24 Noviembre 2006
LAGRIMAS. La ex agente abandonó Tribunales custodiada y llorando. LA GACETA / ENRIQUE GALINDEZ
A tres días de un nuevo aniversario de la muerte del juez Héctor Agustín Aráoz, una de las imputadas por el caso, Ema Gómez, volvió a protagonizar un escándalo. La ex policía concurrió ayer el juez Juan Francisco Pisa para que contara su versión de un incidente que tuvo con una celadora de la cárcel de mujeres de Banda del Río Salí, donde se encuentra detenida. Además, habría ido a pedir permiso para asistir el domingo al cementerio, dado que se cumplen dos años de la muerte de Aráoz.
Llegó cerca de las 18.30 y, más de una hora y media después, se retiró en una camioneta de la Policía fuertemente custodiada. Llamó la atención que la ex agente estaba llorando al momento de salir.
A pesar de que Mario Mirra, el defensor de Gómez, no quiso hacer declaraciones, trascendió que el letrado había presentado un hábeas corpus a causa de un incidente que la ex agente habría protagonizado hace unos 20 días con una celadora. Según trascendió, Gómez asegura que una empleada del penal la vigila demasiado y que no se siente tranquila. El director de Institutos Penales, Ernesto Salas, confirmó la versión del incidente, pero le restó importancia, al decir que la celadora es una empleada muy celosa de su trabajo, pero que no maltrata a las detenidas.
Gómez está acusada de haber asesinado a Aráoz el 26 de noviembre de 2004 de nueve disparos. El cuerpo del juez de menores fue encontrado en su casa de la localidad de El Corte, en Yerba Buena. Por el caso también está imputado el oficial Alejandro Darío Pérez. De acuerdo con la hipótesis que manejan los investigadores, Gómez y Pérez habrían matado al magistrado por razones sentimentales. En el caso hay otros tres policías implicados: el comisario (r) Rodolfo Domínguez, el agente Gabriel Albornoz están acusados de encubrimiento. El oficial Andrés Faversani también había sido acusado por el fiscal Guillermo Herrera, que investigó el caso, de encubrimiento. Sin embargo, el fiscal de Cámara Carlos Castellano, hizo lugar al pedido de la querella, encabezada por Benjamín Frías Alurralde y del juez Pisa para que sea acusado por agravado.
Llegó cerca de las 18.30 y, más de una hora y media después, se retiró en una camioneta de la Policía fuertemente custodiada. Llamó la atención que la ex agente estaba llorando al momento de salir.
A pesar de que Mario Mirra, el defensor de Gómez, no quiso hacer declaraciones, trascendió que el letrado había presentado un hábeas corpus a causa de un incidente que la ex agente habría protagonizado hace unos 20 días con una celadora. Según trascendió, Gómez asegura que una empleada del penal la vigila demasiado y que no se siente tranquila. El director de Institutos Penales, Ernesto Salas, confirmó la versión del incidente, pero le restó importancia, al decir que la celadora es una empleada muy celosa de su trabajo, pero que no maltrata a las detenidas.
Gómez está acusada de haber asesinado a Aráoz el 26 de noviembre de 2004 de nueve disparos. El cuerpo del juez de menores fue encontrado en su casa de la localidad de El Corte, en Yerba Buena. Por el caso también está imputado el oficial Alejandro Darío Pérez. De acuerdo con la hipótesis que manejan los investigadores, Gómez y Pérez habrían matado al magistrado por razones sentimentales. En el caso hay otros tres policías implicados: el comisario (r) Rodolfo Domínguez, el agente Gabriel Albornoz están acusados de encubrimiento. El oficial Andrés Faversani también había sido acusado por el fiscal Guillermo Herrera, que investigó el caso, de encubrimiento. Sin embargo, el fiscal de Cámara Carlos Castellano, hizo lugar al pedido de la querella, encabezada por Benjamín Frías Alurralde y del juez Pisa para que sea acusado por agravado.
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