24 Abril 2006
En política, más que ser, a veces, hay que parecer. Y el bloque oficialista de la Legislatura parecerá hoy unido. Sucede que en una decisión un tanto sorpresiva, el gobernador, José Alperovich, mandó a sus legisladores fieles a encolumnarse con la mayoría del bloque del PJ a la hora de votar en favor de la interpelación del ministro de Seguridad Ciudadana, Mario López Herrera. Así, la resolución de invitar a la Cámara al funcionario saldrá por unanimidad. El número de los brazos levantados quedará en el anecdotario legislativo como uno de los más abultados, por la coincidencia oficialista y opositora en el fin. Pero será sólo eso -una anécdota-, ya que no se disimulará la fractura que comenzó a cristalizarse entre los alperovichistas y los juristas. Lo que sucedió anoche puede interpretarse como una postergación del estallido interno a causa de la actitud de Alperovich. Pero también hay otras lecturas a partir de lo que iba a suceder hoy en la Cámara y que no sucederá a causa de la reunión de anoche. Si el oficialismo votaba dividido, igual López Herrera sería citado, ya que la oposición acompañaría al jurismo. En ese caso, los hechos políticos hubieran derivado en una lectura favorable al vicegobernador Fernando Juri. Hubiese salido triunfador de una contienda política con marco institucional. Ahora, con la decisión de Alperovich, la pregunta es quién saca ventaja. También se puede pensar que Alperovich no quiere ver a un Juri victorioso.