Vergonzoso

Se luchó tanto para llegar hasta estas instancias que el Anual se merecía un final distinto. Lamentablemente, quienes tenían a su cargo la organización del espectáculo en el "Monumental" no tomaron las previsiones necesarias en caso de que pasara lo que pasó: UTA se recuperó y le ganó 3 a 0 a Sportivo durante los 90?. Como el resultado fue el mismo del partido de ida (esa vez favorable a los "julianos"), llegaron los penales y se vino la noche.
Cuando había terminado la primera serie de cinco penales sin que se pudiera quebrarse la paridad, el árbitro Mario Bacas decidió suspender el partido por una simple razón: no se veía. El campo de juego estaba en penumbras y una gran cantidad de simpatizantes había ingresado en la cancha, lo que reglamentariamente tornaba casi imposible que la definición pudiera desarrollarse con normalidad. Al momento de la suspensión, la serie estaba igualada 3 a 3 e iba a empezar la serie de un disparo por bando.
¿Por qué no se prendieron las luces? Cuando se organizan cotejos nocturnos en el estadio de 25 de Mayo y Chile, los directivos "decanos" contratan un servicio de grupo electrógeno. Esta vez no se tomaron las previsiones de hacerlo. Reglamentariamente, UTA, como organizador del espectáculo, debía contratar ese servicio. Pero también vale apuntar que la invasión por parte de los hinchas "julianos" obligó a que Bacas tomara esa determinación.
Cuando habían transcurrido cerca de 30 minutos de la suspensión del cotejo, el árbitro llamó a directivos de ambas entidades a su camarín. Gerónimo Vargas Aignasse, titular de Sportivo, y Carlos Sadlón, por UTA, fueron los que participaron en la reunión que duró 10 minutos. "En el informe que elevará, el árbitro nos dijo que consignará que suspendió el partido por la falta de luz, pero también reflejará que la invasión del campo de juego no impedía que el partido prosiguiera, pues los hinchas estaban controlados por la Policía", comentó el titular de Sportivo. Vargas Aignasse indicó que hoy, a las 9, se reunirán con los directivos de la Liga y de UTA, en la sede liguista, para resolver el caso.
Los dirigentes de UTA indicaron que se hicieron las gestiones para colocar el grupo electrógeno, pero una falla en el transformador impidió su instalación.
"Nunca pensamos que el partido pudiera alargarse tanto. Por ese motivo, no tratamos de arreglar el tema", comentó Luis Grecco, titular de UTA, que lamentó que el campeón no viera la luz. Se hizo la noche.


No hay excusas ni explicaciones que alcancen a justificar este papelón. El fútbol tucumano, golpeado desde todos los flancos desde hace años, vuelve a ser noticia por un episodio más trágico que cómico. Absolutamente incomprensible.
La versión oficial indica que los dirigentes de UTA evitaron pagar por el servicio de iluminación, arguyendo que esperaban que la final terminara más temprano (¡!). Que se entienda: jugaban el partido más importante del año, no un amistoso de pretemporada.
La responsabilidad le cabe a la gente de UTA, pero también a la Liga, organizadora del campeonato. En la casa de la avenida Sarmiento no pueden lavarse las manos ni mirar para otro lado. Se supone que en una final deben tomarse todos los recaudos.
¿Y la Policía? Una vez más, fue incapaz de impedir que un grupo de chiquilines invadiera la cancha y robara la indumentaria de los jugadores. También el árbitro fue víctima del vandalismo.
La primera impresión que deja el triste espectáculo del "Monumental" es que en Tucumán hablan como profesionales, pero actúan como improvisados amateurs. Una lástima.