22 Mayo 2006
El Gran San Miguel de Tucumán contará con una sola planta de clasificación, separación y transferencia de los residuos sólidos urbanos. El predio cerrado, que estará ubicado en San Felipe, tendrá capacidad para reemplazar a los otros dos centros previstos inicialmente por el Gobierno: uno en Los Pocitos y el otro en Alderetes.
El cambio en el Plan Estratégico Provincial para la Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos (Pepgirsu) fue recomendado por el Banco Mundial (BM), entidad que financia el proyecto. La decisión obedece, según confirmaron desde la Unidad Ejecutora, a cuestiones económicas, técnicas y operativas.
Con este giro, la intención es que la futura planta de San Felipe cubra la función que hubiesen tenido las otras dos. Es decir, tendrá que reunir capacidad suficiente para recibir más de 700 toneladas de residuos diarios. Precisamente, el proceso de licitación iniciado el 28 de abril por el Gobierno nacional estipula la firma de un contrato de diseño, construcción y operación de un centro de transferencia y de un predio de disposición final de la basura, que estará ubicado en Monte Redondo (Cruz Alta).
Precalificación
Inclusive, desde el miércoles rige el plazo para que las empresas interesadas adquieran los documentos con los requisitos de precalificación exigidos por el BM. La firma que resulte adjudicataria operará la planta durante 10 años.
“Se creyó conveniente, por razones económicas y técnicas, construir en un principio una sola planta, que tendrá capacidad para recibir hasta 1.000 toneladas diarias de residuos. El emplazamiento de las otras dos se analizará más adelante”, dijo el coordinador general de Pepgirsu, Jorge Malmierca.
El Plan Estratégico para el reciclaje de la basura en Tucumán prevé la zonificación de los municipios en tres consorcios. Con ello se pretende que las plantas de transferencia y de clasificación, en un principio la de San Felipe y luego las que se proyecten en el interior provincial, reemplacen los actuales basurales a cielo abierto -casi 150 en la provincia- por una estructura cerrada, que respete normas de higiene y de aireación.
Los municipios miembro de cada consorcio enviarán allí la basura diaria. En los centros y cooperativas de cartoneros clasificarán y separarán el material no orgánico (como plástico, vidrio o cartón). Los residuos descartados serán compactados y enviados hasta el sitio de disposición final.
El relleno sanitario será realizado en un predio de la Provincia que cuenta con más de 130 hectáreas. Precisamente, las autoridades de la Unidad Ejecutora son optimistas en cuanto al trabajo de disposición final que allí se realice. Aseguran que por las características del suelo y por la reducción del porcentaje de residuos que lleguen, Monte Redondo tendría una vida útil de entre 30 y 40 años.
El cambio en el Plan Estratégico Provincial para la Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos (Pepgirsu) fue recomendado por el Banco Mundial (BM), entidad que financia el proyecto. La decisión obedece, según confirmaron desde la Unidad Ejecutora, a cuestiones económicas, técnicas y operativas.
Con este giro, la intención es que la futura planta de San Felipe cubra la función que hubiesen tenido las otras dos. Es decir, tendrá que reunir capacidad suficiente para recibir más de 700 toneladas de residuos diarios. Precisamente, el proceso de licitación iniciado el 28 de abril por el Gobierno nacional estipula la firma de un contrato de diseño, construcción y operación de un centro de transferencia y de un predio de disposición final de la basura, que estará ubicado en Monte Redondo (Cruz Alta).
Precalificación
Inclusive, desde el miércoles rige el plazo para que las empresas interesadas adquieran los documentos con los requisitos de precalificación exigidos por el BM. La firma que resulte adjudicataria operará la planta durante 10 años.
“Se creyó conveniente, por razones económicas y técnicas, construir en un principio una sola planta, que tendrá capacidad para recibir hasta 1.000 toneladas diarias de residuos. El emplazamiento de las otras dos se analizará más adelante”, dijo el coordinador general de Pepgirsu, Jorge Malmierca.
Consorcios municipales
El Plan Estratégico para el reciclaje de la basura en Tucumán prevé la zonificación de los municipios en tres consorcios. Con ello se pretende que las plantas de transferencia y de clasificación, en un principio la de San Felipe y luego las que se proyecten en el interior provincial, reemplacen los actuales basurales a cielo abierto -casi 150 en la provincia- por una estructura cerrada, que respete normas de higiene y de aireación.
Los municipios miembro de cada consorcio enviarán allí la basura diaria. En los centros y cooperativas de cartoneros clasificarán y separarán el material no orgánico (como plástico, vidrio o cartón). Los residuos descartados serán compactados y enviados hasta el sitio de disposición final.
El relleno sanitario será realizado en un predio de la Provincia que cuenta con más de 130 hectáreas. Precisamente, las autoridades de la Unidad Ejecutora son optimistas en cuanto al trabajo de disposición final que allí se realice. Aseguran que por las características del suelo y por la reducción del porcentaje de residuos que lleguen, Monte Redondo tendría una vida útil de entre 30 y 40 años.
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