14 Enero 2007
"Estamos estudiando el tema de los biocombustibles, porque nos parece que es toda una oportunidad, a partir de una corriente a favor de estas alternativas que se está dando en el mundo entero", dijo a LA GACETA el jefe de la sección Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), Jorge Scandaliaris.
Remarcó que existe interés manifiesto de distintos países de buscar combustibles alternativos, "y esto es una oportunidad para un país como la Argentina y para una región como el NOA, que tienen un potencial agrícola importante".
El experto comentó que la Eeaoc realiza estudios sobre caña, sobre sorgo y sobre otras alternativas interesantes, como el biodiesel, a partir de la soja. "Es una información que estará disponible cuando el sector productivo quiera tomar una decisión. Si se presenta la oportunidad queremos tener la información lista para lo que sea necesario", indicó Scandaliaris.
Dejó en claro que desde el punto de vista técnico el proyecto es viable. "Hay varias cuestiones a tener en cuenta, como la decisión del Gobierno de apoyar este tipo de alternativas, la posibilidad de tener facilidades para realizar inversiones y la decisión de los empresarios de querer introducirse en estos temas", remarcó.
"Hay cuestiones empresariales y políticas para resolver. Nosotros vemos la cuestión técnica. Alguien de la Nación y de la Provincia tendrá que decidir si le interesa políticamente el desarrollo de esta actividad", deslizó el especialista.
De cualquier forma, Scandaliaris aseguró que a la Provincia le interesa la opción de los biocombustibles. "Hay que hacer notar que Tucumán fue líder y estuvo en la avanzada, cuando en la década del 80 lanzó un plan de producción de alcohol. En momentos mucho más difíciles que los actuales, se impuso el alcohol como alternativa. El Gobierno nacional aceptó e incorporó como un producto que le interesaba, pero le restó apoyo y repercutió en los precios, y no era rentable", apuntó.
El experto hizo hincapié en que se deben generar las condiciones para que la producción de alcohol para naftas obtenga rentabilidad.
"En el mundo entero, el alcohol figura entre los grandes emprendimientos productivos. En Brasil, sigue subiendo el precio del producto en el mercado interno para consumo propio, y eso como consecuencia de que terminó la zafra. Por lo tanto, la disponibilidad de alcohol es limitada, y la demanda es muy importante", agregó.
El investigador de la Eeaoc aseguró que hay posibilidades para la producción de alcohol en Tucumán. "La actividad azucarera está creciendo significativamente en productividad y eso significa mayor disponibilidad de materia prima y en calidad, lo que significa que se pueden extraer mayores rindes de alcohol", estimó
Reconoció, no obstante, que se debe definir un plan de tratamiento de efluentes. "Es factible; es complicado, pero trabajando se pueden encontrar soluciones apropiadas. Hay que estudiar las inversiones y en cada ingenio habrá que analizar específicamente las alternativas", concluyó Scandaliaris.
Normalmente se obtienen 10 litros de alcohol por cada tonelada de caña. Los ingenios de todo el país elaboraron aproximadamente 200 millones de litros de alcohol el año pasado (130 millones en Tucumán y 70 millones en Jujuy y en Salta), contra los 180 millones de litros de la campaña 2005. De ese total, alrededor de la mitad se consume en el mercado interno y el resto se exporta. Sin embargo, el aumento de la producción de alcohol registrado en 2006 no tuvo que ver con el programa de biocombustibles. En la actividad azucarera existen dudas sobre las ventajas de sumarse a un programa sucroalcoholero.
El industrial azucarero Jorge Rocchia Ferro pronosticó que durante 2007 habrá una mayor área plantada con caña en Tucumán, de entre un 8% y un 10%. Vaticinó que, entre alcohol y melaza, la producción de alcohol anhidro rondará los 240 millones de litros, con saldos exportables de 2006 que rondarán los 45 millones de litros. Rocchia Ferro cree que podrían usarse los puertos chilenos para captar nuevos mercados para la producción alcoholera.
Brasil es el mayor productor y consumidor de etanol como combustible del mundo. Desde los años 1980, Brasil ha desarrollado una extensa industria doméstica del etanol como combustible a partir de la producción y la refinación de la caña de azúcar. Brasil produce aproximadamente 15.000 millones de litros de etanol por año. Las fábricas del etanol en el Brasil mantienen un balance energético positivo (del +34%) al quemar la parte que no produce azúcar de la caña. Desde 2003, muchos automóviles han incorporado la tecnología de motor flexible, que permite mezclar etanol y gasolina en el tanque y poder funcionar con cualquier mezcla de ambos. En la Argentina, según cálculos privados, sobre un consumo de nafta del orden de los 4.000 millones de litros anuales en todo el país, cuando entre en vigencia la ley de promoción de los biocombustibles -a partir del cuarto año desde que se reglamente la norma-, habría que adicionar a las naftas unos 200 millones de litros de alcohol (un 5%). De ese volumen, la mitad podría provenir del sector azucarero; y el resto, de la producción de maíz.
