13 Julio 2006
ULTIMA PALABRA. Khoder negó el aumento y mira a otro lado. Los ediles esperan que Alperovich los oiga. ARCHIVO LA GACETA
Durante el desarrollo del Mundial de fútbol de Alemania, los 12 concejales de Banda del Río Salí decidieron realizar una sesión clave para las finanzas del municipio. Fue el 29 de junio, cuando los ediles acordaron aprobar un aumento de las asignaciones especiales en sus haberes. En esa votación unánime incluyeron también al resto de los funcionarios, tanto del Concejo Deliberante como de la Municipalidad.
En la ordenanza, que quedó registrada con el número 1.360, los concejales establecieron que la suba salarial fuera retroactiva al primer día de enero de este año. Además, determinaron que el pago de esas diferencias salariales (enero a julio) se efectúe en seis cuotas mensuales, iguales y consecutivas a partir de la liquidación del sueldo de julio.
La decisión elevaría el tope salarial de los concejales a $ 4.624 por mes.
El aumento de los haberes se fundamentó en base a la suba que fijó el gobernador José Alperovich en el ámbito provincial. El mandatario había firmado ese decreto el 17 de febrero de este año. A esa disposición, luego se adhirió la Municipalidad de la capital el 22 de junio, con la firma del concejal Ramón Santiago Cano que -en aquel momento- ejercía el cargo de intendente interino.
En el artículo segundo de la ordenanza, los ediles bandeños establecieron una sobreasignación especial para el intendente equivalente al 85% del aumento otorgado a los ministros del Poder Ejecutivo. Es decir que el tope salarial del jefe municipal alcanzaría los $ 5.440 mensuales.
La medida no modificaba los sueldos básicos de los concejales, ni de los funcionarios, que se mantienen inamovibles, pero en cambio establecía una sobreasignación especial remunerativa y no bonificable para alcanzar el nuevo tope salarial. Sin embargo, el intendente de esa ciudad Zacarías Khoder (PJ) decidió no avalar el aumento que habían dispuesto los ediles.
El jefe municipal argumentó su rechazo a la suba salarial en base a la clausula séptima del pacto social que compromete al municipio a no modificar el costo de la planta de personal.
El veto total del intendente se firmó el martes, pero se comunicó ayer a las 10.10 al Concejo Deliberante bandeño. El decreto de Khoder quedó registrado con el número 621.
El aumento salarial que habían aprobado los concejales se mantuvo, hasta ayer, en absoluta reserva en Banda del Río Salí. La decisión de mantener el hermetismo quedó demostrada ayer, cuando LA GACETA intentó conversar con los ediles.
Los únicos que respondieron a la consulta periodística fueron Ramón Antonio Radín y Hugo Miguel Soraire. El primero pretendió minimizar el impacto de la decisión. “Lo aprobamos para ajustarnos al decreto del Gobierno provincial, pero no vamos a cobrar ese aumento, porque no lo permite el pacto social. Sólo se hizo para que la diferencia salarial podamos cobrarla algún día”, afirmó.
Soraire, por su parte, admitió que el pacto social prohíbe otorgar un aumento, pero explicó que se votó en forma unánime a la espera de una decisión del Gobierno. “Acataremos lo que disponga la Provincia”, dijo, sin mencionar al intendente. Soraire había presidido la sesión del 29 de junio, y aseguró ayer a la tarde que esperaban una decisión del intendente Khoder respecto del aumento. Sin embargo, el veto del jefe municipal ya había sido comunicado oficialmente por la mañana.
La ordenanza 1.360, que consta de cinco artículos, faculta al Departamento Ejecutivo a efectuar las adecuaciones presupuestarias para habilitar el aumento salarial. En tanto, el veto municipal (decreto 621), que contiene cuatro artículos, rechaza la suba por considerar que altera “la teoría jurídica de los actos propios al mandar incumplir el pacto suscripto con la Provincia”.
El mutismo repercutió en la intendencia. Anoche, un colaborador de Khoder dijo que el funcionario no podía atender a LA GACETA, porque se encontraba en una reunión.
En la ordenanza, que quedó registrada con el número 1.360, los concejales establecieron que la suba salarial fuera retroactiva al primer día de enero de este año. Además, determinaron que el pago de esas diferencias salariales (enero a julio) se efectúe en seis cuotas mensuales, iguales y consecutivas a partir de la liquidación del sueldo de julio.
La decisión elevaría el tope salarial de los concejales a $ 4.624 por mes.
El aumento de los haberes se fundamentó en base a la suba que fijó el gobernador José Alperovich en el ámbito provincial. El mandatario había firmado ese decreto el 17 de febrero de este año. A esa disposición, luego se adhirió la Municipalidad de la capital el 22 de junio, con la firma del concejal Ramón Santiago Cano que -en aquel momento- ejercía el cargo de intendente interino.
En el artículo segundo de la ordenanza, los ediles bandeños establecieron una sobreasignación especial para el intendente equivalente al 85% del aumento otorgado a los ministros del Poder Ejecutivo. Es decir que el tope salarial del jefe municipal alcanzaría los $ 5.440 mensuales.
La medida no modificaba los sueldos básicos de los concejales, ni de los funcionarios, que se mantienen inamovibles, pero en cambio establecía una sobreasignación especial remunerativa y no bonificable para alcanzar el nuevo tope salarial. Sin embargo, el intendente de esa ciudad Zacarías Khoder (PJ) decidió no avalar el aumento que habían dispuesto los ediles.
El jefe municipal argumentó su rechazo a la suba salarial en base a la clausula séptima del pacto social que compromete al municipio a no modificar el costo de la planta de personal.
El veto total del intendente se firmó el martes, pero se comunicó ayer a las 10.10 al Concejo Deliberante bandeño. El decreto de Khoder quedó registrado con el número 621.
Hermetismo municipal por la mejora de sueldos
El aumento salarial que habían aprobado los concejales se mantuvo, hasta ayer, en absoluta reserva en Banda del Río Salí. La decisión de mantener el hermetismo quedó demostrada ayer, cuando LA GACETA intentó conversar con los ediles.
Los únicos que respondieron a la consulta periodística fueron Ramón Antonio Radín y Hugo Miguel Soraire. El primero pretendió minimizar el impacto de la decisión. “Lo aprobamos para ajustarnos al decreto del Gobierno provincial, pero no vamos a cobrar ese aumento, porque no lo permite el pacto social. Sólo se hizo para que la diferencia salarial podamos cobrarla algún día”, afirmó.
Soraire, por su parte, admitió que el pacto social prohíbe otorgar un aumento, pero explicó que se votó en forma unánime a la espera de una decisión del Gobierno. “Acataremos lo que disponga la Provincia”, dijo, sin mencionar al intendente. Soraire había presidido la sesión del 29 de junio, y aseguró ayer a la tarde que esperaban una decisión del intendente Khoder respecto del aumento. Sin embargo, el veto del jefe municipal ya había sido comunicado oficialmente por la mañana.
La ordenanza 1.360, que consta de cinco artículos, faculta al Departamento Ejecutivo a efectuar las adecuaciones presupuestarias para habilitar el aumento salarial. En tanto, el veto municipal (decreto 621), que contiene cuatro artículos, rechaza la suba por considerar que altera “la teoría jurídica de los actos propios al mandar incumplir el pacto suscripto con la Provincia”.
El mutismo repercutió en la intendencia. Anoche, un colaborador de Khoder dijo que el funcionario no podía atender a LA GACETA, porque se encontraba en una reunión.
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