08 Marzo 2006
TENSA ESPERA. Los familiares que presenciaron la sesión aguardaron en silencio la decisión de la Sala Juzgadora de la Legislatura porteña. TELAM
Buenos Aires.- La Sala Juzgadora de la Legislatura porteña, en una decisión histórica e inédita en la ciudad, destituyó al jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, al considerar probado que incurrió en mal desempeño de sus funciones en el marco de la tragedia en el boliche República Cromagnon.
La Sala Juzgadora destituyó a Ibarra por 10 votos favorables contra otros cuatro que se manifestaron por la absolución del jefe de Gobierno, y uno que optó por la abstención.
No obstante, los legisladores porteños habilitaron a Ibarra para seguir ejerciendo cargos públicos, en detrimento del pedido de los fiscales del juicio político de establecer una inhabilitación de diez años para el ahora ex mandatario. De esta forma, Jorge Telerman, el vicejefe de Gobierno que estuvo a cargo del Ejecutivo en los últimos cuatro meses por la suspensión de Ibarra, seguirá en el cargo hasta diciembre de 2007.
Pese a los antecedentes violentos que tenía el proceso, esta vez la sesión transcurrió en calma, aunque en medio de una expectativa creciente por el resultado de la votación. Ibarra, por su parte, recibió la sentencia del juicio político con un rostro adusto, acompañado por sus abogados defensores, Julio César Strassera, Julio Golodny y Fernando Castejón.
La remoción del ex fiscal fue propiciada por el macrismo, el ARI, la izquierda -con alguna excepción- y nuevamente gracias al aporte del kirchnerismo, que otorgó un voto decisivo, tal como había ocurrido cuando se votó por la apertura del juicio político.
Entre las 13.38, cuando comenzó la sesión, y las 16.56, cuando el arista Guillermo Smith dio el décimo voto necesario para la separación de Ibarra, la jornada en el palacio legislativo entregó innumerables sensaciones, casi todas reflejadas en el rostro del ex fiscal. Al principio, cuando los votos a favor y en contra estaban parejos, dentro y fuera del recinto se pensaba que el mandatario iba a poder regresar a su despacho desde hoy, sobre todo porque quedaban varios votos dudosos y los impulsores de la remoción necesitaban de todos ellos para alcanzar el objetivo.
Todos los legisladores que se inclinaron por castigar a Ibarra señalaron que el jefe de Gobierno fue responsable político de lo ocurrido el 30 de diciembre de 2004, que tuvo un saldo de 194 muertos por el incendio del boliche de Once.
Además, sin excepciones, los juzgadores que votaron por la destitución, objetaron las acusaciones de golpismo institucional esbozadas por Ibarra a lo largo del juicio político. (DyN-NA)
La Sala Juzgadora destituyó a Ibarra por 10 votos favorables contra otros cuatro que se manifestaron por la absolución del jefe de Gobierno, y uno que optó por la abstención.
No obstante, los legisladores porteños habilitaron a Ibarra para seguir ejerciendo cargos públicos, en detrimento del pedido de los fiscales del juicio político de establecer una inhabilitación de diez años para el ahora ex mandatario. De esta forma, Jorge Telerman, el vicejefe de Gobierno que estuvo a cargo del Ejecutivo en los últimos cuatro meses por la suspensión de Ibarra, seguirá en el cargo hasta diciembre de 2007.
Pese a los antecedentes violentos que tenía el proceso, esta vez la sesión transcurrió en calma, aunque en medio de una expectativa creciente por el resultado de la votación. Ibarra, por su parte, recibió la sentencia del juicio político con un rostro adusto, acompañado por sus abogados defensores, Julio César Strassera, Julio Golodny y Fernando Castejón.
La remoción del ex fiscal fue propiciada por el macrismo, el ARI, la izquierda -con alguna excepción- y nuevamente gracias al aporte del kirchnerismo, que otorgó un voto decisivo, tal como había ocurrido cuando se votó por la apertura del juicio político.
Entre las 13.38, cuando comenzó la sesión, y las 16.56, cuando el arista Guillermo Smith dio el décimo voto necesario para la separación de Ibarra, la jornada en el palacio legislativo entregó innumerables sensaciones, casi todas reflejadas en el rostro del ex fiscal. Al principio, cuando los votos a favor y en contra estaban parejos, dentro y fuera del recinto se pensaba que el mandatario iba a poder regresar a su despacho desde hoy, sobre todo porque quedaban varios votos dudosos y los impulsores de la remoción necesitaban de todos ellos para alcanzar el objetivo.
Todos los legisladores que se inclinaron por castigar a Ibarra señalaron que el jefe de Gobierno fue responsable político de lo ocurrido el 30 de diciembre de 2004, que tuvo un saldo de 194 muertos por el incendio del boliche de Once.
Además, sin excepciones, los juzgadores que votaron por la destitución, objetaron las acusaciones de golpismo institucional esbozadas por Ibarra a lo largo del juicio político. (DyN-NA)
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