15 Marzo 2006
BANDERA. El reclamo se escuchó en la plaza Independencia. LA GACETA / JOSE NUNO
Compañeros y amigos de Paulina Lebbos marcharon ayer por quinta vez, con bronca y dolor. Se ataron una cinta negra en el brazo, en señal de duelo, y partieron en silencio desde la Facultad de Filosofía y Letras, donde la joven estudiaba Comunicación Social, hasta la plaza Independencia. Frente a Casa de Gobierno una de ellos comenzó a pedir justicia a gritos y todos se sumaron. Cesar Soto, novio de la víctima durante seis años, participó de la marcha junto a su hermano Alejandro.
“Nos cuesta creer lo que pasó; no esperábamos que esta historia tuviera este final. Estamos muy tristes. Exigimos que este crimen se esclarezca y que el Gobierno de una vez por todas nos proteja. Lo que le pasó Paulina le puede pasar a cualquiera”, expresó indignada Alejandra Navarrete, amiga de la víctima. Los amigos llevaron una bandera oscura en la cuál habían escrito “Justicia por Paulina”.
“Estoy muy apenado por lo que le pasó a mi cuñada y por lo que está sufriendo mi hermano. Hasta que no se encuentre al culpable César no volverá a tener paz”, dijo Alejandro Soto.
Uno de los organizadores de la marchas sostuvo que seguirán con las movilizaciones hasta que se vislumbre claridad en el caso. “Vamos a seguir en pie. En este momento es imposible intentar pensar por qué le pueden haber hecho esto”, comentó Gustavo Sáenz.
Los compañeros de Paulina levantarán firmas para que las autoridades de la facultad les permitan bautizar un nuevo anfiteatro del establecimiento con su nombre. “Sería el mejor homenaje”, comentó Iván Jeger.
También dijeron que el viernes realizarán una marcha de silencio y antorchas, y luego continuarán con una marcha semanal. “Nos movilizaremos todos los martes hasta que se encuentre al culpable”, agregó Jeger.
“Nos cuesta creer lo que pasó; no esperábamos que esta historia tuviera este final. Estamos muy tristes. Exigimos que este crimen se esclarezca y que el Gobierno de una vez por todas nos proteja. Lo que le pasó Paulina le puede pasar a cualquiera”, expresó indignada Alejandra Navarrete, amiga de la víctima. Los amigos llevaron una bandera oscura en la cuál habían escrito “Justicia por Paulina”.
“Estoy muy apenado por lo que le pasó a mi cuñada y por lo que está sufriendo mi hermano. Hasta que no se encuentre al culpable César no volverá a tener paz”, dijo Alejandro Soto.
Uno de los organizadores de la marchas sostuvo que seguirán con las movilizaciones hasta que se vislumbre claridad en el caso. “Vamos a seguir en pie. En este momento es imposible intentar pensar por qué le pueden haber hecho esto”, comentó Gustavo Sáenz.
Los compañeros de Paulina levantarán firmas para que las autoridades de la facultad les permitan bautizar un nuevo anfiteatro del establecimiento con su nombre. “Sería el mejor homenaje”, comentó Iván Jeger.
También dijeron que el viernes realizarán una marcha de silencio y antorchas, y luego continuarán con una marcha semanal. “Nos movilizaremos todos los martes hasta que se encuentre al culpable”, agregó Jeger.
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