06 Enero 2007
Londres, Inglaterra.- En realidad, si el pronóstico se hubiera cumplido, Stephen Hawking ya debería haber muerto hace muchos años, aproximadamente en 1966, como consecuencia de una enfermedad neurólogica progresiva, la esclerosis lateral amiotrófica, que ataca a las neuronas que controlan los músculos voluntarios.
Pero felizmente los médicos, los jóvenes estudiantes de la elitista Universidad de Cambridge que hicieron el pronóstico entonces, se equivocaron. Y así, cuatro décadas después, Hawking sigue viviendo, aunque con graves discapacidades. Pero al mismo tiempo es el científico más conocido del mundo.
El lunes 8 de enero, este astrofísico británico cumple 65 años. Hasta esa fatídica fecha pronosticada por los médicos, la vida de Hawking se desarrollaba de forma casi normal.
En la escuela y en la universidad era considerado inteligente, pero de ninguna manera un genio.
Tras estudiar algunos semestres física en Oxford, Hawking se había decidido a hacer estudios universitarios de cosmología en Cambridge, cuando comenzó a tener problemas de salud.
En 1963 los médicos le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad incurable, que iba a destruir rápidamente su sistema nervioso. Entonces le dieron tres años de vida. "Soñaba que iba a ser ejecutado", relató posteriormente sobre aquellos tiempos.
"De pronto comprendí que había una serie de cosas valiosas que podría hacer si suspendían la ejecución". Hawking escribió su trabajo de doctorado, se casó, tuvo tres hijos y comenzó a desarrollar sus teorías sobre el origen del Cosmos. A comienzos de los años 70 predijo que los agujeros negros - cuerpos cósmicos de mucha masa que provocan un campo gravitatorio muy grande- pierden energía bajo determinadas condiciones.
En la actualidad este fenómeno es denominado "radiación de Hawking". Con 32 años fue admitido en la "Royal Society" de las ciencias
británicas, con 37 años le fue asignada la famosa cátedra Lucasiana de Matemáticas de la Universidad de Cambridge, que ocupó en el pasado sir Isaac Newton.
Fuera de la comunidad científica, el británico sólo se hizo conocido cuando ya estaba desde hacía tiempo confinado a una silla de ruedas y, tras una cirugía de emergencia en la que se le realizó una traqueotomía, también había perdido la voz: fue en 1988, con su libro de divulgación científica "Una breve historia del tiempo".
En todo el mundo se publicaron más de 20 millones de ejemplares. Desde entonces, Hawking vive en una silla de ruedas, y sólo puede comunicarse con el exterior a través de una computadora que maneja mediante leves movimientos de la cabeza y ojos.
En un album de Pink Floyd ("Keep Talking") Hawking habló con su voz de sintetizador las frases introductorias, en la televisión participó en la serie de dibujos animados "The Simpsons" y en el cine actuó como él mismo en uno de los episodios de "Star Trek".
Actualmente, el prestigioso profesor, que con frecuencia puede simplificar de manera genial sus teorías, está rodando una nueva película y escribe un libro infantil.
"Será un poco como Harry Potter en el espacio, sobre la ciencia, sólo que sin magia", reveló. Además, saltó a los titulares de los diarios por la separación de su segunda esposa Elaine.
El tabloide "The Sun", que en general se ocupa pocas veces del astrofísico, no perdió la oportunidad para bromear diciendo que el matrimonio de Hawking "había caído en un agujero negro". Pero también ésto muestra cuánta fascinación despierta el científico discapacitado: el pequeño cuerpo encorvado, que ya no puede moverse, es para muchos la prueba de que todo es posible con la fuerza de la mente.
La revista "Der Spiegel" nombró a Hawking "el genio del siglo", la emisora británica BBC hasta lo calificó de "Master of the Universe" ("maestro del Universo").
En cambio entre colegas es sólo uno científico renombrado de muchos. Para muchos, sin embargo, es candidato al Premio Nobel. Además, el prominente profesor llama la atención desde hace algún tiempo menos por sus resultados científicos sino más bien por sus profecías sombrías. Hawking opina que la humanidad sólo puede sobrevivir a largo plazo en otros planetas, porque sobre la Tierra la temperatura aumentará hasta los 250 grados Celsius y lloverá ácido sulfúrico.
