14 Septiembre 2006
El equipamiento tradicional de un ingenio no sería suficiente como para que una fábrica de este tipo pueda generar energía eléctrica durante la zafra para aportar al sistema interconectado. Las industrias deberían afrontar importantes inversiones para adaptarse al esquema que les propuso esta semana la Secretaría de Energía de la Nación.
Este organismo estudia -junto a la Estación Experimental- la posibilidad de que los ingenios tucumanos provean de electricidad a la red, en un negocio que sería alternativo al que desarrollan las fábricas azucareras.
La propuesta apunta a que estas industrias quemen residuos como bagazo o maloja -proyecto que estudia la Experimental-, de manera de generar energía y de disminuir la contaminación por quema de caña.
Según expertos consultados por LA GACETA, la instalación de una usina eléctrica a vapor nueva en un ingenio puede costar hasta U$S 1 millón el megavatio, mientras que una que funciona a turbina vale U$S 700.000 el megavatio. En caso de tratarse de una usina combinada con ambos sistemas, el precio podría rondar los U$S 800.000 el megavatio. De esa forma, con una planta a vapor generadora de 10 megavatios por día, la inversión rondaría los U$S 10 millones. "Obviamente, el monto a desembolsar dependerá de la potencia que se quiera instalar", remarcó una fuente. Otro especialista sostuvo que el mismo equipamiento podría ser comprado ya con uso y reparado a nuevo, con lo cual el costo bajaría en un 50%.
Otro aspecto que deberían contemplar los ingenios es la necesidad de invertir en nuevas calderas para proporcionar la presión necesaria en los nuevos equipos de generación de electricidad.
El secretario de Energía de la Nación, Daniel Cameron, dejó en claro que, de ser viable el proyecto, los ingenios contarán con todo el apoyo del Gobierno, el cual incluye subsidios transitorios, y con financiación del Banco Nación.
Este organismo estudia -junto a la Estación Experimental- la posibilidad de que los ingenios tucumanos provean de electricidad a la red, en un negocio que sería alternativo al que desarrollan las fábricas azucareras.
La propuesta apunta a que estas industrias quemen residuos como bagazo o maloja -proyecto que estudia la Experimental-, de manera de generar energía y de disminuir la contaminación por quema de caña.
Según expertos consultados por LA GACETA, la instalación de una usina eléctrica a vapor nueva en un ingenio puede costar hasta U$S 1 millón el megavatio, mientras que una que funciona a turbina vale U$S 700.000 el megavatio. En caso de tratarse de una usina combinada con ambos sistemas, el precio podría rondar los U$S 800.000 el megavatio. De esa forma, con una planta a vapor generadora de 10 megavatios por día, la inversión rondaría los U$S 10 millones. "Obviamente, el monto a desembolsar dependerá de la potencia que se quiera instalar", remarcó una fuente. Otro especialista sostuvo que el mismo equipamiento podría ser comprado ya con uso y reparado a nuevo, con lo cual el costo bajaría en un 50%.
Otro aspecto que deberían contemplar los ingenios es la necesidad de invertir en nuevas calderas para proporcionar la presión necesaria en los nuevos equipos de generación de electricidad.
El secretario de Energía de la Nación, Daniel Cameron, dejó en claro que, de ser viable el proyecto, los ingenios contarán con todo el apoyo del Gobierno, el cual incluye subsidios transitorios, y con financiación del Banco Nación.
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