15 Marzo 2006
Alperovich ratificó en su cargo a todo el ministerio de Seguridad Ciudadana
Después de que por los pasillos de la Casa de Gobierno circularan insistentes versiones sobre el alejamiento del ministro Pablo Baillo y de su secretario Eduardo Di Lella, el gobernador negó las renuncias. El caso Lebbos, en imágenes
Marcha realiza ayer para reclamar el esclarecimiento del crimen.
Finalmente, el gobernador José Alperovich ratificó en su cargo a toda la cúpula de Seguridad de la provincia y dijo que se triplicarán las acciones en esa área.
El anuncio llegó después de que, durante toda la mañana, en los pasillos de la Casa de Gobierno circulara la versión de que el ministro de Seguridad Ciudadana, Pablo Baillo, y el secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella, tenían previsto presentar sus respectivas renuncias.
Las versiones indicaban, además, que las dimisiones alcanzarían a toda la cúpula de la fuerza policial.
La decisión había estado motivada por el crimen de Paulina Alejandra Lebbos, hecho que habría desatado una crisis en el seno del Gabinete. La joven, que llevaba 14 días desaparecida, fue encontrada estrangulada en Tapia el sábado pasado.
Distintas fuentes habían coincidido en indicar en que el Baillo, Di Lella, Ricardo Díaz (jefe de Relaciones con la Comunidad) y Hugo Sánchez (jefe de la Policía provincia) habrían decidido presentar sus renuncias al cargo debido al desgaste político sufrido por las duras críticas recibidas por su actuación en torno del crimen de la joven.
Sin embargo, después de una reunión imprevista con todo el gabinete, el gobernador anunció, pasadas las 14, que no habría “ni cambios ni renuncias”.
En conferencia de prensa, en tanto, Baillo indicó que comprende la reacción del padre de la joven asesinada (Alberto Lebbos había solicitado la renuncia del funcionario) y que buscaron a Paulina como si se tratara de su propia hija. “Yo en su lugar, hubiera reaccionado de la misma manera”, concluyó.
El anuncio llegó después de que, durante toda la mañana, en los pasillos de la Casa de Gobierno circulara la versión de que el ministro de Seguridad Ciudadana, Pablo Baillo, y el secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella, tenían previsto presentar sus respectivas renuncias.
Las versiones indicaban, además, que las dimisiones alcanzarían a toda la cúpula de la fuerza policial.
La decisión había estado motivada por el crimen de Paulina Alejandra Lebbos, hecho que habría desatado una crisis en el seno del Gabinete. La joven, que llevaba 14 días desaparecida, fue encontrada estrangulada en Tapia el sábado pasado.
Distintas fuentes habían coincidido en indicar en que el Baillo, Di Lella, Ricardo Díaz (jefe de Relaciones con la Comunidad) y Hugo Sánchez (jefe de la Policía provincia) habrían decidido presentar sus renuncias al cargo debido al desgaste político sufrido por las duras críticas recibidas por su actuación en torno del crimen de la joven.
Sin embargo, después de una reunión imprevista con todo el gabinete, el gobernador anunció, pasadas las 14, que no habría “ni cambios ni renuncias”.
En conferencia de prensa, en tanto, Baillo indicó que comprende la reacción del padre de la joven asesinada (Alberto Lebbos había solicitado la renuncia del funcionario) y que buscaron a Paulina como si se tratara de su propia hija. “Yo en su lugar, hubiera reaccionado de la misma manera”, concluyó.
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