20 Mayo 2006
EN TRIBUNALES. El remisero Nieva (derecha) declaró el 17 de abril y dijo que el 26 de febrero no trabajó. LA GACETA / HECTOR PERALTA
La posibilidad de que Paulina Lebbos, su novio, César Soto y el remisero Diego Nieva -a quien la Policía de Raco le cambió la declaración- se hayan conocido, está siendo analizada por los investigadores. Esta hipótesis fue negada hasta el momento por el mismo Nieva y por Soto, que viven separados por unas 10 cuadras; el primero, en el barrio Lola Mora, y el segundo, en calle Estados Unidos al 1.200, detrás del parque 9 de Julio.
La versión se originó en las escuchas telefónicas que, desde los primeros días de marzo, ordenó la Justicia, tras el pedido del fiscal Alejandro Noguera, que por entonces tenía a su cargo la causa (luego fue separado por el ministro fiscal Luis de Mitri, quien se la envió al fiscal Carlos Albaca). En esas escuchas, cuya transcripción está en manos de la Justicia, una mujer, íntimamente relacionada con Lebbos, le habría dicho a un hombre, también del entorno de la estudiante, que Paulina iba con asiduidad junto a Soto al barrio Lola Mora, a ver a Nieva. El remisero conduce un Fiat Duna rojo similar al que describió Virginia Mercado, la amiga de Paulina, como el auto al que ambas subieron la mañana del 26 de febrero, tras salir de un bar del Abasto.
Tres pasadas
En las planillas de control que realiza la Policía en el acceso a Raco se advierte que el auto de Nieva pasó por la ruta 341 tres veces ese día, aunque él, en sede judicial, lo negó, y advirtió que estaban tratando de involucrarlo en el caso. Tres policías están acusados por falsedad ideológica, por haber modificado los dichos de Nieva. Ellos son el comisario Enrique García, quien era el titular de la comisaría de Raco; el oficial Manuel Yapura y el suboficial Roberto Lencina. Según trascendió, García analiza la posibilidad de solicitar que le tomen una ampliación de declaración en los próximos días, en la que intentaría explicar por qué se cometieron distintas irregularidades en el marco de la causa.
Nieva, en el testimonio que prestó el lunes 17 de abril ante Noguera, repitió que no conocía a Lebbos ni a nadie de su familia, incluyendo a Soto. Aseguró también que no conoce a Gustavo “El Gordo” González, uno de los líderes de la barra brava de Atlético Tucumán, a quien en cierto momento se vinculó a Soto.
Intervenidos
Las escuchas telefónicas le dieron un nuevo impulso a la causa, ya que varias de las personas que están nombradas en el expediente fueron grabadas sin que lo supieran, mientras hablaban del caso y aportaban distintos datos. La Justicia había ordenado que se intervinieran tanto teléfonos fijos como celulares. En ese sentido, aún deben hacerse entrecruzamientos telefónicos para determinar quiénes de las personas investigadas hablaron entre sí antes de la desaparición de Paulina. Este trabajo lo realizará personal especializado de la Policía Federal. El fiscal Albaca está analizando el material, para saber a cuál de ellas llama primero a declarar. Mientras tanto, espera el informe pericial que le remitió personal de Gendarmería Nacional desde Buenos Aires, que estará en sus manos el lunes.
La versión se originó en las escuchas telefónicas que, desde los primeros días de marzo, ordenó la Justicia, tras el pedido del fiscal Alejandro Noguera, que por entonces tenía a su cargo la causa (luego fue separado por el ministro fiscal Luis de Mitri, quien se la envió al fiscal Carlos Albaca). En esas escuchas, cuya transcripción está en manos de la Justicia, una mujer, íntimamente relacionada con Lebbos, le habría dicho a un hombre, también del entorno de la estudiante, que Paulina iba con asiduidad junto a Soto al barrio Lola Mora, a ver a Nieva. El remisero conduce un Fiat Duna rojo similar al que describió Virginia Mercado, la amiga de Paulina, como el auto al que ambas subieron la mañana del 26 de febrero, tras salir de un bar del Abasto.
Tres pasadas
En las planillas de control que realiza la Policía en el acceso a Raco se advierte que el auto de Nieva pasó por la ruta 341 tres veces ese día, aunque él, en sede judicial, lo negó, y advirtió que estaban tratando de involucrarlo en el caso. Tres policías están acusados por falsedad ideológica, por haber modificado los dichos de Nieva. Ellos son el comisario Enrique García, quien era el titular de la comisaría de Raco; el oficial Manuel Yapura y el suboficial Roberto Lencina. Según trascendió, García analiza la posibilidad de solicitar que le tomen una ampliación de declaración en los próximos días, en la que intentaría explicar por qué se cometieron distintas irregularidades en el marco de la causa.
Nieva, en el testimonio que prestó el lunes 17 de abril ante Noguera, repitió que no conocía a Lebbos ni a nadie de su familia, incluyendo a Soto. Aseguró también que no conoce a Gustavo “El Gordo” González, uno de los líderes de la barra brava de Atlético Tucumán, a quien en cierto momento se vinculó a Soto.
Intervenidos
Las escuchas telefónicas le dieron un nuevo impulso a la causa, ya que varias de las personas que están nombradas en el expediente fueron grabadas sin que lo supieran, mientras hablaban del caso y aportaban distintos datos. La Justicia había ordenado que se intervinieran tanto teléfonos fijos como celulares. En ese sentido, aún deben hacerse entrecruzamientos telefónicos para determinar quiénes de las personas investigadas hablaron entre sí antes de la desaparición de Paulina. Este trabajo lo realizará personal especializado de la Policía Federal. El fiscal Albaca está analizando el material, para saber a cuál de ellas llama primero a declarar. Mientras tanto, espera el informe pericial que le remitió personal de Gendarmería Nacional desde Buenos Aires, que estará en sus manos el lunes.
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