03 Marzo 2006
Marita Verón está desaparecida desde 2002.
La desaparición de Paulina Lebbos hizo que los tucumanos recuerden otro caso emblemático: el de Marita Verón, la joven que desapareció en abril de 2002 y que, hasta el momento, no fue hallada, pese a la gran difusión que alcanzó a través de los medios.
En ambas historias, hay algunas similitudes: Paulina y Marita tenían casi la misma edad al momento de desaparecer y las dos son madres. Otro elemento a tomar en cuenta es que las dos jóvenes fueron vistas por última vez en el mismo modelo de auto: un Fiat Duna. Claro que en el caso Verón, en un primer momento se dijo que la joven se había subido a un Renault 12 y, después, a un Peugeot 504.
Pero también, en ambos casos, hay grandes diferencias. La más importante, sin lugar a dudas, es que la Policía comenzó a buscar a Lebbos el mismo día en que desapareció. A Marita, en cambio, trataron de ubicarla varios días después.
El tiempo que se perdió en el caso Verón generó todo un problema en la Justicia. La fiscal Adriana Reinoso Cuello, que investigó el caso, carecía de muchos elementos para determinar cuáles fueron los últimos pasos de Marita antes de su desaparición.
Su colega Alejandro Noguera, que interviene en la causa de Paulina, en cambio, cuenta con pruebas que permiten establecer con quién estuvo y hacia dónde se dirigía. También podría, con la ayuda de la tecnología, seguir los últimos pasos de la joven.
Reinoso Cuello ya pidió el requerimiento del juicio por el caso y acusó a diez personas de haber secuestrado a la joven para obligarla a prostituirse, delito que tiene una pena de entre 10 y 25 años. Noguera, en cambio, por ahora, caratuló la causa como desaparición de persona.
En ambas historias, hay algunas similitudes: Paulina y Marita tenían casi la misma edad al momento de desaparecer y las dos son madres. Otro elemento a tomar en cuenta es que las dos jóvenes fueron vistas por última vez en el mismo modelo de auto: un Fiat Duna. Claro que en el caso Verón, en un primer momento se dijo que la joven se había subido a un Renault 12 y, después, a un Peugeot 504.
Pero también, en ambos casos, hay grandes diferencias. La más importante, sin lugar a dudas, es que la Policía comenzó a buscar a Lebbos el mismo día en que desapareció. A Marita, en cambio, trataron de ubicarla varios días después.
El tiempo que se perdió en el caso Verón generó todo un problema en la Justicia. La fiscal Adriana Reinoso Cuello, que investigó el caso, carecía de muchos elementos para determinar cuáles fueron los últimos pasos de Marita antes de su desaparición.
Su colega Alejandro Noguera, que interviene en la causa de Paulina, en cambio, cuenta con pruebas que permiten establecer con quién estuvo y hacia dónde se dirigía. También podría, con la ayuda de la tecnología, seguir los últimos pasos de la joven.
Reinoso Cuello ya pidió el requerimiento del juicio por el caso y acusó a diez personas de haber secuestrado a la joven para obligarla a prostituirse, delito que tiene una pena de entre 10 y 25 años. Noguera, en cambio, por ahora, caratuló la causa como desaparición de persona.
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