22 Diciembre 2005
Lima.- Seis provincias peruanas amanecieron hoy en estado de sitio y con fuerte presencia policial y militar como parte de una medida excepcional aprobada ayer por el gobierno tras la muerte de ocho policías en un ataque atribuido a remanentes del grupo guerrillero Sendero Luminoso (SL).
"Lo van a pagar. Mi gobierno está listo para otorgar a nuestra policía y nuestras fuerzas armadas todo lo que necesitan profesionalmente", dijo anoche el presidente peruano, Alejandro Toledo, durante la ceremonia de clausura del año académico de la Escuela de Oficiales de la Policía de Lima.
"Los ocho oficiales muertos cayeron en las cobardes manos de terroristas que decían tener una ideología y hoy se alquilan por dinero a los narcotraficante para protegerlos", agregó Toledo.
Más tarde, el mandatario decretó y anunció un estado de sitio de dos meses de vigencia en seis provincias productoras de coca en la jungla del centroeste de Perú y agregó que su gabinete aprobó también la creación de una comisiópn de emergencia para asegurar la llegada a la región del necesitado desarrollo social.
La medida, que comenzó a regir hoy, suspende los derechos a la inviolabilidad de domicilio y el de reunión, y habilita a las fuerzas de seguridad a militarizar la zona y detener a sospechosos sin orden judicial.
El ataque que condujo a la aplicación del estado de sitio fue cometido el martes por unos 20 guerrilleros que atacaron a los policías en la ciudad de Aucayacu, en el departamento de Huánuco, en el centroeste de Perú, unos 400 kilómetros al norte de Lima.
Unos 150 efectivos de las fuerzas de seguridad comenzaron ayer un operativo de búsqueda de los responsables del ataque en esa zona del país.
Al menos 30 policías y cinco militares murieron en 2005 en acciones de represión contra el narcotráfico, que según el gobierno se alió con Sendero Luminoso para frustrar los programas oficiales de erradicación de la coca.
Sendero Luminoso casi puso de rodillas al gobierno peruano en la década de 1980 y a principios de la de los 90 con una feroz campaña de atentados, matanzas, asesinatos políticos y sabotajes, pero el grupo quedó casi desarticulado con la detención de su líder, Abimael Guzmán, arrestado en 1992. (Télam-SNI)
"Lo van a pagar. Mi gobierno está listo para otorgar a nuestra policía y nuestras fuerzas armadas todo lo que necesitan profesionalmente", dijo anoche el presidente peruano, Alejandro Toledo, durante la ceremonia de clausura del año académico de la Escuela de Oficiales de la Policía de Lima.
"Los ocho oficiales muertos cayeron en las cobardes manos de terroristas que decían tener una ideología y hoy se alquilan por dinero a los narcotraficante para protegerlos", agregó Toledo.
Más tarde, el mandatario decretó y anunció un estado de sitio de dos meses de vigencia en seis provincias productoras de coca en la jungla del centroeste de Perú y agregó que su gabinete aprobó también la creación de una comisiópn de emergencia para asegurar la llegada a la región del necesitado desarrollo social.
La medida, que comenzó a regir hoy, suspende los derechos a la inviolabilidad de domicilio y el de reunión, y habilita a las fuerzas de seguridad a militarizar la zona y detener a sospechosos sin orden judicial.
El ataque que condujo a la aplicación del estado de sitio fue cometido el martes por unos 20 guerrilleros que atacaron a los policías en la ciudad de Aucayacu, en el departamento de Huánuco, en el centroeste de Perú, unos 400 kilómetros al norte de Lima.
Unos 150 efectivos de las fuerzas de seguridad comenzaron ayer un operativo de búsqueda de los responsables del ataque en esa zona del país.
Al menos 30 policías y cinco militares murieron en 2005 en acciones de represión contra el narcotráfico, que según el gobierno se alió con Sendero Luminoso para frustrar los programas oficiales de erradicación de la coca.
Sendero Luminoso casi puso de rodillas al gobierno peruano en la década de 1980 y a principios de la de los 90 con una feroz campaña de atentados, matanzas, asesinatos políticos y sabotajes, pero el grupo quedó casi desarticulado con la detención de su líder, Abimael Guzmán, arrestado en 1992. (Télam-SNI)