Un denso clima espera al Papa en Turquía

Ankara.- Cuando el papa Benedicto XVI arribe mañana a la capital turca, no estarán presentes las multitudes que suelen recibirlo en sus viajes al exterior; el primer ministro se hallará de viaje en otro país y el presidente no estará aguardándolo al pie de la escalerilla del avión. La visita papal ha estado rodeada de controversia desde que se propuso cuando todavía Juan Pablo II era el jefe de la Iglesia Católica.
La invitación original fue hecha por el patriarca ortodoxo griego Bartolomeo I, quien vive en Estambul. Pero el Estado turco afirmó que el patriarca no tiene derecho a realizar ese tipo de invitaciones. Las autoridades turcas consideran que, como jefe del Estado Vaticano, debe recibir una invitación del jefe de Estado, el presidente Ahmet Necdet Sezer.

Controversia
Después de una larga espera, Sezer envió la invitación que, entonces sí, fue aceptada por el Papa. La controversia pareció haber desaparecido hasta que el alemán Joseph Ratzinger fue elegido Papa tras la muerte de Juan Pablo II. Los diarios turcos remarcaron que el nuevo Pontífice, cuando todavía era cardenal, dijo que Turquía no debería convertirse en miembro de la Unión Europea. A esto se sumaron las declaraciones del Papa en setiembre, cuando, en su conferencia en la universidad de Ratisbona, citó un diálogo entre un emperador bizantino del siglo XIV y un erudito persa. En él el emperador se refirió al profeta Mahoma como alguien que sólo había generado cosas “malas e inhumanas por querer predicar su fe usando la espada”. Los musulmanes de Turquía y de otros países protestaron inmediatamente. Hubo episodios de violencia como quemas de iglesias y el asesinato de una monja italiana en Somalia.
Ayer, pese a las declaraciones conciliadoras del Papa -en las que expresó su “aprecio y sincera amistad” por el pueblo turco- y a que el gobierno turco realizó gestos de bienvenida, miles de jóvenes islámicos protestaron en Estambul contra la visita del Pontífice.
Durante la ceremonia del Angelus, en el Vaticano, Benedicto XVI envió un “saludo cordial al querido pueblo turco, rico de historia y cultura”. “A todos ustedes les pido que me acompañen con la oración, para que este peregrinaje pueda dar los frutos que Dios desea”, dijo a la muchedumbre en la Plaza San Pedro.
Pero, mientras tanto, entre 15.000 y 20.000 musulmanes turcos protestaban en la plaza Caglayan de Estambul, convocados por el partido islámico radical Saadet. La multitud coreaba “Papa, no vengas”, “No a la alianza de los cruzados” y “Estambul no es Constantinopla” y portaba banderas del partido Saadet, cuyo líder es el ex premier Necmettin Erbakan. (DPA y Télam)