Landriscina hizo del cuento una forma de conocer el país

Siempre ha hecho una cuidadosa distinción entre el “chiste” y el “cuento”. Y Luis Landriscina se define como “cuentista”; ciertamente, se ha ganado una considerable reputación como exponente de ese género.
Nació en Colonia Baranda, en la provincia de Chaco, el 19 de diciembre de 1935, el séptimo entre ocho hermanos. Mientras estudiaba, comenzó a destacarse por su talento para narrar historias. Integró el conjunto folclórico “Los Cardenales”; y después de cumplir el servicio militar, se casó en 1963 con Guadalupe Beatriz Mancebo.
Su consagración llegó un año después, en el festival de Cosquín. Con este espaldarazo, se lanzó a probar suerte en Buenos Aires; después de dos años de actuaciones en peñas y de circunstanciales apariciones en programas de televisión, se instaló definitivamente en la Capital Federal y, en 1968, firmó su primer contrato discográfico. A principios de los años 70 su popularidad se multiplicó, gracias a sus constantes apariciones televisivas; a su tarea en programas de radio y a sus participaciones en festivales folclóricos. También emprendió giras por el exterior e hizo incursiones en cine, en las películas “Joven, Viuda y Estanciera”, “El casamiento del Laucha”, “Millonario a la Fuerza”, y la serie de “Argentinísima”.
A partir de 1974 decidió restringir su participación en festivales al escenario de Cosquín. Comenzó a presentarse en grandes teatros y a protagonizar programas televisivos, como “Landriscina con todo el país”, “Landriscina con todos” y “Landriscina, mano a mano con el campo”.
Luis Landriscina ha grabado unos 30 discos; ha ganado premios, como el Martín Fierro, Prensario, Santa Clara de Asís, Estrella de Mar y Broadcasting. Pero por sobre todas las cosas, Luis Landriscina es hoy un experto en el relato de nuestras tradiciones y de las costumbres y las particularidades de cada una de las regiones que componen la vasta geografía nacional.