15 Octubre 2006
EN PLAZA DE MAYO. El 17 de octubre de 1945 miles de argentinos reclamaron durante horas la liberación de Perón. FOTOS DEL ARCHIVO DE LA GACETA
La palabra lealtad es otra desde la posmodernidad; perdió aquel espíritu que educó y condujo las acciones de la clase obrera argentina durante la vida de Juan Domingo Perón. El concepto, incorporado como propio por sus seguidores desde el histórico 17 de octubre de 1945, cuando pidieron la libertad de su líder -entonces, secretario de Trabajo y Previsión, ministro de Guerra y vicepresidente del gobierno militar de Edelmiro Farrell-, dio un giro de 180 grados, desde su muerte hasta hoy.
En términos generales, lo que antes se conocía como lealtad giró hacia el pragmatismo y, en muchos casos, hacia el materialismo -coinciden analistas-, a juzgar por las conductas "infieles" de las generaciones de dirigentes, de parlamentarios y de mandatarios justicialistas surgidas después del 1 de julio de 1974 respecto de la doctrina y de sus mismos "compañeros".
Si se repasan las 20 verdades del justicialismo y se las compara con el comportamiento de los gobiernos de ese signo político se observan evidentes deslealtades. Un par de ejemplos:
"La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo". La gestión de Carlos Menem fue la antítesis de esta afirmación. La rebosante cantidad de medidas de gobierno impopulares y explícitamente contradictorias con sus propuestas de campaña da cuenta de ello.
"Para un peronista no puede haber nada mejor que otro peronista". Habría que pedirle al presidente Néstor Kirchner que explique por qué ha prestado apoyo a dirigentes de otros signos políticos por sobre sus copartidarios. Un claro reflejo de ello es el respaldo del jefe de Estado al radical Jorge Colazo, que le ganó la gobernación de Tierra del Fuego al justicialista Carlos Manfredotti, vinculado a Menem. Pero Kirchner quizás logre redimirse gracias a la máxima que trazó Perón, para reemplazar aquella verdad doctrinaria, luego de volver al país, tras el exilio: "para un argentino no hay nada mejor que otro argentino". ¿La formulación de esta frase habrá constituido acaso un acto de deslealtad?
La confusión sindical
Tal vez en la conducta oscilante de la dirigencia sindical es donde se inicia la crisis del concepto y su reflejo fáctico. El ejemplo precursor es de mediados de los 60 -lo que da cuenta de que el significado de lealtad no comenzó a modificarse con la muerte de Perón, sino antes-, cuando el líder de la CGT, Augusto Timoteo "Lobo" Vandor, con el fin de preservar el poder de los sindicatos, le prestó su apoyo al golpe de Estado de la autodenominada Revolución Argentina, encabezada por Juan Carlos Onganía. A este militar -autodeclarado antiperonista-, los propios sindicalistas lo habían escuchado decir: "esta Revolución finaliza con la muerte de Perón".
También puede considerarse desleal el silencio sindical de la CGT tres décadas después, durante el gobierno de Menem, en particular frente al inusual crecimiento de la tasa de desocupación . Y ni que hablar de la sanción y de la implementación de leyes como la de Flexibilización Laboral. "No existe para el peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan". ¿Otra "verdad",mancillada?
Hoy, pese a que durante años el 17 de octubre pasó inadvertido en su elocuente transcendencia, la importancia simbólica del traslado de los restos de Perón a la Quinta de San Vicente (donde vivió un tiempo tras su retorno del exilio) hace prever -aunque tímidamente- una vuelta del peronismo a sus fuentes.
En los últimos días se confirmó que Kirchner y su esposa, la senadora Cristina Fernández, encabezarán el acto que el martes se realizará en la Quinta para recordar el día en que nació el peronismo. No obstante, antes de haberse producido, este gesto del Gobierno es considerado por los analistas un acercamiento de tinte pragmático, útil para el oficialismo -que le dio vida al concepto de transversalidad- en medio de problemas políticos vinculados a la desaparición de Jorge Julio López y a las presiones de sectores relacionados con las Fuerzas Armadas.
