25 Enero 2007
DESTRUIDA. El agua del canal se desvió hacia una de las calles. LA GACETA / FRANCO VERA
El nerviosismo entró en escena cuando comenzó a caer la lluvia en Tafí Viejo. Las precauciones y los preparativos cobraron protagonismo y, finalmente, llegó el alivio.
Los vecinos de Laprida al 1.000, que ya habían sufrido inundaciones el 11 de este mes, contaron que entraron en pánico cuando se desató la tormenta de ayer. “Con cualquier lluvia me preocupo, pero la de esta mañana (por ayer) fue muy fuerte. Por suerte paró”, relató Corina Jurado, que vive en esa cuadra, ubicada entre José Colombres y el canal Nueva Esperanza, que ya desbordó con el primer temporal del año, cuando el agua llegó hasta el interior de las viviendas que lo rodean.
Defensas precarias
“Cuando por fin bajó, el agua del canal dejó toda la cuadra llena de ripio y de barro, y varios pozos en la calle”, describió Plácido Chaile, uno de los vecinos de la zona que contó que cada vez que el cielo se nubla entra en pánico. Esteban Cruz colocó bolsas con tierra en el borde del tramo del canal que coincide con el frente de su casa. Con esto pretende frenar el agua si el canal se desborda de nuevo. “De todas formas -reconoció-, si vuelve a llover tanto como la última vez, seguro nos inundamos”.
El caso más preocupante, según los vecinos, es el de Juan Carlos Torino, en cuya vivienda el agua hizo estragos del tal calibre que todavía está inundada. “Ocurrió hace 12 días y no puedo regresar a mi casa, porque uno de mis hijos tiene alergia a la humedad. Estoy viviendo en la casa de mi madre”, relató, angustiado, Torino.
El canal, que atraviesa por Laprida al 1.000, tiene más de tres metros de profundidad y otros tres de ancho. Curiosamente, las paredes del canal desaparecen antes de mitad de cuadra y el agua continúa el recorrido por la calle unos 100 metros, hasta que vuelve a encauzarse en el canal. Algo semejante ocurre en otras calles de Tafí Viejo. Por Yrigoyen al 400, por ejemplo, se desliza agua del arroyo que corre por el borde de la vereda, que se esfuma al finalizar el 300 y reaparece en el 500.
Los vecinos de Laprida al 1.000, que ya habían sufrido inundaciones el 11 de este mes, contaron que entraron en pánico cuando se desató la tormenta de ayer. “Con cualquier lluvia me preocupo, pero la de esta mañana (por ayer) fue muy fuerte. Por suerte paró”, relató Corina Jurado, que vive en esa cuadra, ubicada entre José Colombres y el canal Nueva Esperanza, que ya desbordó con el primer temporal del año, cuando el agua llegó hasta el interior de las viviendas que lo rodean.
Defensas precarias
“Cuando por fin bajó, el agua del canal dejó toda la cuadra llena de ripio y de barro, y varios pozos en la calle”, describió Plácido Chaile, uno de los vecinos de la zona que contó que cada vez que el cielo se nubla entra en pánico. Esteban Cruz colocó bolsas con tierra en el borde del tramo del canal que coincide con el frente de su casa. Con esto pretende frenar el agua si el canal se desborda de nuevo. “De todas formas -reconoció-, si vuelve a llover tanto como la última vez, seguro nos inundamos”.
El caso más preocupante, según los vecinos, es el de Juan Carlos Torino, en cuya vivienda el agua hizo estragos del tal calibre que todavía está inundada. “Ocurrió hace 12 días y no puedo regresar a mi casa, porque uno de mis hijos tiene alergia a la humedad. Estoy viviendo en la casa de mi madre”, relató, angustiado, Torino.
El canal, que atraviesa por Laprida al 1.000, tiene más de tres metros de profundidad y otros tres de ancho. Curiosamente, las paredes del canal desaparecen antes de mitad de cuadra y el agua continúa el recorrido por la calle unos 100 metros, hasta que vuelve a encauzarse en el canal. Algo semejante ocurre en otras calles de Tafí Viejo. Por Yrigoyen al 400, por ejemplo, se desliza agua del arroyo que corre por el borde de la vereda, que se esfuma al finalizar el 300 y reaparece en el 500.
Lo más popular