20 Diciembre 2005
CAOS EN LA CIUDAD. Gendarmería tuvo que actuar en el centro. LA GACETA / HECTOR PERALTA
La extrema tensión que se vivió el 19 de diciembre en Tucumán llevó el caos a las calles de la capital de la provincia. Indigentes y activistas que se congregaban frente a los comercios, especialmente frente a los dedicados a la venta de comestibles, transformaron vastos sectores de la ciudad en verdaderos campos de batalla. Niños, jóvenes, mujeres y ancianos desbordaron las débiles defensas policiales y atacaron supermercados y depósitos para llevarse todo lo que podían sustraer. Uno de los enfrentamientos más cruentos se registró en avenida Brígido Terán al 700: el local del supermercado mayorista Gómez Pardo fue asaltado por más de 300 personas que, durante dos horas, se enfrentaron a pedradas con las fuerzas policiales, hasta que lograron ingresar al comercio. La refriega produjo una veintena de heridos.
En avenida Belgrano al 3.200, las fuerzas de seguridad se enfrentaron con cientos de personas que finalmente lograron ingresar al galpón del supermercado Emilio Luque y sustraer mercadería. Una situación parecida se vivió en el Híper Libertad de avenida Roca al 3.400, zona donde también fueron saqueados varios locales comerciales anexos.
La tensión se mantuvo hasta bien entrada la madrugada del jueves 20. Mientras tanto, en el centro de la ciudad, unas 900 personas, enteradas de la renuncia de Domingo Cavallo, intentaban llegar a la plaza Independencia. Los policías fueron totalmente superados. Los telefonistas de las comisarías, enloquecidos por los llamados de los vecinos; respondían que todos los agentes estaban ya en las calles.
En avenida Belgrano al 3.200, las fuerzas de seguridad se enfrentaron con cientos de personas que finalmente lograron ingresar al galpón del supermercado Emilio Luque y sustraer mercadería. Una situación parecida se vivió en el Híper Libertad de avenida Roca al 3.400, zona donde también fueron saqueados varios locales comerciales anexos.
La tensión se mantuvo hasta bien entrada la madrugada del jueves 20. Mientras tanto, en el centro de la ciudad, unas 900 personas, enteradas de la renuncia de Domingo Cavallo, intentaban llegar a la plaza Independencia. Los policías fueron totalmente superados. Los telefonistas de las comisarías, enloquecidos por los llamados de los vecinos; respondían que todos los agentes estaban ya en las calles.