13 Mayo 2006
Medios internacionales difundieron a través de sus sitios de internet la imagen de Evangelina Carrozzo como noticia principal durante la jornada de ayer. Entre los medios que dieron cuenta de la inusual protesta estuvieron los españoles “El País”, “El Mundo”, “ABC” y “La Vanguardia”. También medios de EEUU, como el “Washington Post” y “CNN”, y el chileno “La Nación” difundieron la información. La noticia fue tema obligado en los medios uruguayos y argentinos, y tuvo una fuerte repercusión en diarios de toda América Latina.
Los servidores de LA GACETA On Line estuvieron ayer a punto de colapsar. Apenas se publicó la información de que “La reina de Gualeguaychú sacudió la cumbre de Viena”, a las 9.20, cientos de lectores comenzaron a ingresar simultáneamente a nuestro sitio, en el que se anunciaba además una galería de imágenes sobre el insólito suceso. Lo mismo les ocurrió a los diarios más importantes del país y del mundo, algunos de los cuales tuvieron que “bajarse” de la red por unos minutos, mientras que en otras páginas el ingreso se tornó muy lento debido al intenso tráfico. Con idéntico impacto, la noticia invadió el resto de los medios electrónicos (radios y TV) y así en pocos minutos las fotos de la bella Evangelina Carrozzo, con su diminuta bikini, recorrieron el mundo.
Según una encuesta callejera realizada por LA GACETA, los tucumanos vieron con buenos ojos la particular protesta protagonizada por Greenpeace en Viena. “Creo que se hizo para llamar la atención de todo el mundo y lo lograron. Es una demostración más para que las autoridades solucionen de una vez el tema”, dijo Aída Núñez de Lezcano, empleada de comercio.
Juan Ignacio Romero, adicionista de un bar, comentó: “está bien. Todo el mundo va a saber qué pasa; se logró globalizar un tema preocupante para la gente de nuestro país. Fue un buen aporte”. Augusto Fernández, empleado de comercio, agregó: “fue excelente, porque se trató de una demostración de audacia y coraje que muchas veces nos falta a los argentinos”.
Está en prácticamente todo el mundo y sus campañas nunca pasan inadvertidas, ya sea por ocurrentes, por el impacto que provocan o por la metodología radical que utilizan. La organización internacional ambientalista Greenpeace nació en 1971, en Canadá. Un grupo de activistas antinucleares canadienses formó una pequeña organización llamada Don’t make a wave (“No hagas olas”). Esta agrupación protestaba contra las pruebas nucleares que EEUU realizaba en el archipiélago de Amchitka (Alaska). El nombre del grupo hacía referencia a la posibilidad de que, al ser una zona sísmicamente inestable, las pruebas atómicas que allí se realizaban pudiesen provocar un maremoto.
Después de llevar a cabo otro tipo de iniciativas, decidieron por fin fletar un viejo pesquero, el Phillys Cormack, y viajar con él a la zona donde debía tener lugar la prueba nuclear, para impedir con su presencia física que la bomba fuese explosionada. Para este viaje, rebautizaron al barco con un nuevo nombre, que resumía la filosofía del grupo: Greenpeace, “Queremos paz, y queremos que sea verde”, manifestaba uno de los tripulantes a la prensa antes de zarpar de Vancouver (Canadá) para dirigirse a Amchitka. En los años que siguieron, distintos grupos independientes, sin ninguna conexión entre sí, tomaron el nombre de Greenpeace en Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia. La formación de Greenpeace en el viejo continente fue una fuerza determinante, que permitió unir a todos los grupos existentes en el mundo bajo ese nombre y crear, en 1978, Greenpeace Internacional. La primera oficina del grupo abierta en un país en vías de desarrollo fue Greenpeace Argentina, en 1987. La organización sustenta su actividad con donaciones.
En el Noroeste, la organización realizó diversas campañas. Las dos últimas tuvieron lugar en Salta: una, para evitar que el Estado vendiera tierras selváticas y vírgenes en Pizarro y la más reciente fue en Tartagal, para evitar el desmonte que provocó inundaciones en esa ciudad. Un tucumano que integra la organización, Daniel Rizotti, protagonizó un escándalo cuando se encadenó a un barco petrolero para evitar que zarpara de un puerto.
