07 Mayo 2006
A escasos días del inicio de la zafra tucumana, el sector azucarero argentino puso en evidencia una situación que amenaza con romper el delicado equilibrio que significa mantener abastecido el mercado interno a precios estables, para no conspirar contra las acciones nacionales que apuntan a detener la marcha de la inflación. La denuncia formulada por el presidente del Centro Azucarero Argentino, Jorge Zorreguieta, de que preocupa el contrabando de azúcar a Paraguay y posiblemente también a Bolivia, demuestra que no se puede forzar al mercado a que actúe según decisiones caprichosas. El acuerdo que el Gobierno nacional exigió que firmen los principales ingenios del país para que el azúcar se venda durante un año a no más de $ 0,85 vagón ingenio, mientras que en el mercado externo se pagan valores de hasta $ 1,50 por kilo, lleva a que se produzcan acciones delictivas, como es la venta ilegal de azúcar en el exterior.
La situación es complicada y pone al sector azucarero en un cerrojo, que le impide mejorar sus ingresos, ya que no se puede subir los precios en el mercado interno ni se pueden aprovechar las excelentes condiciones que presenta la plaza internacional para exportar. El principal temor es la reacción que podría adoptar el Gobierno nacional si es que aumenta el precio del producto por un exceso de exportaciones. Se temen medidas similares a las que sufrió el sector cárnico argentino, con subas en las retenciones a las exportaciones y luego directamente con la suspensión de las ventas externas de la carne por 180 días. El consultor de empresas y comercializador de azúcares Arquímedes Carrizo considera que la actividad azucarera y la provincia podría lograr una mejora en los ingresos en términos reales con una adecuada comercialización de la producción. "Para eso, el Gobierno debería diseñar una estrategia con el fin de que la Nación no interfiera tanto en la actividad y así los productores perciban los mejores ingresos actuales del mercado internacional", remarca. Frente a este planteo, el ministro de Desarrollo Productivo, José Manuel Paz, respondió que el Estado no es intervencionista, sino que se constituye en un facilitador de acciones para el desarrollo del sector azucarero.
El hecho de que Tucumán subsidie de alguna forma el consumo de azúcar del resto del país, al sostener un precio inferior al que fijaría el mercado, es reconocido por los factores azucareros en la intimidad, aunque no a la hora de exponerlo públicamente. En general, se sostiene que esta era una medida necesaria para combatir el alza en el costo de vida. "Se han acordado precios con el Gobierno para colaborar con la lucha contra la inflación", sostuvo el presidente del Centro Azucarero Argentino (CAA), Jorge Zorreguieta, quien aseguró que el convenio "se está cumpliendo y está andando muy bien".
Otro debate que eluden los azucareros es el que propicia la reciente sanción de la Ley de Biocombustibles, que podría ser muy provechosa para la actividad que cultiva caña de azúcar, de la cual se extrae alcohol que podría adicionarse a las naftas. Los argumentos para no mostrar demasiado interés en este proyecto van desde las pocas posibilidades que tiene el sector de ampliar su área cultivable, hasta la falta de certezas sobre las ventajas que otorga la nóvel ley.
La encrucijada en que se encuentra la actividad azucarera preocupa, pero a la vez demuestra el grado de responsabilidad que hoy poseen los factores azucareros, que pelean a diario para mantener el ordenamiento logrado luego de tantos años de trabajo y de esfuerzos. Las expectativas favorables sobre las posibilidades de la zafra 2006 son desbordantes.
La situación es complicada y pone al sector azucarero en un cerrojo, que le impide mejorar sus ingresos, ya que no se puede subir los precios en el mercado interno ni se pueden aprovechar las excelentes condiciones que presenta la plaza internacional para exportar. El principal temor es la reacción que podría adoptar el Gobierno nacional si es que aumenta el precio del producto por un exceso de exportaciones. Se temen medidas similares a las que sufrió el sector cárnico argentino, con subas en las retenciones a las exportaciones y luego directamente con la suspensión de las ventas externas de la carne por 180 días. El consultor de empresas y comercializador de azúcares Arquímedes Carrizo considera que la actividad azucarera y la provincia podría lograr una mejora en los ingresos en términos reales con una adecuada comercialización de la producción. "Para eso, el Gobierno debería diseñar una estrategia con el fin de que la Nación no interfiera tanto en la actividad y así los productores perciban los mejores ingresos actuales del mercado internacional", remarca. Frente a este planteo, el ministro de Desarrollo Productivo, José Manuel Paz, respondió que el Estado no es intervencionista, sino que se constituye en un facilitador de acciones para el desarrollo del sector azucarero.
El hecho de que Tucumán subsidie de alguna forma el consumo de azúcar del resto del país, al sostener un precio inferior al que fijaría el mercado, es reconocido por los factores azucareros en la intimidad, aunque no a la hora de exponerlo públicamente. En general, se sostiene que esta era una medida necesaria para combatir el alza en el costo de vida. "Se han acordado precios con el Gobierno para colaborar con la lucha contra la inflación", sostuvo el presidente del Centro Azucarero Argentino (CAA), Jorge Zorreguieta, quien aseguró que el convenio "se está cumpliendo y está andando muy bien".
Otro debate que eluden los azucareros es el que propicia la reciente sanción de la Ley de Biocombustibles, que podría ser muy provechosa para la actividad que cultiva caña de azúcar, de la cual se extrae alcohol que podría adicionarse a las naftas. Los argumentos para no mostrar demasiado interés en este proyecto van desde las pocas posibilidades que tiene el sector de ampliar su área cultivable, hasta la falta de certezas sobre las ventajas que otorga la nóvel ley.
La encrucijada en que se encuentra la actividad azucarera preocupa, pero a la vez demuestra el grado de responsabilidad que hoy poseen los factores azucareros, que pelean a diario para mantener el ordenamiento logrado luego de tantos años de trabajo y de esfuerzos. Las expectativas favorables sobre las posibilidades de la zafra 2006 son desbordantes.
Datos útiles
El sector azucarero tucumano generaría este año unos U$S 525 millones, según estimaciones del consultor de empresas Arquímedes Carrizo.
La Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) presentó el informe sobre el estudio satelital en el cañaveral tucumano. Pronostica una producción de azúcar que rondaría en 1,43 millón de toneladas.
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