El rodaje se hizo en medio de una gran polémica religiosa

El rodaje se hizo en medio de una gran polémica religiosa

La historia cuenta los supuestos secretos que guarda una secta cristiana. El director Ron Howard tuvo muchas dificultades en la filmación.

MISTERIO. El código abre un cilindro que contiene un oscuro secreto. LA GACETA  MISTERIO. El código abre un cilindro que contiene un oscuro secreto. LA GACETA
18 Enero 2006
LOS ANGELES.- "Odio decir esto, pero la mayoría de las tomas se realizaron en la Gran Galería del Louvre. La obra maestra de Da Vinci, la Mona Lisa, está en una pequeña habitación de al lado y no teníamos autorización para filmarla; entonces, el equipo técnico decidió utilizar esa sala de depósito". Así resumió el director Ron Howard las dificultades por las que tuvo que pasar para rodar "El código Da Vinci", la adaptación de la polémica novela del estadounidense Dan Brown.
El actor norteamericano Tom Hanks ("Forrest Gump") se mete en la piel de Robert Langdon, el profesor que en la novela trata de desentrañar el misterio del Santo Grial. En tanto, la francesa Audrey Tautou se encarga de dar vida a la protagonista femenina, Sophie Neveu, la investigadora que ayuda a Langdon a resolver el asesinato de su tío, un restaurador del Louvre. Ambos descubren que la víctima pertenecía a una sociedad misteriosa que protege muchos secretos desde los inicios de la cristiandad. Hanks, que para su personaje de Langdon tuvo que dejarse crecer el pelo, confiesa su primer encuentro con un secador de cabello. "Es la primera vez en la vida que debo usar uno", confesó en una entrevista a "Clarín".
Con un argumento a puro suspenso, "El código Da Vinci" mezcla esoterismo, religión, amor, arte y crimen en una combinación que ha indignado a muchos, pero fascinado a otros tantos.
Bajo la máxima de que una buena intriga interesa a todo el mundo, Brown recurrió a diversas fuentes históricas para describir una trama que gira en torno de una supuesta relación entre Jesús de Nazareth y María Magdalena, cuyos vestigios fueron ocultados durante siglos por una secta cristiana. La clave que conduce al protagonista a descubrir la verdadera historia del cristianismo está escrita detrás del lienzo de la Mona Lisa, pintado a principios del XVI por el maestro renacentista Leonardo da Vinci. Ese código permite el acceso a un pergamino oculto en un legendario cilindro de madera y metal.
Sin embargo por tratar un tema tan polémico, la puesta en escena de esta obra ha desatado una serie de manifestaciones de protesta en rechazo a lo que el obispo italiano, Tarciso Bertone, considera "blasfemia".
Incluso la Abadía de Westmister se negó a ser escenario de la película. (Especial)


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