Remarcó que existe interés manifiesto de distintos países de buscar combustibles alternativos, "y esto es una oportunidad para un país como la Argentina y para una región como el NOA, que tienen un potencial agrícola importante".
El experto comentó que la Eeaoc realiza estudios sobre caña, sobre sorgo y sobre otras alternativas interesantes, como el biodiesel, a partir de la soja. "Es una información que estará disponible cuando el sector productivo quiera tomar una decisión. Si se presenta la oportunidad queremos tener la información lista para lo que sea necesario", indicó Scandaliaris.
Dejó en claro que desde el punto de vista técnico el proyecto es viable. "Hay varias cuestiones a tener en cuenta, como la decisión del Gobierno de apoyar este tipo de alternativas, la posibilidad de tener facilidades para realizar inversiones y la decisión de los empresarios de querer introducirse en estos temas", remarcó.
"Hay cuestiones empresariales y políticas para resolver. Nosotros vemos la cuestión técnica. Alguien de la Nación y de la Provincia tendrá que decidir si le interesa políticamente el desarrollo de esta actividad", deslizó el especialista.
De cualquier forma, Scandaliaris aseguró que a la Provincia le interesa la opción de los biocombustibles. "Hay que hacer notar que Tucumán fue líder y estuvo en la avanzada, cuando en la década del 80 lanzó un plan de producción de alcohol. En momentos mucho más difíciles que los actuales, se impuso el alcohol como alternativa. El Gobierno nacional aceptó e incorporó como un producto que le interesaba, pero le restó apoyo y repercutió en los precios, y no era rentable", apuntó.
El experto hizo hincapié en que se deben generar las condiciones para que la producción de alcohol para naftas obtenga rentabilidad.
"En el mundo entero, el alcohol figura entre los grandes emprendimientos productivos. En Brasil, sigue subiendo el precio del producto en el mercado interno para consumo propio, y eso como consecuencia de que terminó la zafra. Por lo tanto, la disponibilidad de alcohol es limitada, y la demanda es muy importante", agregó.
El investigador de la Eeaoc aseguró que hay posibilidades para la producción de alcohol en Tucumán. "La actividad azucarera está creciendo significativamente en productividad y eso significa mayor disponibilidad de materia prima y en calidad, lo que significa que se pueden extraer mayores rindes de alcohol", estimó
Reconoció, no obstante, que se debe definir un plan de tratamiento de efluentes. "Es factible; es complicado, pero trabajando se pueden encontrar soluciones apropiadas. Hay que estudiar las inversiones y en cada ingenio habrá que analizar específicamente las alternativas", concluyó Scandaliaris.
Los ingenios producirán 240 millones de litros de alcohol
Normalmente se obtienen 10 litros de alcohol por cada tonelada de caña. Los ingenios de todo el país elaboraron aproximadamente 200 millones de litros de alcohol el año pasado (130 millones en Tucumán y 70 millones en Jujuy y en Salta), contra los 180 millones de litros de la campaña 2005. De ese total, alrededor de la mitad se consume en el mercado interno y el resto se exporta. Sin embargo, el aumento de la producción de alcohol registrado en 2006 no tuvo que ver con el programa de biocombustibles. En la actividad azucarera existen dudas sobre las ventajas de sumarse a un programa sucroalcoholero.
El industrial azucarero Jorge Rocchia Ferro pronosticó que durante 2007 habrá una mayor área plantada con caña en Tucumán, de entre un 8% y un 10%. Vaticinó que, entre alcohol y melaza, la producción de alcohol anhidro rondará los 240 millones de litros, con saldos exportables de 2006 que rondarán los 45 millones de litros. Rocchia Ferro cree que podrían usarse los puertos chilenos para captar nuevos mercados para la producción alcoholera.
Brasil se afirma como el mayor productor mundial de etanol
Brasil es el mayor productor y consumidor de etanol como combustible del mundo. Desde los años 1980, Brasil ha desarrollado una extensa industria doméstica del etanol como combustible a partir de la producción y la refinación de la caña de azúcar. Brasil produce aproximadamente 15.000 millones de litros de etanol por año. Las fábricas del etanol en el Brasil mantienen un balance energético positivo (del +34%) al quemar la parte que no produce azúcar de la caña. Desde 2003, muchos automóviles han incorporado la tecnología de motor flexible, que permite mezclar etanol y gasolina en el tanque y poder funcionar con cualquier mezcla de ambos. En la Argentina, según cálculos privados, sobre un consumo de nafta del orden de los 4.000 millones de litros anuales en todo el país, cuando entre en vigencia la ley de promoción de los biocombustibles -a partir del cuarto año desde que se reglamente la norma-, habría que adicionar a las naftas unos 200 millones de litros de alcohol (un 5%). De ese volumen, la mitad podría provenir del sector azucarero; y el resto, de la producción de maíz.
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