El remisero Cruzado vuelve a declarar en Tribunales

El remisero Cruzado vuelve a declarar en Tribunales

El testimonio del chofer que asegura haber dejado a Lebbos cerca de la casa del novio es fundamental. Un dato clave para los ex comisarios.

08 Mayo 2006
Sus palabras serán fundamentales para darle crédito o no a una de las versiones que maneja un grupo de investigadores. Ante un caso tan complejo como el de la muerte de Paulina Lebbos, siempre lo mejor es dudar. Es por eso que el hecho de que la figura del remisero Juan Pedro Cruzado, a quien cuando la causa estaba en manos de otro fiscal se lo había dejado de lado, ahora se transforme en relevante es, cuanto menos, extraño.
El fiscal Carlos Albaca, que está frente de la pesquisa desde que se separó al fiscal Alejandro Noguera el 19 de abril, espera poder escuchar el testimonio de Cruzado entre hoy y mañana. El hombre, quien asegura haber sido la persona que el 26 de febrero trasladó desde la zona del ex Abasto a Paulina y a su amiga Virginia Mercado, ya declaró tres veces en la causa. Pero nunca le creyeron. Incluso, seguido por varios policías, le hicieron reconstruir el recorrido que, según él, realizó esa mañana desde la esquina del pasaje Gutiérrez y Alem hasta calle La Rioja al 400, donde habría descendido Mercado, y desde allí hasta Cuba al 1.200, a cuatro cuadras del lugar al que se dirigía Lebbos, en EE. UU. al 1.200, donde vive el novio, César Soto.
Según la Justicia, la versión del remisero, que conducía un Fiat Duna bordó, patente BYA-587, fue desvirtuada por los mismos policías. Cruzado, además de declarar respecto de un destino distinto, aunque parecido, en cuanto al lugar al que iba Paulina, afirmó que ella estaba vestida con un pantalón jean, cuando todos dicen que llevaba una pollera (esa prenda tenía puesta cuando descubrieron el cadáver el 11 de marzo a la vera de la ruta 341 en Tapia), y además dijo que, a pesar de haber visto las fotos, no podía reconocer a sus pasajeras.
Hace una semana, Cruzado contó a LA GACETA que la joven que sería Lebbos estaba tranquila, y que no daba la sensación de haber estado ebria. "Le dije por donde íbamos a ir, y ella conocía bien el camino", advirtió. "¿No se podría haber bajado por equivocación en Cuba al 1.200, en vez de EE. UU. al 1.200?", se le preguntó. "No. Ella estaba segura. Es más, cuando íbamos por Cuba, me dijo ?pare y déjeme aquí?, en medio de la calle. Me pareció raro, pero era lo que ella quería y ahí se bajó", recordó Cruzado. Cuando él dio esta versión, la Policía preguntó en la zona si alguien había visto a la joven, pero nadie dio una respuesta positiva.
Pero según los tres ex comisarios Alfredo Jiménez, Marcial Escobar y Luis Santana, Cruzado es una figura clave. En el informe que le elevaron al fiscal Albaca aseguran que él fue quien llevó a las jóvenes, y advirtieron que podría estar vinculado con el caso, hecho que fue desmentido por Cruzado.PEl viernes se secuestró otra vez el auto del remisero, y el de su hermana, otro Fiat Duna rojo. El vehículo de Cruzado tiene los guardabarros con pintura antióxido, ya que, según él, sufrió un accidente. Por ello hizo una denuncia en la seccional 3a, pocos días después de que desapareció Paulina. Pero en el informe, los comisarios dejan constancia de que el auto en realidad podría haber sido camuflado.

Llega un informe nacional

El informe realizado por Gendarmería Nacional sobre el crimen de Paulina Lebbos llegará esta semana a manos del fiscal Carlos Albaca. Según trascendió, al parecer los peritos no pudieron determinar fehacientemente la causa de la muerte. Y esto se debería a que en la segunda autopsia que realizaron los gendarmes, no se examinó la traquea. En la primera autopsia, en la que el cuerpo médico forense determinó que Paulina fue estrangulada, la tráquea había sido extraída y había quedado separada en una bolsa dentro del féretro.
Por otro lado, mañana a las 19, en la marcha que se realiza para reclamar por el esclarecimiento del crimen de Paulina estará presente Juan Carlos Blumberg, el padre de Axel, el joven al que secuestraron y asesinaron en Buenos Aires. El empresario, que se convirtió en un emblema de la lucha contra la inseguridad, apoyará a la familia de Lebbos.