22 Febrero 2007
Buenos Aires. A 20 años de su muerte, el legado de Andy Warhol -uno de los artistas más famosos del siglo XX- es repasado por una serie de homenajes y muestras que recrean al hombre que hizo suyas las imágenes y los íconos culturales de su tiempo y elevó lo banal a la categoría de arte.
A lo largo de su meteórica carrera, Warhol realizó contribuciones a la cinematografía, la fotografía, el video y la televisión, publicó sus propios libros y fue editor de varias publicaciones. Sin embargo, su mérito más importante fue introducir la cultura de masas en los museos y galerías, elevando lo banal a la categoría de icónico y redefiniendo el concepto de arte.
Como se ve, él fue mucho más que quince minutos de fama; una frase que él creó justamente para señalar que todos tenía derecho a esa situación.
Récords
A 20 años de su muerte, que se conmemora hoy, la impronta de Warhol se multiplica en tazas de café, álbumes de música, camisetas, bolsas de mujer, calendarios y tarjetas de felicitación que se venden en Estados Unidos, Europa, Asia, Africa y América Latina.
Al mismo tiempo, en las grandes subastas internacionales, el artista sigue rompiendo sus propios récords y sus obras recorren importantes galerías de París, Londres y Nueva York todo el tiempo.
Warhol tuvo la audacia de producir imágenes comunes en cantidades industriales que tuvieron un impacto devastador y que resistieron el paso del tiempo: su lata de conserva Campbells ha mutado en un ícono tan vendido y publicitado como la legendaria fotografía del Che Guevara inmortalizada por Korda.
Pero el creador pop no sólo fue un artista de vanguardia sino también un observador irónico del consumismo, que replicó en el arte el efecto de la producción en masa.
Paradójicamente, la figura de Warhol es reinvidicada muchas veces por esa lógica de mercado que él mismo satirizó: hace unas semanas, por ejemplo, la compañía de indumentaria Levi`s lanzó unos jeans que llevan impresas varias de sus famosas imágenes. Los vaqueros Warhol Factory X -como fueron bautizados- se lanzaron a la venta en 185 dólares.
Hace 10 años, sin embargo, todo era muy diferente, y no se podían hacer grandes negocios con el artista: en 1994, por ejemplo, la casa de subastas Sotheby`s no pudo vender 10 de doce 12 ofertadas y por un “Double Elvis” (1963) no se llegó ni a la mitad del precio de salida. Un “Mao” de 1972 alcanzó hace poco en Nueva York nada menos que los 17 millones de dólares
Hoy no hay dudas de que Warhol era un genio: de su sede de operaciones, la “Factory” (fábrica), creada a principios de los años 60 en Nueva York, surgieron una banda de rock (“Velvet Underground”), una discoteca y polémicas películas de culto de la escena under estadounidense. Su filme de cuatro horas “The Chelsea Girls” (1966/67) fue un éxito de taquilla. “Flesh” y “Trash”, que le siguieron, generaron una auténtica conmoción por el contenido sexual .
Además fue el quien diseñó la tapa del disco de los Rolling Stones, “Sticky fingers”, y el logo de la famosa lengua, en 1971. (DPA- Télam- Especial)
A lo largo de su meteórica carrera, Warhol realizó contribuciones a la cinematografía, la fotografía, el video y la televisión, publicó sus propios libros y fue editor de varias publicaciones. Sin embargo, su mérito más importante fue introducir la cultura de masas en los museos y galerías, elevando lo banal a la categoría de icónico y redefiniendo el concepto de arte.
Como se ve, él fue mucho más que quince minutos de fama; una frase que él creó justamente para señalar que todos tenía derecho a esa situación.
Récords
A 20 años de su muerte, que se conmemora hoy, la impronta de Warhol se multiplica en tazas de café, álbumes de música, camisetas, bolsas de mujer, calendarios y tarjetas de felicitación que se venden en Estados Unidos, Europa, Asia, Africa y América Latina.
Al mismo tiempo, en las grandes subastas internacionales, el artista sigue rompiendo sus propios récords y sus obras recorren importantes galerías de París, Londres y Nueva York todo el tiempo.
Warhol tuvo la audacia de producir imágenes comunes en cantidades industriales que tuvieron un impacto devastador y que resistieron el paso del tiempo: su lata de conserva Campbells ha mutado en un ícono tan vendido y publicitado como la legendaria fotografía del Che Guevara inmortalizada por Korda.
Pero el creador pop no sólo fue un artista de vanguardia sino también un observador irónico del consumismo, que replicó en el arte el efecto de la producción en masa.
Paradójicamente, la figura de Warhol es reinvidicada muchas veces por esa lógica de mercado que él mismo satirizó: hace unas semanas, por ejemplo, la compañía de indumentaria Levi`s lanzó unos jeans que llevan impresas varias de sus famosas imágenes. Los vaqueros Warhol Factory X -como fueron bautizados- se lanzaron a la venta en 185 dólares.
Hace 10 años, sin embargo, todo era muy diferente, y no se podían hacer grandes negocios con el artista: en 1994, por ejemplo, la casa de subastas Sotheby`s no pudo vender 10 de doce 12 ofertadas y por un “Double Elvis” (1963) no se llegó ni a la mitad del precio de salida. Un “Mao” de 1972 alcanzó hace poco en Nueva York nada menos que los 17 millones de dólares
Hoy no hay dudas de que Warhol era un genio: de su sede de operaciones, la “Factory” (fábrica), creada a principios de los años 60 en Nueva York, surgieron una banda de rock (“Velvet Underground”), una discoteca y polémicas películas de culto de la escena under estadounidense. Su filme de cuatro horas “The Chelsea Girls” (1966/67) fue un éxito de taquilla. “Flesh” y “Trash”, que le siguieron, generaron una auténtica conmoción por el contenido sexual .
Además fue el quien diseñó la tapa del disco de los Rolling Stones, “Sticky fingers”, y el logo de la famosa lengua, en 1971. (DPA- Télam- Especial)