Pero, como lo sabe por propia experiencia: los pronósticos pueden fallar. (DPA)
Pero felizmente los médicos, los jóvenes estudiantes de la elitista Universidad de Cambridge que hicieron el pronóstico entonces, se equivocaron. Y así, cuatro décadas después, Hawking sigue viviendo, aunque con graves discapacidades. Pero al mismo tiempo es el científico más conocido del mundo.
El lunes 8 de enero, este astrofísico británico cumple 65 años. Hasta esa fatídica fecha pronosticada por los médicos, la vida de Hawking se desarrollaba de forma casi normal.
En la escuela y en la universidad era considerado inteligente, pero de ninguna manera un genio.
Tras estudiar algunos semestres física en Oxford, Hawking se había decidido a hacer estudios universitarios de cosmología en Cambridge, cuando comenzó a tener problemas de salud.
En 1963 los médicos le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad incurable, que iba a destruir rápidamente su sistema nervioso. Entonces le dieron tres años de vida. "Soñaba que iba a ser ejecutado", relató posteriormente sobre aquellos tiempos.
"De pronto comprendí que había una serie de cosas valiosas que podría hacer si suspendían la ejecución". Hawking escribió su trabajo de doctorado, se casó, tuvo tres hijos y comenzó a desarrollar sus teorías sobre el origen del Cosmos. A comienzos de los años 70 predijo que los agujeros negros - cuerpos cósmicos de mucha masa que provocan un campo gravitatorio muy grande- pierden energía bajo determinadas condiciones.
En la actualidad este fenómeno es denominado "radiación de Hawking". Con 32 años fue admitido en la "Royal Society" de las ciencias
británicas, con 37 años le fue asignada la famosa cátedra Lucasiana de Matemáticas de la Universidad de Cambridge, que ocupó en el pasado sir Isaac Newton.
Fuera de la comunidad científica, el británico sólo se hizo conocido cuando ya estaba desde hacía tiempo confinado a una silla de ruedas y, tras una cirugía de emergencia en la que se le realizó una traqueotomía, también había perdido la voz: fue en 1988, con su libro de divulgación científica "Una breve historia del tiempo".
En todo el mundo se publicaron más de 20 millones de ejemplares. Desde entonces, Hawking vive en una silla de ruedas, y sólo puede comunicarse con el exterior a través de una computadora que maneja mediante leves movimientos de la cabeza y ojos.
En un album de Pink Floyd ("Keep Talking") Hawking habló con su voz de sintetizador las frases introductorias, en la televisión participó en la serie de dibujos animados "The Simpsons" y en el cine actuó como él mismo en uno de los episodios de "Star Trek".
Actualmente, el prestigioso profesor, que con frecuencia puede simplificar de manera genial sus teorías, está rodando una nueva película y escribe un libro infantil.
"Será un poco como Harry Potter en el espacio, sobre la ciencia, sólo que sin magia", reveló. Además, saltó a los titulares de los diarios por la separación de su segunda esposa Elaine.
El tabloide "The Sun", que en general se ocupa pocas veces del astrofísico, no perdió la oportunidad para bromear diciendo que el matrimonio de Hawking "había caído en un agujero negro". Pero también ésto muestra cuánta fascinación despierta el científico discapacitado: el pequeño cuerpo encorvado, que ya no puede moverse, es para muchos la prueba de que todo es posible con la fuerza de la mente.
La revista "Der Spiegel" nombró a Hawking "el genio del siglo", la emisora británica BBC hasta lo calificó de "Master of the Universe" ("maestro del Universo").
En cambio entre colegas es sólo uno científico renombrado de muchos. Para muchos, sin embargo, es candidato al Premio Nobel. Además, el prominente profesor llama la atención desde hace algún tiempo menos por sus resultados científicos sino más bien por sus profecías sombrías. Hawking opina que la humanidad sólo puede sobrevivir a largo plazo en otros planetas, porque sobre la Tierra la temperatura aumentará hasta los 250 grados Celsius y lloverá ácido sulfúrico.
Pero, como lo sabe por propia experiencia: los pronósticos pueden fallar. (DPA)