23 Diciembre 2006
A PUNTO DE LLORAR. Gómez es trasladada en una camioneta desde Tribunales. La custodian dos policías. LA GACETA / JOSE NUNO
La ex agente de Policía Ema Hortencia Gómez y el oficial Alejandro Darío Pérez, dos de los principales acusados por el crimen del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz seguirán en la cárcel, a pesar de que ya pasaron más de dos años en prisión sin haber sido juzgados, plazo máximo que estipula el Código Procesal de la Provincia. Así lo decidió ayer el juez de Instrucción Juan Francisco Pisa al rechazar los planteos realizados por los abogados Mario Mirra, defensor de Gómez, y Horacio Guerineau, de Pérez.
Aráoz fue asesinado a tiros el 16 de noviembre de 2004, cuando se encontraba en su casa de avenida Aconquija al 2.900, en Yerba Buena. Recibió nueve disparos que terminaron con su vida. El fiscal Guillermo Herrera, que instruyó la causa, asegura que se trató de un crimen de índole pasional, la derivación de un triángulo amoroso que conformaban Aráoz, Gómez y Pérez.
La misma noche que asesinaron al juez se detuvo a Gómez, que había llegado a la escena del crimen llevada por tres policías, uno de los cuales, el oficial Andrés Faversani, está actualmente imputado por el mismo crimen. A Pérez se lo detuvo horas después y posteriormente, según el requerimiento de elevación a juicio, se determinó que con su arma reglamentaria se había ultimado al juez.
El habló, ella no
Ayer, Pérez y Gómez fueron llevados a Tribunales. El primero está alojado en el penal de Villa Urquiza, mientras que la ex agente permanece detenida en la cárcel de mujeres. Sus abogados habían pedido el cese de prisión al haber estado más de dos años presos sin recibir sentencia. Pero, cuando estuvieron ante el juez Pisa, este les comunicó que había rechazado los planteos. Según trascendió, el magistrado fundamentó su decisión en la complicada trama que rodea a la investigación y a la enorme cantidad de incidentes que debió resolver en estos dos años, lo que no permitió, a su juicio, que los tiempos de la instrucción se cumplieran. En ese sentido, ambos abogados indicaron que apelarán la medida, planteo que deberá ser resuelto por la Cámara. Sin embargo, teniendo en cuenta que faltan sólo ocho días para el comienzo de la feria judicial, se estima que habría una solución para febrero.
El primero en llegar al despacho del juez, custodiado por dos policías, fue Pérez. Durante el trayecto entre la alcaidía y la oficina del magistrado, el acusado reafirmó su inocencia. "No tengo nada que ver con todo esto", advirtió. El policía dijo que tenía mucha fe de que le iban a permitir recuperar su libertad. "Me dijeron que no, pero voy a seguir insistiendo. En algún momento me van a dar la razón", dijo. En cambio, Ema Gómez mantuvo un total silencio mientras caminaba custodiada por dos mujeres. Cuando salía del Palacio de Tribunales parecía a punto de llorar, pero se contuvo. Su abogado dijo que respeta la decisión del juez, pero que no la comparte. "Otros salen en libertad cuando se cumplen los dos años sin condena, pero bueno, seguiremos insistiendo en nuestros planteos", advirtió Mirra.
El fiscal X de Instrucción, Guillermo Herrera se refirió a la negativa del juez Juan Francisco Pisa de otorgar la libertad a Ema Hortencia Gómez y al oficial Darío Pérez, imputados por el crimen del juez Héctor Agustín Aráoz. El fiscal reafirmó su investigación y advirtió que no tienen dudas acerca de la autoría del crimen.
"A pesar de que se cumplieron los dos años de encarcelamiento sin juicio, este plazo dispuesto por la ley no es matemático. Se debe tener en cuenta el tiempo consumido por las impugnaciones. Estos planteos dilatorios consumen mucho tiempo a la causa", dijo el fiscal.
