"El jorobado habla de la libertad interna, que es lo esencial del hombre. Es indudable que hay cosas que siempre serán necesarias: hablar de la libertad, de la bondad, de la ética, del amor y de las buenas costumbres... Estos temas no tienen época o un momento determinado, y en la obra se revalorizan estas cosas que son para siempre. Creo que se hace pensar al público en todo esto", le dijo Mahler a LA GACETA mediante una conversación telefónica.
El creador, tras indicar que se trata de una reposición del texto que se estrenó en 1993, explicó que se apostó ahora a un vestuario nuevo. "Además, se le agregaron temas musicales y hay una concepción visual distinta. Siempre en las reposiciones hay agregados que son importantes", dijo.
Mahler, que comparte con sus hijos los recitales de los metaleros "Rata Blanca", indicó: "toda la música en sí tiene algo para decir; la clásica te da algo que no te da el rock, y el rock da algo que no da la clásica. En mi caso, necesito de todo para alimentarme con variedad, porque no se puede comer únicamente pescado todos los días". El músico no estará presente en las funciones en esta ciudad, porque la compañía estrena mañana una nueva pieza, "El gato con botas".
- ¿La comedia musical goza de buena salud en el país?
- Es un género que ha cautivado adeptos a partir de 1991, cuando con Cibrián estrenamos "Drácula". Ha despertado mucha pasión, porque, por lo general, son historias de amor que permiten que el espectador se identifique inmediatamente. Venimos haciendo esto desde hace 15 años, y hay una confianza del público, que ya ha visto "Drácula", "Calígula", "Dorian Gray, el retrato" y "El fantasma de Canterville", entre otras. En un musical la gente sabe que hay buenos vestuarios y buenos cantantes, un despliegue de escenografía y sonido, además de los efectos especiales. Los espectadores van a ver algo completo; por eso, la gente la elige, sabiendo que no es una chantada sino una propuesta seria.
- En esta reposición de "El Jorobado de París" fue reemplazado el actor Juan Rodó.
- Lo que la gente va a ver es un musical de Cibrián y de Mahler. Artistas como Juan Rodó o Cecilia Milone pueden dar un valor agregado, es verdad; pero ahora se encontrarán con un actor que está a la altura de lo mejor que podemos brindar. Luis Blanco viene trabajando hace mucho con nosotros y tiene una voz espectacular; la gente no va a extrañar a Juan Rodó, lo aseguro.
- ¿Cómo es el proceso de creación de la obra? ¿Primero se trabaja con el texto y luego con la música, o a la inversa?
- Hay un guión con algunas ideas de lo que va a suceder en distintas escenas. A partir de ahí, con Cibrián se escribe la música y la letra juntas. Nadie está atado a nada; no hay algo primero que lo otro. Y ya estamos acostumbrados a trabajar de esta manera; me inspira crear lo que se va a ver, y en ese camino me gusta la interacción que tenemos con Pepe. En cuanto a mi proceso, cada personaje te sugiere una melodía determinada: por ejemplo, me siento Quasimodo a la hora de escribir la música de una de las escenas.