mercados a la nueva estructura de costos que la actividad tiene, so pena de perecer si no lo logramos como conjunto", aseguró. Especificó que, este año, el verano lluvioso provocó que la producción se entregue mucho más abierta, más distribuida en la campaña, y una parte importante de ella -explicó Lucci- puede caer fuera de la época de exportación.
"Pese al panorama adverso, todo esto debería tonificar los precios del mercado. En una medida se va a dar sola. El sector no tiene más margen de maniobra que validar los nuevos costos e intentar que el mercado reconozca los mismos", estimó. En ese orden, Lucci consideró que si las nuevas condiciones del mercado son bien manejadas, ni Tucumán, como provincia, ni los productores, desde el sector privado, deberían perder ingresos. "Por el contrario, deberían ganar, porque una retracción en la producción, como se está dando a la caña de azúcar (entre 4.000 y 6.000 hectáreas) ayudará a la racionalidad de oferta y va a tonificar los precios en los mercados naturalmente", explicó.
Reiteró el pedido a los Gobiernos nacional y provincial de una disminución en la fuerte presión impositiva que soporta el sector (retenciones, Impuesto al Cheque, a la Producción Primaria y de Ingresos Brutos, entre otros).
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