23 Agosto 2006
MENDOZA.- El vicegobernador de Mendoza, Juan Carlos Jalif, cuestionó que se haya judicializado el caso de la joven discapacitada que resultó embarazada como consecuencia de una violación, poco antes de que la Corte Suprema de Justicia de la provincia resolviera autorizar a que se practique la intervención médica en este caso.
“Es un tema que la ley prevé y por lo tanto es simple y sencillo de resolver”, dijo Jalif, y agregó que no hay cuestiones de interpretación. “El Código Penal es claro. Se ha tergiversado el análisis que se hace de esta situación, porque la ley permite que en estos casos un médico actúe para interrumpir el embarazo”, añadió Jalif.
Los jueces de la Corte Suprema de Justicia provincial, Aida Kemelmajer y Claudio Romano, resolvieron que deben ser los médicos los que determinen si es posible realizar el aborto a la joven de 25 años, embarazada de 12 semanas.
La Cámara Civil y Comercial de Mendoza había dispuesto el lunes la suspensión del aborto, autorizado inicialmente por el juez de familia Germán Ferrer, al aceptar un recurso de amparo presentado el viernes por la Organización no Gubernamental católica AVIM.
El gobernador mendocino, Julio Cobos, quien se había declarado antiabortista el domingo, afirmó que “respeta” la decisión y puso a disposición el sistema de salud pública. La madre de la joven, Ana Rosa Cazzoli, dijo que nunca fue partidaria del aborto. “Este es un caso especial. Tengo a mi hija mayor que a los 15 años fue mamá y todos contentos, no tuvo problemas”. añadió. “Aparte de ser epiléptica, ella tiene otro síndrome que complica su salud. Ella no tiene noción de lo que le pasa, ella sólo sabe que se llama Claudia”, explicó.
Cazzoli fue interceptada ayer por militantes de VITAM que buscaron explicarle los fundamentos del recurso judicial interpuesto para impedir el aborto, pero ella se negó a escuchar. “No quiero que me molesten más, no quiero que se me acerquen y déjenme en paz”, les pidió a las mujeres que la interceptaron en el aeropuerto, cuando se disponía a viajar hacia Buenos Aires. “Ustedes no están ayudando a mi hija. Todo lo contrario. Por lo tanto voy a luchar por la vía legal, como corresponde. A ustedes les ruego que no se metan más”, dijo.
Su abogado, Dante Vega, afirmó que el temor de la madre es que la situación tome un cariz similar a la de Buenos Aires; es decir, que se empantane. (DyN, Télam y NA)
“Es un tema que la ley prevé y por lo tanto es simple y sencillo de resolver”, dijo Jalif, y agregó que no hay cuestiones de interpretación. “El Código Penal es claro. Se ha tergiversado el análisis que se hace de esta situación, porque la ley permite que en estos casos un médico actúe para interrumpir el embarazo”, añadió Jalif.
Los jueces de la Corte Suprema de Justicia provincial, Aida Kemelmajer y Claudio Romano, resolvieron que deben ser los médicos los que determinen si es posible realizar el aborto a la joven de 25 años, embarazada de 12 semanas.
La Cámara Civil y Comercial de Mendoza había dispuesto el lunes la suspensión del aborto, autorizado inicialmente por el juez de familia Germán Ferrer, al aceptar un recurso de amparo presentado el viernes por la Organización no Gubernamental católica AVIM.
El gobernador mendocino, Julio Cobos, quien se había declarado antiabortista el domingo, afirmó que “respeta” la decisión y puso a disposición el sistema de salud pública. La madre de la joven, Ana Rosa Cazzoli, dijo que nunca fue partidaria del aborto. “Este es un caso especial. Tengo a mi hija mayor que a los 15 años fue mamá y todos contentos, no tuvo problemas”. añadió. “Aparte de ser epiléptica, ella tiene otro síndrome que complica su salud. Ella no tiene noción de lo que le pasa, ella sólo sabe que se llama Claudia”, explicó.
Cazzoli fue interceptada ayer por militantes de VITAM que buscaron explicarle los fundamentos del recurso judicial interpuesto para impedir el aborto, pero ella se negó a escuchar. “No quiero que me molesten más, no quiero que se me acerquen y déjenme en paz”, les pidió a las mujeres que la interceptaron en el aeropuerto, cuando se disponía a viajar hacia Buenos Aires. “Ustedes no están ayudando a mi hija. Todo lo contrario. Por lo tanto voy a luchar por la vía legal, como corresponde. A ustedes les ruego que no se metan más”, dijo.
Su abogado, Dante Vega, afirmó que el temor de la madre es que la situación tome un cariz similar a la de Buenos Aires; es decir, que se empantane. (DyN, Télam y NA)
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