23 Diciembre 2005

Daniel Alberto Frías vivió el día más importante de su vida. Temblando, subió al escenario donde le entregaron un diploma por haber concluido el curso que le permitió aprender a leer y a escribir. En el complejo Belgrano se realizó la tercera entrega de certificados a los 200 alumnos que terminaron el curso de alfabetización organizado por el Programa Nacional de Alfabetización para Adultos.
En el acto estuvieron el gobernador, José Alperovich; la coordinadora del plan a nivel nacional, Mary Sánchez; la secretaria de Políticas Sociales, Beatriz Mirkin; la secretaria de Educación, Susana Montaldo, y el director de Emergencia Social, Federico Masso.
Para quienes terminaron el curso, ayer fue un día especial, porque culminó un proceso que les ha permitido leer y escribir.
Como otros egresados para quienes leer y escribir había sido hasta ahora una oportunidad de otros, Daniel Frías tembló de emoción y le flaquearon las piernas cuando subió a recibir el diploma. “Este es un día muy emocionante para mí, porque es la primera vez que recibo un diploma. No sabía leer ni escribir y me avergonzaba por eso”, dijo Frías. Para este hombre de 30 años, aprender a leer significó abrir otras posibilidades a su vida. “Ahora voy a poder conseguir un trabajo que me permita vivir y superarme. Antes la gente me rechazaba por no saber leer. Esto cambia mi vida para siempre”, agregó.
La profesora Montaldo afirmó que con este plan se salda una deuda de la sociedad con la gente más desprotegida. “El balance que hacemos es positivo; venimos trabajando para que este plan pueda llegar a todos aquellos a los que la escuela no supo acceder”, sostuvo. En Tucumán hay alrededor de 300 centros de educación no formal para adultos, que en seis meses capacitaron a más de 250 personas. “Este plan se caracteriza porque está en todos lados y en cualquier lugar en donde alguien lo necesite”, agregó la funcionaria.
Por su parte, Masso dijo que con estos procesos se dignifica la vida de las personas. “La provincia -afirmó- está cambiando la manera de hacer política, y se están dando respuestas concreta, no dádivas”.
A María Gertrudis de Haro, de 78 años, se le notaba la alegría en la cara. “Nunca es tarde para aprender; a esta edad recién aprendí a leer. Ahora aprovecho para leerle cuentos a mi nieta, algo que nunca había podido hacer. Aparte, en casa todos están contentos y muy orgullosos de mí”, dijo la mujer. Gertrudis aseguró que piensa seguir estudiando. “No sé bien qué, pero de lo que estoy segura es de que desde ahora voy a leer todos los libros que pueda. Ya me regalaron mi primer libro sobre la vida de Santa Rita”, agregó la mujer, entre risas.
En su charla con los alumnos, el gobernador los instó a seguir trabajando para superarse.“Estoy orgulloso de ustedes, porque se alfabetizaron y eso les da libertad. Pero nuestro trabajo no terminó y vamos a seguir trabajando para que ningún tucumano se quede sin saber leer”, afirmó el mandatario.
En el acto estuvieron el gobernador, José Alperovich; la coordinadora del plan a nivel nacional, Mary Sánchez; la secretaria de Políticas Sociales, Beatriz Mirkin; la secretaria de Educación, Susana Montaldo, y el director de Emergencia Social, Federico Masso.
Para quienes terminaron el curso, ayer fue un día especial, porque culminó un proceso que les ha permitido leer y escribir.
Como otros egresados para quienes leer y escribir había sido hasta ahora una oportunidad de otros, Daniel Frías tembló de emoción y le flaquearon las piernas cuando subió a recibir el diploma. “Este es un día muy emocionante para mí, porque es la primera vez que recibo un diploma. No sabía leer ni escribir y me avergonzaba por eso”, dijo Frías. Para este hombre de 30 años, aprender a leer significó abrir otras posibilidades a su vida. “Ahora voy a poder conseguir un trabajo que me permita vivir y superarme. Antes la gente me rechazaba por no saber leer. Esto cambia mi vida para siempre”, agregó.
La profesora Montaldo afirmó que con este plan se salda una deuda de la sociedad con la gente más desprotegida. “El balance que hacemos es positivo; venimos trabajando para que este plan pueda llegar a todos aquellos a los que la escuela no supo acceder”, sostuvo. En Tucumán hay alrededor de 300 centros de educación no formal para adultos, que en seis meses capacitaron a más de 250 personas. “Este plan se caracteriza porque está en todos lados y en cualquier lugar en donde alguien lo necesite”, agregó la funcionaria.
Por su parte, Masso dijo que con estos procesos se dignifica la vida de las personas. “La provincia -afirmó- está cambiando la manera de hacer política, y se están dando respuestas concreta, no dádivas”.
A María Gertrudis de Haro, de 78 años, se le notaba la alegría en la cara. “Nunca es tarde para aprender; a esta edad recién aprendí a leer. Ahora aprovecho para leerle cuentos a mi nieta, algo que nunca había podido hacer. Aparte, en casa todos están contentos y muy orgullosos de mí”, dijo la mujer. Gertrudis aseguró que piensa seguir estudiando. “No sé bien qué, pero de lo que estoy segura es de que desde ahora voy a leer todos los libros que pueda. Ya me regalaron mi primer libro sobre la vida de Santa Rita”, agregó la mujer, entre risas.
En su charla con los alumnos, el gobernador los instó a seguir trabajando para superarse.“Estoy orgulloso de ustedes, porque se alfabetizaron y eso les da libertad. Pero nuestro trabajo no terminó y vamos a seguir trabajando para que ningún tucumano se quede sin saber leer”, afirmó el mandatario.