A 61 años del nacimiento de una auténtica "república de masas" -como la define el historiador José Luis Romero, en "Las ideas políticas de la Argentina"-, que no pudo ser reemplazada con éxito por ninguna fórmula de gobierno, entre 1955 y 1973, el peronismo contemporáneo se halla desorientado y es víctima de una crisis de ideología, ocasionada, tal vez, por los propios justicialistas. Quizás les convendría dejar de lado los afiches alusivos y los actos vinculados al emblemático 17 de octubre e intentar, mediante conductas que se correspondan con su doctrina, hacer honor al legado de su líder.
LA GACETA realizó una extensa cobertura de la destitución de Perón y de su liberación, conseguida a fuerza del clamor popular, tanto en la Capital Federal, como en Tucumán, donde la concentración de gente ya había comenzado el martes 16 de octubre 1945.
La edición del jueves 18 dedicó la tapa a los episodios centrales, ocurridos en Plaza de Mayo, y a lo sucedido en el país, y la página 7 a cronicar los acontecimientos que se registraron en esta ciudad y en el interior de la provincia. "Sería Repuesto el Ministerio Nacional que Renunció el 12", dice el titular de la portada del ejemplar número 12.397 de ocho páginas. El título está escrito en "cuerpo catástrofe", con mayúsculas y a ocho columnas en dos líneas. También, en todo el ancho de la página, la volanta especifica: "Farrell Anunció que el Gobierno no Pasará a la Corte".
Los hechos en Tucumán, en una extensa crónica, se consignan en un titular a tres columnas, arriba y hacia la izquierda de la página 7, que dice: "Se realizó ayer el mitin propugnando la libertad del ex vicepresidente". "Se realizó ayer en la plaza Independencia, en horas de la mañana, la anunciada concentración obrera organizada por la FOTIA para propugnar la libertad del ex vicepresidente, coronel Juan Perón," explica la nota.
La crónica consigna que, a la una de la madrugada del 17, habían partido desde Lules hacia esta capital los obreros del ingenio Mercedes, quienes a las 8 se concentraron en la avenida Colón; por esa arteria marcharon encolumnados hasta Mate de Luna, y de allí, al parque Avellaneda.
En términos generales, lo que antes se conocía como lealtad giró hacia el pragmatismo y, en muchos casos, hacia el materialismo -coinciden analistas-, a juzgar por las conductas "infieles" de las generaciones de dirigentes, de parlamentarios y de mandatarios justicialistas surgidas después del 1 de julio de 1974 respecto de la doctrina y de sus mismos "compañeros".
Si se repasan las 20 verdades del justicialismo y se las compara con el comportamiento de los gobiernos de ese signo político se observan evidentes deslealtades. Un par de ejemplos:
"La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo". La gestión de Carlos Menem fue la antítesis de esta afirmación. La rebosante cantidad de medidas de gobierno impopulares y explícitamente contradictorias con sus propuestas de campaña da cuenta de ello.
"Para un peronista no puede haber nada mejor que otro peronista". Habría que pedirle al presidente Néstor Kirchner que explique por qué ha prestado apoyo a dirigentes de otros signos políticos por sobre sus copartidarios. Un claro reflejo de ello es el respaldo del jefe de Estado al radical Jorge Colazo, que le ganó la gobernación de Tierra del Fuego al justicialista Carlos Manfredotti, vinculado a Menem. Pero Kirchner quizás logre redimirse gracias a la máxima que trazó Perón, para reemplazar aquella verdad doctrinaria, luego de volver al país, tras el exilio: "para un argentino no hay nada mejor que otro argentino". ¿La formulación de esta frase habrá constituido acaso un acto de deslealtad?