Se saturaron los sitios web
Los servidores de LA GACETA On Line estuvieron ayer a punto de colapsar. Apenas se publicó la información de que “La reina de Gualeguaychú sacudió la cumbre de Viena”, a las 9.20, cientos de lectores comenzaron a ingresar simultáneamente a nuestro sitio, en el que se anunciaba además una galería de imágenes sobre el insólito suceso. Lo mismo les ocurrió a los diarios más importantes del país y del mundo, algunos de los cuales tuvieron que “bajarse” de la red por unos minutos, mientras que en otras páginas el ingreso se tornó muy lento debido al intenso tráfico. Con idéntico impacto, la noticia invadió el resto de los medios electrónicos (radios y TV) y así en pocos minutos las fotos de la bella Evangelina Carrozzo, con su diminuta bikini, recorrieron el mundo.
Aval de los tucumanos
Según una encuesta callejera realizada por LA GACETA, los tucumanos vieron con buenos ojos la particular protesta protagonizada por Greenpeace en Viena. “Creo que se hizo para llamar la atención de todo el mundo y lo lograron. Es una demostración más para que las autoridades solucionen de una vez el tema”, dijo Aída Núñez de Lezcano, empleada de comercio.
Juan Ignacio Romero, adicionista de un bar, comentó: “está bien. Todo el mundo va a saber qué pasa; se logró globalizar un tema preocupante para la gente de nuestro país. Fue un buen aporte”. Augusto Fernández, empleado de comercio, agregó: “fue excelente, porque se trató de una demostración de audacia y coraje que muchas veces nos falta a los argentinos”.
Greenpeace se moviliza en todo el mundo
Está en prácticamente todo el mundo y sus campañas nunca pasan inadvertidas, ya sea por ocurrentes, por el impacto que provocan o por la metodología radical que utilizan. La organización internacional ambientalista Greenpeace nació en 1971, en Canadá. Un grupo de activistas antinucleares canadienses formó una pequeña organización llamada Don’t make a wave (“No hagas olas”). Esta agrupación protestaba contra las pruebas nucleares que EEUU realizaba en el archipiélago de Amchitka (Alaska). El nombre del grupo hacía referencia a la posibilidad de que, al ser una zona sísmicamente inestable, las pruebas atómicas que allí se realizaban pudiesen provocar un maremoto.
Después de llevar a cabo otro tipo de iniciativas, decidieron por fin fletar un viejo pesquero, el Phillys Cormack, y viajar con él a la zona donde debía tener lugar la prueba nuclear, para impedir con su presencia física que la bomba fuese explosionada. Para este viaje, rebautizaron al barco con un nuevo nombre, que resumía la filosofía del grupo: Greenpeace, “Queremos paz, y queremos que sea verde”, manifestaba uno de los tripulantes a la prensa antes de zarpar de Vancouver (Canadá) para dirigirse a Amchitka. En los años que siguieron, distintos grupos independientes, sin ninguna conexión entre sí, tomaron el nombre de Greenpeace en Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia. La formación de Greenpeace en el viejo continente fue una fuerza determinante, que permitió unir a todos los grupos existentes en el mundo bajo ese nombre y crear, en 1978, Greenpeace Internacional. La primera oficina del grupo abierta en un país en vías de desarrollo fue Greenpeace Argentina, en 1987. La organización sustenta su actividad con donaciones.
En el Noroeste, la organización realizó diversas campañas. Las dos últimas tuvieron lugar en Salta: una, para evitar que el Estado vendiera tierras selváticas y vírgenes en Pizarro y la más reciente fue en Tartagal, para evitar el desmonte que provocó inundaciones en esa ciudad. Un tucumano que integra la organización, Daniel Rizotti, protagonizó un escándalo cuando se encadenó a un barco petrolero para evitar que zarpara de un puerto.
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