Además, Herrera agregó: "no se puede pasar por alto la gravedad del hecho. Para mí está suficientemente probada la sospecha sobre ellos (Gómez y Pérez) en el crimen del doctor Aráoz". Al ser consultado sobre cuáles serían estas pruebas, el fiscal recordó: "en las pericias realizadas al arma 9 mm de Pérez se constató que todas las balas que impactaron en Aráoz provenían de esa pistola". Finalmente, el fiscal señaló: "la no liberación de los acusados es un modo de prevenir una posible fuga, dada la gravedad del delito imputado".
Aráoz fue asesinado a tiros el 16 de noviembre de 2004, cuando se encontraba en su casa de avenida Aconquija al 2.900, en Yerba Buena. Recibió nueve disparos que terminaron con su vida. El fiscal Guillermo Herrera, que instruyó la causa, asegura que se trató de un crimen de índole pasional, la derivación de un triángulo amoroso que conformaban Aráoz, Gómez y Pérez.
La misma noche que asesinaron al juez se detuvo a Gómez, que había llegado a la escena del crimen llevada por tres policías, uno de los cuales, el oficial Andrés Faversani, está actualmente imputado por el mismo crimen. A Pérez se lo detuvo horas después y posteriormente, según el requerimiento de elevación a juicio, se determinó que con su arma reglamentaria se había ultimado al juez.
El habló, ella no
Ayer, Pérez y Gómez fueron llevados a Tribunales. El primero está alojado en el penal de Villa Urquiza, mientras que la ex agente permanece detenida en la cárcel de mujeres. Sus abogados habían pedido el cese de prisión al haber estado más de dos años presos sin recibir sentencia. Pero, cuando estuvieron ante el juez Pisa, este les comunicó que había rechazado los planteos. Según trascendió, el magistrado fundamentó su decisión en la complicada trama que rodea a la investigación y a la enorme cantidad de incidentes que debió resolver en estos dos años, lo que no permitió, a su juicio, que los tiempos de la instrucción se cumplieran. En ese sentido, ambos abogados indicaron que apelarán la medida, planteo que deberá ser resuelto por la Cámara. Sin embargo, teniendo en cuenta que faltan sólo ocho días para el comienzo de la feria judicial, se estima que habría una solución para febrero.
El primero en llegar al despacho del juez, custodiado por dos policías, fue Pérez. Durante el trayecto entre la alcaidía y la oficina del magistrado, el acusado reafirmó su inocencia. "No tengo nada que ver con todo esto", advirtió. El policía dijo que tenía mucha fe de que le iban a permitir recuperar su libertad. "Me dijeron que no, pero voy a seguir insistiendo. En algún momento me van a dar la razón", dijo. En cambio, Ema Gómez mantuvo un total silencio mientras caminaba custodiada por dos mujeres. Cuando salía del Palacio de Tribunales parecía a punto de llorar, pero se contuvo. Su abogado dijo que respeta la decisión del juez, pero que no la comparte. "Otros salen en libertad cuando se cumplen los dos años sin condena, pero bueno, seguiremos insistiendo en nuestros planteos", advirtió Mirra.
"Está probada la sospecha sobre ellos"
El fiscal X de Instrucción, Guillermo Herrera se refirió a la negativa del juez Juan Francisco Pisa de otorgar la libertad a Ema Hortencia Gómez y al oficial Darío Pérez, imputados por el crimen del juez Héctor Agustín Aráoz. El fiscal reafirmó su investigación y advirtió que no tienen dudas acerca de la autoría del crimen.
"A pesar de que se cumplieron los dos años de encarcelamiento sin juicio, este plazo dispuesto por la ley no es matemático. Se debe tener en cuenta el tiempo consumido por las impugnaciones. Estos planteos dilatorios consumen mucho tiempo a la causa", dijo el fiscal.
Además, Herrera agregó: "no se puede pasar por alto la gravedad del hecho. Para mí está suficientemente probada la sospecha sobre ellos (Gómez y Pérez) en el crimen del doctor Aráoz". Al ser consultado sobre cuáles serían estas pruebas, el fiscal recordó: "en las pericias realizadas al arma 9 mm de Pérez se constató que todas las balas que impactaron en Aráoz provenían de esa pistola". Finalmente, el fiscal señaló: "la no liberación de los acusados es un modo de prevenir una posible fuga, dada la gravedad del delito imputado".
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