25 Enero 2007
PACIENCIA. Los vecinos prefirieron esperar antes de regresar a casa. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
Rutas cortadas; autos detenidos en el camino; gente angustiada que no podía llegar hasta sus viviendas. Ese era el panorama que el temporal de ayer a la mañana dejó en el este de la provincia, una zona muy castigada.
Varios sectores de los caminos que conducen hacia allí quedaron bajo el agua. Por ejemplo, ayer era imposible de cruzar el tramo de la ruta provincial 317 que conecta la localidad de La Virginia con Gobernador Piedrabuena, en Burruyacu.
Unas 15 familias que viven a la vera del camino no pudieron ingresar a sus viviendas, ya que las alcantarillas de la zona están obstruidas y en las casas entró agua hasta unos 30 centímetros, según informó Carlos Zurita, a cargo la Dirección Provincial de Vialidad.
A la espera
Por su parte, muchos automovilistas prefirieron esperar hasta que el nivel del agua bajara, ya que -dijeron- la tormenta anterior había levantado parte del pavimento y los baches habían sido rellenados con ripio. “Ahora no sabemos la profundidad de los pozos ni el estado del asfalto, así que preferimos esperar”, dijo Marcelo Juárez. A esta situación se sumaba la angustia de no poder estar en sus casas. “Se están inundando. Mi hijo me llamó y me dijo eso, y yo todavía no puedo llegar”, comentó Pedro Herrera, habitante de Piedrabuena. El camino alternativo que conduce a esa localidad pasa por Garmendia, pero tampoco se podía circular por allí, porque los vehículos se atascaban en el barro.
Jorge Robles, un habitante de Piedrabuena, explicó que mucha gente tuvo que buscar refugio en la escuela del lugar cuando el agua comenzó a ingresar a sus casas. “La directora del CAPS no estaba y no había quién nos asistiera”, se quejó. A su vez, un policía de la dependencia de Gobernador Piedrabuena, donde ayer cayeron 120 milímetros, comentó que aunque entró agua en algunas viviendas, no hubo necesidad de buscar un sitio para evacuar a los damnificados.
Al cierre de esta edición, Fernando Torres, director de Defensa Civil, informó que aún no habían podido ingresar a Piedrabuena, por lo que no se sabía con exactitud qué daños había provocado la tormenta ni la cantidad de evacuados.
En tanto, en Garmendia, 22 familias sufrieron las consecuencias del temporal, pero ninguna tuvo que ser llevada a un centro de evacuados. También se vieron afectados habitantes de Trancas y de Las Cejas.
Varios sectores de los caminos que conducen hacia allí quedaron bajo el agua. Por ejemplo, ayer era imposible de cruzar el tramo de la ruta provincial 317 que conecta la localidad de La Virginia con Gobernador Piedrabuena, en Burruyacu.
Unas 15 familias que viven a la vera del camino no pudieron ingresar a sus viviendas, ya que las alcantarillas de la zona están obstruidas y en las casas entró agua hasta unos 30 centímetros, según informó Carlos Zurita, a cargo la Dirección Provincial de Vialidad.
A la espera
Por su parte, muchos automovilistas prefirieron esperar hasta que el nivel del agua bajara, ya que -dijeron- la tormenta anterior había levantado parte del pavimento y los baches habían sido rellenados con ripio. “Ahora no sabemos la profundidad de los pozos ni el estado del asfalto, así que preferimos esperar”, dijo Marcelo Juárez. A esta situación se sumaba la angustia de no poder estar en sus casas. “Se están inundando. Mi hijo me llamó y me dijo eso, y yo todavía no puedo llegar”, comentó Pedro Herrera, habitante de Piedrabuena. El camino alternativo que conduce a esa localidad pasa por Garmendia, pero tampoco se podía circular por allí, porque los vehículos se atascaban en el barro.
Jorge Robles, un habitante de Piedrabuena, explicó que mucha gente tuvo que buscar refugio en la escuela del lugar cuando el agua comenzó a ingresar a sus casas. “La directora del CAPS no estaba y no había quién nos asistiera”, se quejó. A su vez, un policía de la dependencia de Gobernador Piedrabuena, donde ayer cayeron 120 milímetros, comentó que aunque entró agua en algunas viviendas, no hubo necesidad de buscar un sitio para evacuar a los damnificados.
Al cierre de esta edición, Fernando Torres, director de Defensa Civil, informó que aún no habían podido ingresar a Piedrabuena, por lo que no se sabía con exactitud qué daños había provocado la tormenta ni la cantidad de evacuados.
En tanto, en Garmendia, 22 familias sufrieron las consecuencias del temporal, pero ninguna tuvo que ser llevada a un centro de evacuados. También se vieron afectados habitantes de Trancas y de Las Cejas.
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