13 Marzo 2006
APENADO. A Soto no le permitieron acercarse al lugar del hallazgo. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
Dicen que el cadáver es el mejor testigo. Ante las pocas pistas sobre el homicida de la joven Paulina Lebbos, las mayores expectativas están puestas ahora sobre el trabajo que puedan hacer los forenses, ya que las lesiones podrían otorgar rastros del asesino.
El director del Cuerpo Médico Forense, Horacio Jiménez, comentó que lo primero que se hizo fue la autopsia del cadáver. "Revisamos todo el cuerpo. El primer objetivo es la identificación", remarcó. Si bien la Policía ya extrajo las huellas digitales y confirmó que se trata de la muchacha desaparecida hace dos semanas, Jiménez explicó que la forma más certera de establecer la identidad es a través de un estudio de ADN, que se realiza en Buenos Aires y que demora 15 días.
Otro análisis importante se realiza sobre la dentadura. "Se llama al dentista de la víctima y se determina si las piezas dentales, que son únicas e irrepetibles, se corresponden con las del odontograma", añadió. Otra de las metas de la autopsia, según el especialista forense, es establecer el momento de la muerte. "Esto se establece de acuerdo con el estado del cuerpo y del clima que se registró en los días en que estuvo desaparecida", remarcó.
Cuando los forenses trabajan en el cadáver otras preguntas fundamentales son: causa de la muerte, circunstancias y lugar en que se produjo. Los primeros estudios indican que Paulina fue estrangulada. "También debemos saber si fue golpeada. Esto se determina cuando el cuerpo presenta fracturas en los huesos o hematomas", contó.
En cuanto a los rastros del homicida que puede revelar el cuerpo, Jiménez destacó que el más importante puede hallarse si la víctima se defendió y rasguñó a su agresor. De esta forma, se encuentran tejidos del sospechoso debajo de las uñas del cadáver. También podría conservar algunos vellos del atacante. Otra prueba importante podría obtenerse en el caso de que la joven haya sido violada, aunque el experto cree que será difícil encontrar semen en el cuerpo porque ya han pasado muchos días desde la muerte. Todas estas huellas podrán compararse con el ADN del agresor, si es atrapado.
Por su parte, la bioquímica forense Sara Daives será la encargada de hacer el estudio toxicológico del cuerpo. "A través de las pericias se establecerá si Paulina había ingerido drogas antes de morir", dijo. Aclaró que al haber pasado tantos días desde el deceso no se podrá establecer si estaba alcoholizada.
Los análisis de los elementos que los peritos hayan encontrado en el lugar donde arrojaron el cuerpo, llamados testigos mudos, también son fundamentales: colillas de cigarrillos, cabellos y rastros de zapatos también podrían ayudar a encontrar al asesino.
Llegó poco después de las 6, pero en ningún momento pudo acercarse al lugar adonde había sido encontrado el cuerpo de su pareja y madre de su hija. César Soto sólo atinó a sentarse y se tomó la cabeza con las manos. "No puede ser ella, no tiene que ser ella", dijo con firmeza, mientras los ojos se le ponían vidriosos.
"Es una mujer excelente. Una gran madre. Quiero verla y que esté bien", dijo, sin resignarse a lo que ya en ese momento estaba confirmado. Se le preguntó a Soto acerca de qué pudo haber sucedido. "Tiene un carácter muy fuerte, y no se deja llevar por delante fácilmente. Si le quisieron hacer algo, ella se defendió, seguro", dijo el joven, que el sábado mantuvo un altercado con Alberto Lebbos, el padre de Paulina. "Nunca me quisieron en esa casa. Pero no les va a quedar otra opción que aceptarme, ya que tengo una hija con Paulina, a la que amo", indicó. Soto reafirmó que no sabe qué pudo haberle ocurrido a la estudiante. "Sólo sé que tenía que ir a mi casa, pero nunca llegó", dijo.
El director del Cuerpo Médico Forense, Horacio Jiménez, comentó que lo primero que se hizo fue la autopsia del cadáver. "Revisamos todo el cuerpo. El primer objetivo es la identificación", remarcó. Si bien la Policía ya extrajo las huellas digitales y confirmó que se trata de la muchacha desaparecida hace dos semanas, Jiménez explicó que la forma más certera de establecer la identidad es a través de un estudio de ADN, que se realiza en Buenos Aires y que demora 15 días.
Otro análisis importante se realiza sobre la dentadura. "Se llama al dentista de la víctima y se determina si las piezas dentales, que son únicas e irrepetibles, se corresponden con las del odontograma", añadió. Otra de las metas de la autopsia, según el especialista forense, es establecer el momento de la muerte. "Esto se establece de acuerdo con el estado del cuerpo y del clima que se registró en los días en que estuvo desaparecida", remarcó.
Cuando los forenses trabajan en el cadáver otras preguntas fundamentales son: causa de la muerte, circunstancias y lugar en que se produjo. Los primeros estudios indican que Paulina fue estrangulada. "También debemos saber si fue golpeada. Esto se determina cuando el cuerpo presenta fracturas en los huesos o hematomas", contó.
En cuanto a los rastros del homicida que puede revelar el cuerpo, Jiménez destacó que el más importante puede hallarse si la víctima se defendió y rasguñó a su agresor. De esta forma, se encuentran tejidos del sospechoso debajo de las uñas del cadáver. También podría conservar algunos vellos del atacante. Otra prueba importante podría obtenerse en el caso de que la joven haya sido violada, aunque el experto cree que será difícil encontrar semen en el cuerpo porque ya han pasado muchos días desde la muerte. Todas estas huellas podrán compararse con el ADN del agresor, si es atrapado.
Por su parte, la bioquímica forense Sara Daives será la encargada de hacer el estudio toxicológico del cuerpo. "A través de las pericias se establecerá si Paulina había ingerido drogas antes de morir", dijo. Aclaró que al haber pasado tantos días desde el deceso no se podrá establecer si estaba alcoholizada.
Los análisis de los elementos que los peritos hayan encontrado en el lugar donde arrojaron el cuerpo, llamados testigos mudos, también son fundamentales: colillas de cigarrillos, cabellos y rastros de zapatos también podrían ayudar a encontrar al asesino.
"Ella se defendió, seguro"
Llegó poco después de las 6, pero en ningún momento pudo acercarse al lugar adonde había sido encontrado el cuerpo de su pareja y madre de su hija. César Soto sólo atinó a sentarse y se tomó la cabeza con las manos. "No puede ser ella, no tiene que ser ella", dijo con firmeza, mientras los ojos se le ponían vidriosos.
"Es una mujer excelente. Una gran madre. Quiero verla y que esté bien", dijo, sin resignarse a lo que ya en ese momento estaba confirmado. Se le preguntó a Soto acerca de qué pudo haber sucedido. "Tiene un carácter muy fuerte, y no se deja llevar por delante fácilmente. Si le quisieron hacer algo, ella se defendió, seguro", dijo el joven, que el sábado mantuvo un altercado con Alberto Lebbos, el padre de Paulina. "Nunca me quisieron en esa casa. Pero no les va a quedar otra opción que aceptarme, ya que tengo una hija con Paulina, a la que amo", indicó. Soto reafirmó que no sabe qué pudo haberle ocurrido a la estudiante. "Sólo sé que tenía que ir a mi casa, pero nunca llegó", dijo.