20 Marzo 2006
Los remises ilegales son los dueños de la calle
El crimen de Lebbos puso en el tapete un tema irresuelto: la irregularidad en el servicio de transporte público. Un lector envió fotografías de un remise circulando por la avenida Aconquija con chapa patente vieja. El vehículo lleva el logo de una empresa de esta capital.
La ilegalidad manda en las calles tucumanas. El crimen de la joven Paulina Alejandra Lebbos, cuyo cuerpo apareció estrangulado hace poco más de una semana en Tapia, puso en el tapete muchos temas irresueltos. Entre ellos, quizás el más preocupante sea la irregularidad en el servicio de taxis y remises.
¿Las razones? En Tucumán, hasta un ciego puede obtener una licencia de conductor -como informó y demostró LA GACETA en reiteradas oportunidades- porque muchas municipalidades entregan licencias sin realizar pruebas teóricas ni prácticas. Se trata sólo de un trámite con fines recaudatorios. Funcionarios provinciales y municipales reconocieron que fallan los controles y que es necesario un registro provincial único de conductores.
(Ver "En Tucumán puede obtenerse una licencia para conducir ómnibus sin saber manejar").
Un lector (LA GACETA On Line se reserva su identidad) envió a la sección Cámara Testigo dos imágenes de un vehículo, tomadas recientemente, que circula con chapa patente vieja (T117451), lo que es absolutamente ilegal. Un vehículo con esta chapa y máxime si es transporte de pasajeros, no puede obtener licencias, ni seguros ni permisos de ningún tipo. Sin embargo, como demuestran las imágenes, trabaja oficialmente con logos e identificaciones a la vista.
La calcomanía que el remise lleva pertenece a la empresa "Tucumán Modelo Remise", de esta ciudad, según confirmó a nuestro diario una telefonista de la empresa, quien se identificó como Rocío, aunque no proporcionó su apellido.
Julio Rocha, director de Transporte de la capital, es vehemente. "Ningún auto que pertenezca a la capital puede circular con una chapa patente obsoleta. Sin embargo, nosotros ya estamos acostumbrados a esto. Es común que las remiserías tengan unos cuantos vehículos ilegales entre su flota", indicó el funcionario.
Rocha reveló, además, que cuando la dirección que él encabeza notifica a los propietarios sobre el secuestro de vehículos de su empresa, éstos niegan la pertenencia, aducen que los estikers fueron falsificados y que ese auto no pertenece a la agencia. "No tenemos cómo comprobar lo contrario", lamenta Rocha.
¿Quiénes tienen la culpa?
"Este auto, que ustedes pueden apreciar en la foto, circula impunemente. Y, como él, hay 5.000 más. Pregunto a la Secretaría de Transporte, a la de Seguridad Ciudadana, a la Defensoría del Pueblo, a los fiscales de la Justicia, a la Policía, a el grupo CERO y a la Municipalidad de la capital y de Yerba Buena: ¿no puedan pararlo, secuestrarlo a este auto y a los 5.000 que circulan por nuestra provincia?", inquiere el informante que envió un e-mail enviado a nuestra redacción.
Y continúa: "¿acaso aduciendo que es una forma de paliar la desocupación, se permite a este vehículo que acircule libremente sin que nadie lo detenga y lo obligue a que (como cualquier ciudadano normal) trabaje regular y legalmente? Con esta teoría, permitamos entonces que se legalice el tráfico de estupefacientes, el juego ilegal y la prostitución, ya que sería una forma de paliar la desocupación y ayudar a que los que ejercen esta práctica ilegal, lleven el pan de cada día a sus hogares. Señores responsable directos de que esto este sucediendo en nuestra provincia: deben asumir sus responsabilidades, porque nos llegó el sunatmi del desorden, la violación a todas las leyes de la convivencia. Hace tiempo que estamos viviendo las secuelas de la irresponsabilidad de los funcionarios que deben hacer cumplir las leyes, que en todo estado de derecho existe.... Pero la culpa no es del chancho", finaliza el lector.
¿Las razones? En Tucumán, hasta un ciego puede obtener una licencia de conductor -como informó y demostró LA GACETA en reiteradas oportunidades- porque muchas municipalidades entregan licencias sin realizar pruebas teóricas ni prácticas. Se trata sólo de un trámite con fines recaudatorios. Funcionarios provinciales y municipales reconocieron que fallan los controles y que es necesario un registro provincial único de conductores.
(Ver "En Tucumán puede obtenerse una licencia para conducir ómnibus sin saber manejar").
Un lector (LA GACETA On Line se reserva su identidad) envió a la sección Cámara Testigo dos imágenes de un vehículo, tomadas recientemente, que circula con chapa patente vieja (T117451), lo que es absolutamente ilegal. Un vehículo con esta chapa y máxime si es transporte de pasajeros, no puede obtener licencias, ni seguros ni permisos de ningún tipo. Sin embargo, como demuestran las imágenes, trabaja oficialmente con logos e identificaciones a la vista.
La calcomanía que el remise lleva pertenece a la empresa "Tucumán Modelo Remise", de esta ciudad, según confirmó a nuestro diario una telefonista de la empresa, quien se identificó como Rocío, aunque no proporcionó su apellido.
Julio Rocha, director de Transporte de la capital, es vehemente. "Ningún auto que pertenezca a la capital puede circular con una chapa patente obsoleta. Sin embargo, nosotros ya estamos acostumbrados a esto. Es común que las remiserías tengan unos cuantos vehículos ilegales entre su flota", indicó el funcionario.
Rocha reveló, además, que cuando la dirección que él encabeza notifica a los propietarios sobre el secuestro de vehículos de su empresa, éstos niegan la pertenencia, aducen que los estikers fueron falsificados y que ese auto no pertenece a la agencia. "No tenemos cómo comprobar lo contrario", lamenta Rocha.
¿Quiénes tienen la culpa?
"Este auto, que ustedes pueden apreciar en la foto, circula impunemente. Y, como él, hay 5.000 más. Pregunto a la Secretaría de Transporte, a la de Seguridad Ciudadana, a la Defensoría del Pueblo, a los fiscales de la Justicia, a la Policía, a el grupo CERO y a la Municipalidad de la capital y de Yerba Buena: ¿no puedan pararlo, secuestrarlo a este auto y a los 5.000 que circulan por nuestra provincia?", inquiere el informante que envió un e-mail enviado a nuestra redacción.
Y continúa: "¿acaso aduciendo que es una forma de paliar la desocupación, se permite a este vehículo que acircule libremente sin que nadie lo detenga y lo obligue a que (como cualquier ciudadano normal) trabaje regular y legalmente? Con esta teoría, permitamos entonces que se legalice el tráfico de estupefacientes, el juego ilegal y la prostitución, ya que sería una forma de paliar la desocupación y ayudar a que los que ejercen esta práctica ilegal, lleven el pan de cada día a sus hogares. Señores responsable directos de que esto este sucediendo en nuestra provincia: deben asumir sus responsabilidades, porque nos llegó el sunatmi del desorden, la violación a todas las leyes de la convivencia. Hace tiempo que estamos viviendo las secuelas de la irresponsabilidad de los funcionarios que deben hacer cumplir las leyes, que en todo estado de derecho existe.... Pero la culpa no es del chancho", finaliza el lector.
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