13 Noviembre 2005
BUENOS AIRES.- El zaino Forty Licks ganó la edición 2005 del Gran Premio Nacional, que se disputó en el Hipódromo de Palermo. Venció por un cuerpo y medio al favorito Rider Stripes, en el tiempo de 2?38"84 para la distancia de 2.500 metros, sobre pista de arena normal.
El vencedor fue conducido por el jockey Horacio Betansos, es entrenado por Roberto Pellegatta y abonó un sport de $ 4,95. Además, Forty Licks se llevó la segunda gema de la Triple Corona, ya que anteriormente se había impuesto en el Gran Premio Jockey Club, en San Isidro.
Su crecimiento sostenido va catapultando a Forty Licks a ser uno de los grandes ejemplares de la década en la hípica nacional, y una eventual victoria en el Gran Premio Carlos Pellegrini de diciembre, en San Isidro, lo hará entrar en la historia.
En esa prueba, Forty Licks será el mejor representante de la generación nacida a partir del primero de julio de 2002. Deberá medirse con los mejores ejemplares del país y de Sudamérica, pero sus chances siguen siendo de primer orden, y venderá cara su derrota, si es que realmente pierde.
El entrenador Pellegatta cuenta con los mejores potrillos de esta camada, y tanto Forty Licks, como su escolta Rider Stripes, están en un excelente nivel para sostener la esperanza de hacer un gran papel en el Pellegriuni, a los que deberían sumarse Best Bob que ayer corrió bien solo un ratito y, Matador Marshal, que ganó antes de ayer en San Isidro la Copa De Oro. (Télam)
El vencedor fue conducido por el jockey Horacio Betansos, es entrenado por Roberto Pellegatta y abonó un sport de $ 4,95. Además, Forty Licks se llevó la segunda gema de la Triple Corona, ya que anteriormente se había impuesto en el Gran Premio Jockey Club, en San Isidro.
Su crecimiento sostenido va catapultando a Forty Licks a ser uno de los grandes ejemplares de la década en la hípica nacional, y una eventual victoria en el Gran Premio Carlos Pellegrini de diciembre, en San Isidro, lo hará entrar en la historia.
En esa prueba, Forty Licks será el mejor representante de la generación nacida a partir del primero de julio de 2002. Deberá medirse con los mejores ejemplares del país y de Sudamérica, pero sus chances siguen siendo de primer orden, y venderá cara su derrota, si es que realmente pierde.
El entrenador Pellegatta cuenta con los mejores potrillos de esta camada, y tanto Forty Licks, como su escolta Rider Stripes, están en un excelente nivel para sostener la esperanza de hacer un gran papel en el Pellegriuni, a los que deberían sumarse Best Bob que ayer corrió bien solo un ratito y, Matador Marshal, que ganó antes de ayer en San Isidro la Copa De Oro. (Télam)
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