08 Marzo 2007
Su vocación por ayudar a los más necesitados desde la acción política pudo más que su misión sacerdotal; es por eso que ayer el padre Javier Fernando Mieja Riquelme abandonó el sacerdocio para incorporarse al gabinete del gobernador, José Alperovich. “Dejé de ser sacerdote para ayudar al proyecto de Alperovich y lograr ese cambio tan grande que está haciendo en Tucumán”, manifestó ayer a LA GACETA Mieja Riquelme, quien era párroco en Ranchillos y llevaba 15 años como sacerdote y tres como diácono. El ex sacerdote, quien reconoce que su decisión producirá un gran shock en la sociedad, se sumará al área de Política Sociales del Poder Ejecutivo. Ayer se entrevistó por última vez con el arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Héctor Villalba, a quien le pidió la dispensa pastoral (retiro). Este se comprometió a gestionarla ante el papa Benedicto XVI.
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