En Tartagal dicen que hubo desidia de los gobernantes

Los vecinos de Tartagal están desesperados: las clases continúan suspendidas en las 33 escuelas de la localidad; el río que cruza por el corazón de la localidad sigue creciendo; las lluvias persisten y no observan una solución de fondo para sus problemas. Por eso apuntaron sus críticas contra los gobernantes. "La crecida está a 50 metros de la casa de mis padres y hermanos, y está pasando a 400 metros de la plaza principal de Tartagal. Podría haberse evitado con un poco de mantenimiento, pero esto es de argentinos y de los gobernantes que nosotros elegimos: esperamos a que las desgracias ocurran para hacer algo. ¿Aprenderemos alguna vez?", se queja Cintia Sánchez ante LA GACETA.
Esta mujer y un grupo de vecinos de las fuerzas vivas de Tartagal están haciendo circular un e-mail con imágenes que muestran la realidad y los problemas que están enfrentando los habitantes del norte salteño. Allí, piden que se tome conciencia de la situación y que se busquen los medios para evitar nuevas inundaciones.
Otra vecina de Tartagal, Cristina Payo, recuerda que desde hace años se viene advirtiendo respecto de las inundaciones. "Un loco viene haciendo denuncias desde hace tiempo. Anunciaba este desastre porque se llevaban los árboles, los mejores. El loco tenía razón", dice irónicamente, en alusión a Raúl Abrate, un especialista en ambiente que denunciaba el desmonte desenfrenado por parte de supuestas empresas ajenas a Tartagal.
Se queja, ante la agencia de noticias Télam, al igual que casi todos los vecinos de la ciudad, de la desidia de los funcionarios. "No hacen cumplir las leyes. La naturaleza se cobra lo que le roban", dijo, en referencia a las normas que rigen para el Medio Ambiente en Salta. Anoche, los vecinos realizaron una misa y una procesión para pedir una pronta solución para el problema hídrico.
En Tartagal, durante las últimas horas fueron asistidas 35 familias, y en total son 184 las familias afectadas, residentes de Villa Saavedra. El intendente de la ciudad salteña, Darío Valenzuela, afirmó que, como consecuencia de la situación que se vive en el norte salteño, 200.000 personas deberían ser evacuadas, ya que la condición es -a su entender- crítica. "La región que se encuentra en mayor riesgo es la que comprende las ciudades de Embarcación y Tartagal", afirmó.