13 Mayo 2006
¿Puede una mujer hermosa frenar un conflicto en el que la diplomacia parece haber perdido las primeras batallas? La irrupción de la entrerriana Evangelina Carrozzo en una reunión de mandatarios en Viena pidiendo que no contaminen el río y rompiendo el hielo diplomático que se ha establecido entre dos países hermanos es una muestra del ingenio argentino. Y sólo el tiempo dirá si genera efectos de largo alcance, o si fue sólo una simpática nota de acción directa bajo el sello de la organización ecologista Greenpeace. Esa es la impresión unánime de especialistas en mediación, en comunicación y en imagen consultados por LA GACETA a propósito de esta suerte de “antiHelena de Troya”. Desde las Organizaciones de la Sociedad Civil, el efecto que generó la entrerriana (como “ariete” de Greenpeace) sirve para debatir sobre “el rol y el método ” de esos organismos.
“La idea de que algunas ONG ‘denunciantes’ podamos sacar sonrisas a figuras institucionales en ciertos conflictos es novedosa y positiva, incluso para las organizaciones. La experiencia nos indica que nuestro rol y las acciones para cumplir con él (nuestro método) no siempre caen bien y esto nos hace dudar de cómo debemos encarar nuestro trabajo. ¿Será que causa enojo el rol o sólo el método? Un buen punto de partida es definirnos como un sector de la sociedad que en muchos casos atiende necesidades puntuales de una población (seguramente genera sonrisas) pero que además debe trabajar de cara al Estado. Las organizaciones vemos al Estado como un destinatario de nuestro trabajo, con el cual se generan diálogo y propuestas, pero también crítica constructiva, control e incluso la denuncia (extremo éste que seguramente genera rechazo), opinó la abogada Lourdes Bascary, de Andhes.
Según Jorge Luengo, fotógrafo de la productora de Marcelo Tinelli “Ideas del Sur”, la aparición de la joven entrerriana es coherente con el derrotero argentino más reciente. “Cada argentino busca la forma más ingeniosa de protestar: eso está de moda en el país, y sería interesante saber si la chica, la modelo, fue inducida por Greenpeace, o si fue por convicción propia, porque las modelos siempre buscan la exposición pública sin tomar conciencia de hasta dónde puede repercutir su imagen. Los argentinos somos ingeniosos para todo: es un golpe de efecto, porque cumple con el objetivo de llamar la atención. De todos modos, aquí no hay un desnudo sino un cuerpo que, en su vestimenta, denuncia su origen. Creo que es una forma de protestar diferente, justa. De Greenpeace se puede esperar eso y cosas más fuertes”, opinó. La abogada María Victoria Herrera de López Guzmán (docente UNT -Unsta) observa que la reina del Carnaval entrerriano, con su cuerpo ligero en ropas acaparando la escena global, aunque bienvenida, no puede ser considerada como una herramienta de mediación, porque es parte en el conflicto y no es neutral.
Eso sí, la intervención de entrerriana sí puede ser “leída” desde la Teoría de la Comunicación de Paul Watzlawick. “Aquí hubo un acto de humor, que puede hacer cambiar situaciones. Watzlawick habla del “cambio” que viene de lo inesperado, de aquello que se sale de la lógica y reestructura la situación , pasándola a otro contexto. Este es un hecho inesperado. Y por suerte no es una bomba. O es una bomba (risas) pero no letal, y podría ayudar a descomprimir el conflicto”.
“La idea de que algunas ONG ‘denunciantes’ podamos sacar sonrisas a figuras institucionales en ciertos conflictos es novedosa y positiva, incluso para las organizaciones. La experiencia nos indica que nuestro rol y las acciones para cumplir con él (nuestro método) no siempre caen bien y esto nos hace dudar de cómo debemos encarar nuestro trabajo. ¿Será que causa enojo el rol o sólo el método? Un buen punto de partida es definirnos como un sector de la sociedad que en muchos casos atiende necesidades puntuales de una población (seguramente genera sonrisas) pero que además debe trabajar de cara al Estado. Las organizaciones vemos al Estado como un destinatario de nuestro trabajo, con el cual se generan diálogo y propuestas, pero también crítica constructiva, control e incluso la denuncia (extremo éste que seguramente genera rechazo), opinó la abogada Lourdes Bascary, de Andhes.
Según Jorge Luengo, fotógrafo de la productora de Marcelo Tinelli “Ideas del Sur”, la aparición de la joven entrerriana es coherente con el derrotero argentino más reciente. “Cada argentino busca la forma más ingeniosa de protestar: eso está de moda en el país, y sería interesante saber si la chica, la modelo, fue inducida por Greenpeace, o si fue por convicción propia, porque las modelos siempre buscan la exposición pública sin tomar conciencia de hasta dónde puede repercutir su imagen. Los argentinos somos ingeniosos para todo: es un golpe de efecto, porque cumple con el objetivo de llamar la atención. De todos modos, aquí no hay un desnudo sino un cuerpo que, en su vestimenta, denuncia su origen. Creo que es una forma de protestar diferente, justa. De Greenpeace se puede esperar eso y cosas más fuertes”, opinó. La abogada María Victoria Herrera de López Guzmán (docente UNT -Unsta) observa que la reina del Carnaval entrerriano, con su cuerpo ligero en ropas acaparando la escena global, aunque bienvenida, no puede ser considerada como una herramienta de mediación, porque es parte en el conflicto y no es neutral.
Eso sí, la intervención de entrerriana sí puede ser “leída” desde la Teoría de la Comunicación de Paul Watzlawick. “Aquí hubo un acto de humor, que puede hacer cambiar situaciones. Watzlawick habla del “cambio” que viene de lo inesperado, de aquello que se sale de la lógica y reestructura la situación , pasándola a otro contexto. Este es un hecho inesperado. Y por suerte no es una bomba. O es una bomba (risas) pero no letal, y podría ayudar a descomprimir el conflicto”.
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