02 Noviembre 2005
Sólo cinco kilómetros lo separan de Santiago del Estero. Gobernador Piedrabuena parece un pueblo santiagueño afincado en Tucumán. De los más de 2.800 habitantes, muchos son de Arenales, en el límite con nuestra provincia, pero se domicilian en Piedrabuena porque les gusta más, porque trabajan allí, porque estudian en esta localidad o por comodidad: la capital tucumana les queda 135 kilómetros más cerca que la santiagueña.
"En Santiago, los pueblos están muertos. La economía de allá depende de Tucumán, al igual que todas las provisiones. Aquí también es mejor el sistema de salud", cuenta el santiagueño Pascual Elías Roldán, que se mudó a Piedrabuena hace tres décadas.
Del otro lado del límite, que no es más que un cartel y una calle de tierra intransitable, los pobladores de Arenales se sienten más tucumanos que santiagueños. "Generalmente, nos manejamos con Tucumán. Los chicos van a la escuela a Piedrabuena, y mucha gente trabaja allí en la época del citrus. Dos colectivos tucumanos llegan hasta aquí y se van repletos cada día", cuenta el agente Ricardo Campos.
Hay chicos que caminan 10 kilómetros por día para ir y volver a la escuela de Piedrabuena. "Me encanta estudiar y es la única posibilidad que tengo de hacerlo. Y tengo que hacer el sacrificio si quiero ser profesional en el futuro. En Tucumán, la educación es mejor", cuenta Romina Garmendia, de 12 años.
"Vivo en Arenales, pero me domicilio en Piedrabuena porque para hacer trámites o para ir de compras es más cerca la capital tucumana", cuenta la santiagueña Abril Salas. "Aquí hablamos todos como tucumanos", añade. En Piedrabuena, muchos tucumanos también se expresan con acento santiagueño.
"Es inevitable. Estando tan cerca convivimos y se nos pegan las tonadas y las costumbres", relata Tomasa Juárez, del barrio Tres Puertas, a 500 metros de Santiago.
"En Santiago, los pueblos están muertos. La economía de allá depende de Tucumán, al igual que todas las provisiones. Aquí también es mejor el sistema de salud", cuenta el santiagueño Pascual Elías Roldán, que se mudó a Piedrabuena hace tres décadas.
Del otro lado del límite, que no es más que un cartel y una calle de tierra intransitable, los pobladores de Arenales se sienten más tucumanos que santiagueños. "Generalmente, nos manejamos con Tucumán. Los chicos van a la escuela a Piedrabuena, y mucha gente trabaja allí en la época del citrus. Dos colectivos tucumanos llegan hasta aquí y se van repletos cada día", cuenta el agente Ricardo Campos.
Hay chicos que caminan 10 kilómetros por día para ir y volver a la escuela de Piedrabuena. "Me encanta estudiar y es la única posibilidad que tengo de hacerlo. Y tengo que hacer el sacrificio si quiero ser profesional en el futuro. En Tucumán, la educación es mejor", cuenta Romina Garmendia, de 12 años.
"Vivo en Arenales, pero me domicilio en Piedrabuena porque para hacer trámites o para ir de compras es más cerca la capital tucumana", cuenta la santiagueña Abril Salas. "Aquí hablamos todos como tucumanos", añade. En Piedrabuena, muchos tucumanos también se expresan con acento santiagueño.
"Es inevitable. Estando tan cerca convivimos y se nos pegan las tonadas y las costumbres", relata Tomasa Juárez, del barrio Tres Puertas, a 500 metros de Santiago.
Lo más popular