19 Diciembre 2006
DESAZON. Herrera (derecha) no tiene consuelo luego de desviar su remate.(LA GACETA / FRANCO VERA)
Villa 9 de Julio debió esperar 16 años para volver a gritar ¡campeón! Sportivo Guzmán obtuvo el Anual de la Primera "A" liguista, al derrotar a UTA por 8 a 7, en una dramática definición por penales. En el estadio de All Boys, a puertas cerradas, se definió la serie que había quedado inconclusa (3-3), el sábado en el "Monumental", por falta de luz eléctrica.
Lucas García volvió a vestirse de héroe, pues el arquero "juliano" fue el encargado de convertir el penal que le dio el título al equipo capitalino. En cambio, su colega José Herrera desvió el último disparo y sentenció la suerte de UTA.
La cronología de los hechos indica que a las 17.20 se abrió el estadio "gallego" para dejar entrar a los planteles, directivos y periodistas. Algunos familiares de los jugadores burlaron el control que realizó la Policía en el portón de plateas de calle Uruguay.
Los directivos de All Boys habían acondicionado sólo el área grande del arco norte para que pudieran patear los penales, mientras que el resto lucía un pasto demasiado alto. Cuando todos se aprestaban a observar la definición, el árbitro Mario Bacas exigió que todo el campo estuviera demarcado reglamentariamente.
Esto motivó que los directivos de UTA salieran a buscar cal para marcar las líneas. En cierto momento, se observó a Miguel Greco, presidente de los "tranviarios", colaborando en la tarea.
Esta situación motivó que recién a las 18.28 comenzara la definición. Primero le tocó el turno a Rubén Luna, que puso en ventaja a UTA (4-3); luego Ramón Lizárraga igualó la serie (4-4); a continuación convirtió Carlos Suárez para UTA (5-4); seguidamente Julio Mamaní puso el 5 a 5. Después le tocó el turno a Diego Pereyra, que puso el 6-5, luego Gabriel Luna volvió a establecer la paridad (6-6); José Suárez puso el 7-6 para UTA, e inmediatamente Segundo Páez estableció el 7-7.Por último, llegó el turno de los arqueros. Herrera, de UTA, se encaminó decididamente para encargarse de la misión, pero no tuvo suerte: remató afuera, junto al palo izquierdo de García.
Toda la responsabilidad para la definición de la serie quedó en manos del arquero "juliano". Con una tranquilidad y precisión que sería la envidia de los especialistas en la materia, García colocó la pelota a la derecha de Herrera, que había elegido el otro palo.
A partir de ese momento, se desató el carnaval. Los jugadores, cuerpo técnico y directivos de Sportivo se fundieron en un interminable abrazo y el grito de campeón viajó desde Villa Urquiza al fortín "juliano".
Lucas García volvió a vestirse de héroe, pues el arquero "juliano" fue el encargado de convertir el penal que le dio el título al equipo capitalino. En cambio, su colega José Herrera desvió el último disparo y sentenció la suerte de UTA.
La cronología de los hechos indica que a las 17.20 se abrió el estadio "gallego" para dejar entrar a los planteles, directivos y periodistas. Algunos familiares de los jugadores burlaron el control que realizó la Policía en el portón de plateas de calle Uruguay.
Los directivos de All Boys habían acondicionado sólo el área grande del arco norte para que pudieran patear los penales, mientras que el resto lucía un pasto demasiado alto. Cuando todos se aprestaban a observar la definición, el árbitro Mario Bacas exigió que todo el campo estuviera demarcado reglamentariamente.
Esto motivó que los directivos de UTA salieran a buscar cal para marcar las líneas. En cierto momento, se observó a Miguel Greco, presidente de los "tranviarios", colaborando en la tarea.
Esta situación motivó que recién a las 18.28 comenzara la definición. Primero le tocó el turno a Rubén Luna, que puso en ventaja a UTA (4-3); luego Ramón Lizárraga igualó la serie (4-4); a continuación convirtió Carlos Suárez para UTA (5-4); seguidamente Julio Mamaní puso el 5 a 5. Después le tocó el turno a Diego Pereyra, que puso el 6-5, luego Gabriel Luna volvió a establecer la paridad (6-6); José Suárez puso el 7-6 para UTA, e inmediatamente Segundo Páez estableció el 7-7.Por último, llegó el turno de los arqueros. Herrera, de UTA, se encaminó decididamente para encargarse de la misión, pero no tuvo suerte: remató afuera, junto al palo izquierdo de García.
Toda la responsabilidad para la definición de la serie quedó en manos del arquero "juliano". Con una tranquilidad y precisión que sería la envidia de los especialistas en la materia, García colocó la pelota a la derecha de Herrera, que había elegido el otro palo.
A partir de ese momento, se desató el carnaval. Los jugadores, cuerpo técnico y directivos de Sportivo se fundieron en un interminable abrazo y el grito de campeón viajó desde Villa Urquiza al fortín "juliano".
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