14 Octubre 2006
Cincuenta y cinco mujeres tucumanas pudieron armar sus negocios a través del proyecto de Mohammed Yunus, el padre y creador del Banco de los Pobres. Desde 2002, el gobierno nacional ha importado el modelo y lo institucionalizó a través del Ministerio de Desarrollo Social. Por esa vía llegó a Tucumán, donde muchas personas creativas, pero sin recursos, pudieron producir.
El programa se viabilizó en la provincia a través de varias ONG, con la operatoria del Centro Andino de Desarrollo, Investigación y Formación (CADIF). La Fundación Madre Teresa de Calcuta es una de esas ONG, y creó el Banco del Pueblo que funciona en San José.
“Es un orgullo que se haya premiado con el Nobel de la Paz al padre del programa Banco de Pobres. Es un aliciente para seguir trabajando y extendiendo la red, a fin de que las comunidades más pobres tengan acceso al crédito y al progreso”, dijo, la coordinadora del proyecto, Cecilia Córdoba.
Córdoba señaló que el programa está destinado a personas de bajos recursos que, teniendo un proyecto productivo sustentable, reciben apoyo de $500 para iniciarlo. Los beneficiarios de esta operatoria son mujeres (el programa de Yunus nació exclusivamente para mujeres debido a que en la India, la mujer está relegada social y laboralmente). La condición es que el emprendimiento sea sustentable; es decir que tenga continuidad y pueda dar ganancias. El dinero que reciben lo van devolviendo al banco en 24 cuotas. “No se les exige llenar papeles ni presentar documentación porque la idea es que no haya burocracia para dar garantía de accesibilidad”, detalló.
Los bancos también funcionan en capital (Asociación de Técnicos, Mutual Barrios del Sur, Fundación Samuel y Saquiel, y Parroquia San Pedro Nolasco) y en Alderetes. “Se busca promover la cultura del trabajo, rescatar el compromiso, la responsabilidad, y el valor de la palabra. De hecho no se pide otra garantía que la palabra”, contó.
En Argentina, el banco de pobres tiene 26 sedes. Se otorgaron más 3.000 microcréditos, con los que se beneficiaron 1.250 personas.
El programa se viabilizó en la provincia a través de varias ONG, con la operatoria del Centro Andino de Desarrollo, Investigación y Formación (CADIF). La Fundación Madre Teresa de Calcuta es una de esas ONG, y creó el Banco del Pueblo que funciona en San José.
“Es un orgullo que se haya premiado con el Nobel de la Paz al padre del programa Banco de Pobres. Es un aliciente para seguir trabajando y extendiendo la red, a fin de que las comunidades más pobres tengan acceso al crédito y al progreso”, dijo, la coordinadora del proyecto, Cecilia Córdoba.
Córdoba señaló que el programa está destinado a personas de bajos recursos que, teniendo un proyecto productivo sustentable, reciben apoyo de $500 para iniciarlo. Los beneficiarios de esta operatoria son mujeres (el programa de Yunus nació exclusivamente para mujeres debido a que en la India, la mujer está relegada social y laboralmente). La condición es que el emprendimiento sea sustentable; es decir que tenga continuidad y pueda dar ganancias. El dinero que reciben lo van devolviendo al banco en 24 cuotas. “No se les exige llenar papeles ni presentar documentación porque la idea es que no haya burocracia para dar garantía de accesibilidad”, detalló.
Los bancos también funcionan en capital (Asociación de Técnicos, Mutual Barrios del Sur, Fundación Samuel y Saquiel, y Parroquia San Pedro Nolasco) y en Alderetes. “Se busca promover la cultura del trabajo, rescatar el compromiso, la responsabilidad, y el valor de la palabra. De hecho no se pide otra garantía que la palabra”, contó.
En Argentina, el banco de pobres tiene 26 sedes. Se otorgaron más 3.000 microcréditos, con los que se beneficiaron 1.250 personas.
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