La confusión sindical
Tal vez en la conducta oscilante de la dirigencia sindical es donde se inicia la crisis del concepto y su reflejo fáctico. El ejemplo precursor es de mediados de los 60 -lo que da cuenta de que el significado de lealtad no comenzó a modificarse con la muerte de Perón, sino antes-, cuando el líder de la CGT, Augusto Timoteo "Lobo" Vandor, con el fin de preservar el poder de los sindicatos, le prestó su apoyo al golpe de Estado de la autodenominada Revolución Argentina, encabezada por Juan Carlos Onganía. A este militar -autodeclarado antiperonista-, los propios sindicalistas lo habían escuchado decir: "esta Revolución finaliza con la muerte de Perón".
También puede considerarse desleal el silencio sindical de la CGT tres décadas después, durante el gobierno de Menem, en particular frente al inusual crecimiento de la tasa de desocupación . Y ni que hablar de la sanción y de la implementación de leyes como la de Flexibilización Laboral. "No existe para el peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan". ¿Otra "verdad",mancillada?
Hoy, pese a que durante años el 17 de octubre pasó inadvertido en su elocuente transcendencia, la importancia simbólica del traslado de los restos de Perón a la Quinta de San Vicente (donde vivió un tiempo tras su retorno del exilio) hace prever -aunque tímidamente- una vuelta del peronismo a sus fuentes.
En los últimos días se confirmó que Kirchner y su esposa, la senadora Cristina Fernández, encabezarán el acto que el martes se realizará en la Quinta para recordar el día en que nació el peronismo. No obstante, antes de haberse producido, este gesto del Gobierno es considerado por los analistas un acercamiento de tinte pragmático, útil para el oficialismo -que le dio vida al concepto de transversalidad- en medio de problemas políticos vinculados a la desaparición de Jorge Julio López y a las presiones de sectores relacionados con las Fuerzas Armadas.
A 61 años del nacimiento de una auténtica "república de masas" -como la define el historiador José Luis Romero, en "Las ideas políticas de la Argentina"-, que no pudo ser reemplazada con éxito por ninguna fórmula de gobierno, entre 1955 y 1973, el peronismo contemporáneo se halla desorientado y es víctima de una crisis de ideología, ocasionada, tal vez, por los propios justicialistas. Quizás les convendría dejar de lado los afiches alusivos y los actos vinculados al emblemático 17 de octubre e intentar, mediante conductas que se correspondan con su doctrina, hacer honor al legado de su líder.
En Tucumán, el clamor popular comenzó el 16
LA GACETA realizó una extensa cobertura de la destitución de Perón y de su liberación, conseguida a fuerza del clamor popular, tanto en la Capital Federal, como en Tucumán, donde la concentración de gente ya había comenzado el martes 16 de octubre 1945.
La edición del jueves 18 dedicó la tapa a los episodios centrales, ocurridos en Plaza de Mayo, y a lo sucedido en el país, y la página 7 a cronicar los acontecimientos que se registraron en esta ciudad y en el interior de la provincia. "Sería Repuesto el Ministerio Nacional que Renunció el 12", dice el titular de la portada del ejemplar número 12.397 de ocho páginas. El título está escrito en "cuerpo catástrofe", con mayúsculas y a ocho columnas en dos líneas. También, en todo el ancho de la página, la volanta especifica: "Farrell Anunció que el Gobierno no Pasará a la Corte".
Los hechos en Tucumán, en una extensa crónica, se consignan en un titular a tres columnas, arriba y hacia la izquierda de la página 7, que dice: "Se realizó ayer el mitin propugnando la libertad del ex vicepresidente". "Se realizó ayer en la plaza Independencia, en horas de la mañana, la anunciada concentración obrera organizada por la FOTIA para propugnar la libertad del ex vicepresidente, coronel Juan Perón," explica la nota.
La crónica consigna que, a la una de la madrugada del 17, habían partido desde Lules hacia esta capital los obreros del ingenio Mercedes, quienes a las 8 se concentraron en la avenida Colón; por esa arteria marcharon encolumnados hasta Mate de Luna, y de allí, al parque Avellaneda.
Lo más popular
