15 Marzo 2006
Visiblemente consternado, Alberto Lebbos, el padre de Paulina, pidió ayer que el ministro de Seguridad Ciudadana, Pablo Baillo, deje su cargo. “Le pido un acto de humildad. No tiene idoneidad para ocupar ese cargo”, afirmó en una conferencia de prensa.
Lebbos, que no aceptó preguntas, agradeció la actitud de los tucumanos que lo ayudaron en la búsqueda de su hija. “A los compañeros de Paulina, a mis compañeros, a los remiseros, a los taxistas, la mayoría de los cuales son personas honestas, a la Policía, que trabajó con esfuerzo, al fiscal (Alejandro) Noguera y a todos los que siguen buscando al asesino”, afirmó.
“Estamos convencidos de que el bien va a triunfar; nosotros no vamos a bajar los brazos, y les pido a los tucumanos que no se dejen vencer por el miedo”, advirtió. Lebbos, también en referencia a Baillo, advirtió que no concibe que no hayan pedido la ayuda necesaria. “Esto fue un gesto de soberbia, que le puede haber causado la muerte a mi hija. A Paulina la demonizaron. El ministro llegó a decir que había que esperar los resultados de la autopsia para saber si no había muerto por una sobredosis de droga. El la volvió a matar”, dijo, indignado. Finalmente, Lebbos afirmó: “la etapa más importante de la investigación no era hallar al homicida, como dijo el ministro, sino encontrar a mi hija con vida, y me la devolvieron muerta”.
Lebbos, que no aceptó preguntas, agradeció la actitud de los tucumanos que lo ayudaron en la búsqueda de su hija. “A los compañeros de Paulina, a mis compañeros, a los remiseros, a los taxistas, la mayoría de los cuales son personas honestas, a la Policía, que trabajó con esfuerzo, al fiscal (Alejandro) Noguera y a todos los que siguen buscando al asesino”, afirmó.
“Estamos convencidos de que el bien va a triunfar; nosotros no vamos a bajar los brazos, y les pido a los tucumanos que no se dejen vencer por el miedo”, advirtió. Lebbos, también en referencia a Baillo, advirtió que no concibe que no hayan pedido la ayuda necesaria. “Esto fue un gesto de soberbia, que le puede haber causado la muerte a mi hija. A Paulina la demonizaron. El ministro llegó a decir que había que esperar los resultados de la autopsia para saber si no había muerto por una sobredosis de droga. El la volvió a matar”, dijo, indignado. Finalmente, Lebbos afirmó: “la etapa más importante de la investigación no era hallar al homicida, como dijo el ministro, sino encontrar a mi hija con vida, y me la devolvieron muerta”.