13 Marzo 2006
TODO TERMINO. A las 8.30, personal de Bomberos retira el cuerpo de Paulina Lebbos del zanjón en el que lo habían tirado. La Policía acordonó la zona 100 metros a la redonda. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
La presunción se convirtió en una triste realidad. El cuerpo encontrado el sábado en Tapia es el de Paulina Lebbos, la joven que estaba desaparecida desde el 26 de febrero. Ayer a la tarde, Alberto Lebbos, el padre de la estudiante, realizó el reconocimiento de la ropa y de unas pulseras que tenía el cadáver y puso así fin a 15 días de incertidumbre, pero le dio paso al dolor. "No puedo creer que esto haya pasado", dijo.
Los pesquisas coincidieron en que ahora se abre otra investigación. Deben atrapar a un asesino que, según la autopsia que se realizó en el cuerpo, estranguló a Paulina. Lo que hasta el momento no se sabe es por qué. César Soto, pareja de la joven y padre de su hija, dijo que si alguien hubiera intentado hacerle algo, ella se habría defendido. La Policía sospecha que el remisero que la trasladaba hasta la casa de Soto intentó abusar de Paulina y, como ella se resistió, la ahorcó. Luego arrojó el cuerpo donde finalmente fue encontrado el sábado. El hecho provocó paranoia entre los tucumanos, muchos de los cuales, al enterarse de lo sucedido, no les permitieron a sus hijos salir el sábado a la noche, o fueron a buscarlos, preocupados, a los bares en los que estaban.
Ahora, el homicida tiene una ventaja de 15 días. Hasta el momento no sólo se desconoce su identidad, sino qué sucedió con el vehículo. Tampoco apareció todavía la mochila de la estudiante.
La contraposición de sensaciones entre Alberto Lebbos y el ministro de Seguridad, Pablo Baillo, fue notoria. "Hicimos una gran labor con nuestros propios medios. Pero ahora hay que seguir investigando", afirmó Baillo. Lebbos, en tanto, culpó a los responsables de la seguridad en la provincia. "Con ellos, estamos todos en peligro", dijo.
Mañana, los estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras (Paulina era estudiante de Comunicación Social) harán una marcha desde las 11 para reclamar el esclarecimiento del caso.
Los pesquisas coincidieron en que ahora se abre otra investigación. Deben atrapar a un asesino que, según la autopsia que se realizó en el cuerpo, estranguló a Paulina. Lo que hasta el momento no se sabe es por qué. César Soto, pareja de la joven y padre de su hija, dijo que si alguien hubiera intentado hacerle algo, ella se habría defendido. La Policía sospecha que el remisero que la trasladaba hasta la casa de Soto intentó abusar de Paulina y, como ella se resistió, la ahorcó. Luego arrojó el cuerpo donde finalmente fue encontrado el sábado. El hecho provocó paranoia entre los tucumanos, muchos de los cuales, al enterarse de lo sucedido, no les permitieron a sus hijos salir el sábado a la noche, o fueron a buscarlos, preocupados, a los bares en los que estaban.
Ahora, el homicida tiene una ventaja de 15 días. Hasta el momento no sólo se desconoce su identidad, sino qué sucedió con el vehículo. Tampoco apareció todavía la mochila de la estudiante.
La contraposición de sensaciones entre Alberto Lebbos y el ministro de Seguridad, Pablo Baillo, fue notoria. "Hicimos una gran labor con nuestros propios medios. Pero ahora hay que seguir investigando", afirmó Baillo. Lebbos, en tanto, culpó a los responsables de la seguridad en la provincia. "Con ellos, estamos todos en peligro", dijo.
Mañana, los estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras (Paulina era estudiante de Comunicación Social) harán una marcha desde las 11 para reclamar el esclarecimiento del caso.
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