14 Febrero 2006
Buenos Aires.- Muchos creen que las computadoras siempre existieron. O que fueron como son ahora toda la vida. Pero la prehistoria de la computación no está tan lejos en el tiempo como muchos otros suponen.
La Eniac (Electronica Numeral Integrator and Computer), la primera computadora electrónica digital del mundo, cumple hoy 60 años.
No se distinguía precisamente por su maniobrabilidad: pesaba 32 toneladas, medía 30 metros de largo y tenía 17.468 válvulas, cuya vida media era de 3.000 horas, lo que obligaba a cambiar una cada 10 minutos.
Aunque era capaz de realizar 5.000 sumas y 360 multiplicaciones por segundo, su programación resultaba terriblemente tediosa y debían cambiársele de tubos catódicos continuamente.
Trabajo de hormiga
Sus inventores, John P. Eckert y John W. Mauchly, tardaron tres años en construirla mediante una subvención de 500.000 dólares que les otorgó el Ejército de los Estados Unidos. El proyecto se llamó PX y en 1944 se les unió John von Neumann.
Los tres científicos la pusieron en funcionamiento por primera vez el 14 de febrero de 1946, en la Universidad de Pennsylvania. Los diarios la calificaron de "Einstein mecánico" y de "Frankenstein matemático".
El sistema utilizaba números decimales del cero al nueve, y la lectura y escritura de datos se realizaba mediante una lectora de tarjetas y una perforadora.
Estaba dividida en 30 unidades autónomas, 20 de las cuales eran llamadas acumuladores. Cada acumulador era una máquina de sumar diez dígitos a gran velocidad, que podía almacenar sus propios cálculos.
A mano
Para acelerar las operaciones aritméticas también tenía un multiplicador y un divisor. El primero utilizaba una matriz de resistencia para ejecutar las operaciones de un dígito y fue diseñado con un circuito de control adicional para multiplicar sucesivos dígitos.
La Eniac era controlada a través de un tren de pulsos electrónicos. Cada unidad era capaz de generarlos para que otras unidades realizaran alguna tarea, por eso los programas para la ENIAC consistían en unir manualmente los cables de las distintas unidades para que realizaran la secuencia deseada.
Programarla era por lo tanto un trabajo arduo y dificultoso. Como las unidades podían operar simultáneamente, la Eniac era capaz de realizar cálculos en paralelo.
Había una unidad llamada "unidad cíclica", que producía los pulsos básicos usados por la máquina y tres tablas que transmitían a las unidades los números y funciones elegidos manualmente para realizar las operaciones.
Realizaba una suma en 0.2 milisegundos (5.000 sumas por segundo), una multiplicación de dos números de 10 dígitos en 2.8 milisegundos, y una división en 24 milisegundos.
Nunca pudo funcionar las 24 horas todos los días, y normalmente se ejecutaba dos veces un mismo cómputo para comprobar el correcto funcionamiento de la máquina.
El calor de las válvulas elevaba la temperatura del local hasta los 50 grados y para efectuar diferentes operaciones, debían cambiarse las conexiones (cables), como en las viejas centrales telefónicas, trabajo que podía tomar varios días.
Uso militar
En un principio la Eniac fue construida para fines militares: era capaz de calcular con gran velocidad la trayectorias de proyectiles, principal objetivo inicial de su construcción. Pero, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, se utilizó para numerosos cálculos de investigaciones científicas.
Estuvo en funcionamiento hasta 1955 con mejoras y ampliaciones, y se dice que durante su vida operativa realizó más cálculos matemáticos que los realizados por toda la humanidad anteriormente.
Antes de finalizar su construcción, los inventores se dieron cuenta de sus limitaciones, tanto a nivel estructural como a nivel de programación. Por eso, en paralelo a su construcción, empezaron a desarrollar las nuevas ideas que dieron lugar al desarrollo de la estructura lógica que caracteriza a los ordenadores actuales. (Télam)
La Eniac (Electronica Numeral Integrator and Computer), la primera computadora electrónica digital del mundo, cumple hoy 60 años.
No se distinguía precisamente por su maniobrabilidad: pesaba 32 toneladas, medía 30 metros de largo y tenía 17.468 válvulas, cuya vida media era de 3.000 horas, lo que obligaba a cambiar una cada 10 minutos.
Aunque era capaz de realizar 5.000 sumas y 360 multiplicaciones por segundo, su programación resultaba terriblemente tediosa y debían cambiársele de tubos catódicos continuamente.
Trabajo de hormiga
Sus inventores, John P. Eckert y John W. Mauchly, tardaron tres años en construirla mediante una subvención de 500.000 dólares que les otorgó el Ejército de los Estados Unidos. El proyecto se llamó PX y en 1944 se les unió John von Neumann.
Los tres científicos la pusieron en funcionamiento por primera vez el 14 de febrero de 1946, en la Universidad de Pennsylvania. Los diarios la calificaron de "Einstein mecánico" y de "Frankenstein matemático".
El sistema utilizaba números decimales del cero al nueve, y la lectura y escritura de datos se realizaba mediante una lectora de tarjetas y una perforadora.
Estaba dividida en 30 unidades autónomas, 20 de las cuales eran llamadas acumuladores. Cada acumulador era una máquina de sumar diez dígitos a gran velocidad, que podía almacenar sus propios cálculos.
A mano
Para acelerar las operaciones aritméticas también tenía un multiplicador y un divisor. El primero utilizaba una matriz de resistencia para ejecutar las operaciones de un dígito y fue diseñado con un circuito de control adicional para multiplicar sucesivos dígitos.
La Eniac era controlada a través de un tren de pulsos electrónicos. Cada unidad era capaz de generarlos para que otras unidades realizaran alguna tarea, por eso los programas para la ENIAC consistían en unir manualmente los cables de las distintas unidades para que realizaran la secuencia deseada.
Programarla era por lo tanto un trabajo arduo y dificultoso. Como las unidades podían operar simultáneamente, la Eniac era capaz de realizar cálculos en paralelo.
Había una unidad llamada "unidad cíclica", que producía los pulsos básicos usados por la máquina y tres tablas que transmitían a las unidades los números y funciones elegidos manualmente para realizar las operaciones.
Realizaba una suma en 0.2 milisegundos (5.000 sumas por segundo), una multiplicación de dos números de 10 dígitos en 2.8 milisegundos, y una división en 24 milisegundos.
Nunca pudo funcionar las 24 horas todos los días, y normalmente se ejecutaba dos veces un mismo cómputo para comprobar el correcto funcionamiento de la máquina.
El calor de las válvulas elevaba la temperatura del local hasta los 50 grados y para efectuar diferentes operaciones, debían cambiarse las conexiones (cables), como en las viejas centrales telefónicas, trabajo que podía tomar varios días.
Uso militar
En un principio la Eniac fue construida para fines militares: era capaz de calcular con gran velocidad la trayectorias de proyectiles, principal objetivo inicial de su construcción. Pero, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, se utilizó para numerosos cálculos de investigaciones científicas.
Estuvo en funcionamiento hasta 1955 con mejoras y ampliaciones, y se dice que durante su vida operativa realizó más cálculos matemáticos que los realizados por toda la humanidad anteriormente.
Antes de finalizar su construcción, los inventores se dieron cuenta de sus limitaciones, tanto a nivel estructural como a nivel de programación. Por eso, en paralelo a su construcción, empezaron a desarrollar las nuevas ideas que dieron lugar al desarrollo de la estructura lógica que caracteriza a los ordenadores actuales. (Télam)