19 Marzo 2006
BUENOS AIRES. (Enviado especial, Jorge Figueroa).- Ricardo Bartís es uno de los directores y dramaturgos más elogiados en la escena off porteña, pero es un hombre difícil. Locuaz y polémico, no tiene pelos en la lengua para mofarse de sus colegas, criticar duramente a sus pares y cuestionar a los críticos. Así y todo, no le va mal: sus obras se han presentado en festivales internacionales, y en su taller de alumnos, hay una larga lista de espera.
En el café La Ideal, que otrora supo ser uno de los sitios más elegantes de esta ciudad, pero que ahora se encuentra en decadencia total, el fundador de la sala "Sportivo Teatral", conversó con numerosos actores y directores en Fiesta del Teatro.
"Creo que vivimos un momento de decadencia del teatro alternativo, porque un sector fue capturado por los festivales internacionales. Estos grupos están preparando sus trabajos en función de esos festivales, y entonces, toda la producción se hace al revés. Además, plantean modelos muy parecidos a los que se están haciendo en Europa", dispara sin dar nombre ni apellido. Y agrega: "el problema es que el teatro alternativo, que después de la dictadura estalló en un proceso incontrolable, se ha institucionalizado, y eso es un peligro".
Bartís, cuya obra "De mal en peor" es una de las favoritas de la cartelera (las entradas están agotadas hasta dentro de dos meses), es un apasionado de la actuación, y considera que ese es el centro del teatro. "No trabajo con un texto preexistente, primero intento crear en los actores un campo poético personal, y podemos estar ensayando meses sin que aparezca el texto, el que se irá construyendo en el proceso de ensayos", explica.
La gran mayoría de estos autores están nucleados por la agrupación Dramaturgos Asociados de Tucumán (Dramat), que mantiene un taller interno permanente para el perfeccionamiento de sus socios. Además promueve ciclos de teatro, de edición de textos y de concursos de obras inéditas. "Acabamos de cerrar el quinto concurso de obras y, la verdad es que estamos muy contentos por la participación de la gente", dijo la dirigente Norah Scarpa.
En el café La Ideal, que otrora supo ser uno de los sitios más elegantes de esta ciudad, pero que ahora se encuentra en decadencia total, el fundador de la sala "Sportivo Teatral", conversó con numerosos actores y directores en Fiesta del Teatro.
"Creo que vivimos un momento de decadencia del teatro alternativo, porque un sector fue capturado por los festivales internacionales. Estos grupos están preparando sus trabajos en función de esos festivales, y entonces, toda la producción se hace al revés. Además, plantean modelos muy parecidos a los que se están haciendo en Europa", dispara sin dar nombre ni apellido. Y agrega: "el problema es que el teatro alternativo, que después de la dictadura estalló en un proceso incontrolable, se ha institucionalizado, y eso es un peligro".
Bartís, cuya obra "De mal en peor" es una de las favoritas de la cartelera (las entradas están agotadas hasta dentro de dos meses), es un apasionado de la actuación, y considera que ese es el centro del teatro. "No trabajo con un texto preexistente, primero intento crear en los actores un campo poético personal, y podemos estar ensayando meses sin que aparezca el texto, el que se irá construyendo en el proceso de ensayos", explica.
Un grupo que trabaja para difundir las obras locales
Un nuevo fenómeno que se observa en Tucumán es la gran cantidad de autores locales que estrenaron de inmediato los textos que escribieron, tal como lo consigna Juan Tríbulo en el flamante libro "Tucumán es teatro", editado por el Instituto Nacional del Teatro y el Grupo Cultural Wayra Killa. La gran mayoría de estos autores están nucleados por la agrupación Dramaturgos Asociados de Tucumán (Dramat), que mantiene un taller interno permanente para el perfeccionamiento de sus socios. Además promueve ciclos de teatro, de edición de textos y de concursos de obras inéditas. "Acabamos de cerrar el quinto concurso de obras y, la verdad es que estamos muy contentos por la participación de la gente", dijo la dirigente Norah Scarpa.
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