20 Abril 2006
Cierre de boliches a las cuatro; posibles cambios en el gabinete y legalización del servicio de remises. Los tres hechos tienen por hilo conductor la inseguridad ciudadana, que estalló como tema central de los últimos tiempos en el mundo político de Tucumán con la muerte de la joven Paulina Lebbos. Desde el Poder Ejecutivo surgieron estas iniciativas, pero como una reacción ante los hechos consumados, aunque al decir del gobernador José Alperovich se trata de cambios "que están rompiendo muchos intereses". En diálogo con LA GACETA, el mandatario habló sobre estos tres aspectos.
- ¿En qué etapa se encuentra la decisión de cerrar los boliches y los drugstores antes de las cuatro de la mañana?
- La idea es cerrar los drugstores a las tres y los boliches a la cuatro. Pero antes quiero averiguar si los padres me acompañarán en esta medida, porque el tema no se resuelve con un decreto. Hoy es un estilo de vida que los chicos estén saliendo a la una de la mañana y se vayan a los drugstores y a los boliches a las cuatro. Si avanzamos con esta propuesta, es para que los jóvenes salgan antes, para que tomen menos. Pero debe haber una adhesión de la sociedad, porque si no, una medida así no tendría sentido. No funcionaría. Si se produce ese acompañamiento, estoy dispuesto a tomarla.
- ¿Cuál será el mecanismo para determinar ese apoyo social?
- Iremos viendo, estamos evaluando. También deben ayudarme los medios de prensa para saber qué dice la sociedad, porque repito: sin apoyo de los padres para un mayor control de sus hijos, un decreto no va a cambiar nada.
- ¿En qué tiempo habrá una definición?
- Haremos una evaluación permanente; ahora estamos encarando una medición. Pero se necesita difusión para determinar si existe un convencimiento de los padres sobre la necesidad de la medida. Si es algo unilateral, sin el apoyo de la sociedad, no habrá efectividad. La idea es que ayudemos a nuestros hijos, a tenerlos más cerca. Se puede cambiar si colaboramos todos.
- ¿Le inquieta la trascendencia política que está tomando la muerte de la joven Lebbos, más allá de la repercusión social por el tema de la inseguridad?
- No; para mí se trata de un padre que perdió a una hija. Su causa es mi causa, y trabajaré todos los días para llegar al asesino. Mi Gobierno no protege ni encubre a nadie. Pero entiendo a Lebbos; no sé cómo actuaría yo en una situación así.
- Esta situación, más allá del dolor del padre, está poniendo en evidencia que hay bastante por hacer en el área de Seguridad en la provincia...
- Estamos produciendo cambios en Tucumán. Son grandes cambios que están rompiendo intereses muy fuertes. En la provincia muchos pensaban que íbamos a ser más de lo mismo y demostramos que no. Seguramente nos equivocamos y sabemos que hace falta una mayor profesionalidad; pero, sin dudas, vamos por el buen camino. Tenemos esta desgracia ahora, pero nadie puede decir que este gobernador no actuó sobre este caso.
- ¿Este hecho puede provocar nuevos cambios en el gabinete o en la Policía?
- No. Haré cambios cuando crea que es oportuno. Por ahora no.
- ¿Cómo evalúa el proceso de registro de los remiseros?
- Están reaccionando bien. Hay que esperar que se inscriban, porque esto recién empieza.
- Para usted, ¿esto es una batalla ganada contra la ilegalidad o sólo un paso para mejorar los sistemas de control?
- Hemos dado un paso importante; pero, si no seguimos, tampoco servirá de nada. Quiero darles el tiempo suficiente (a los remiseros) para que todos sean legales. No vamos a hacer controles mientras eso no ocurra.
- ¿En qué etapa se encuentra la decisión de cerrar los boliches y los drugstores antes de las cuatro de la mañana?
- La idea es cerrar los drugstores a las tres y los boliches a la cuatro. Pero antes quiero averiguar si los padres me acompañarán en esta medida, porque el tema no se resuelve con un decreto. Hoy es un estilo de vida que los chicos estén saliendo a la una de la mañana y se vayan a los drugstores y a los boliches a las cuatro. Si avanzamos con esta propuesta, es para que los jóvenes salgan antes, para que tomen menos. Pero debe haber una adhesión de la sociedad, porque si no, una medida así no tendría sentido. No funcionaría. Si se produce ese acompañamiento, estoy dispuesto a tomarla.
- ¿Cuál será el mecanismo para determinar ese apoyo social?
- Iremos viendo, estamos evaluando. También deben ayudarme los medios de prensa para saber qué dice la sociedad, porque repito: sin apoyo de los padres para un mayor control de sus hijos, un decreto no va a cambiar nada.
- ¿En qué tiempo habrá una definición?
- Haremos una evaluación permanente; ahora estamos encarando una medición. Pero se necesita difusión para determinar si existe un convencimiento de los padres sobre la necesidad de la medida. Si es algo unilateral, sin el apoyo de la sociedad, no habrá efectividad. La idea es que ayudemos a nuestros hijos, a tenerlos más cerca. Se puede cambiar si colaboramos todos.
- ¿Le inquieta la trascendencia política que está tomando la muerte de la joven Lebbos, más allá de la repercusión social por el tema de la inseguridad?
- No; para mí se trata de un padre que perdió a una hija. Su causa es mi causa, y trabajaré todos los días para llegar al asesino. Mi Gobierno no protege ni encubre a nadie. Pero entiendo a Lebbos; no sé cómo actuaría yo en una situación así.
- Esta situación, más allá del dolor del padre, está poniendo en evidencia que hay bastante por hacer en el área de Seguridad en la provincia...
- Estamos produciendo cambios en Tucumán. Son grandes cambios que están rompiendo intereses muy fuertes. En la provincia muchos pensaban que íbamos a ser más de lo mismo y demostramos que no. Seguramente nos equivocamos y sabemos que hace falta una mayor profesionalidad; pero, sin dudas, vamos por el buen camino. Tenemos esta desgracia ahora, pero nadie puede decir que este gobernador no actuó sobre este caso.
- ¿Este hecho puede provocar nuevos cambios en el gabinete o en la Policía?
- No. Haré cambios cuando crea que es oportuno. Por ahora no.
- ¿Cómo evalúa el proceso de registro de los remiseros?
- Están reaccionando bien. Hay que esperar que se inscriban, porque esto recién empieza.
- Para usted, ¿esto es una batalla ganada contra la ilegalidad o sólo un paso para mejorar los sistemas de control?
- Hemos dado un paso importante; pero, si no seguimos, tampoco servirá de nada. Quiero darles el tiempo suficiente (a los remiseros) para que todos sean legales. No vamos a hacer controles mientras eso no ocurra.