29 Octubre 2005
Una gran cantidad de público siguió a Lalo Mir en el estudio móvil. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
"Internet nos acercó mucho más a la gente". La afirmación, contundente y clara, sale de la boca de uno de los referentes del periodismo radial: Lalo Mir. Y, con su habitual descarga de palabras, agrega: "la tecnología ha borrado los límites de la radio".
Cordial, ameno y distendido, después de cuatro horas ininterrumpidas de trabajo detrás del micrófono, Mir fue uno de los protagonistas de la movida que ayer desarrolló en Tucumán Radio Mitre. El periodista transmitió desde el gran estudio móvil de la emisora, ubicado en la plaza Independencia, su habitual ciclo "Animados". Y precisamente así se mostró en su diálogo con LA GACETA.
"El misterio y la magia de la radio tienen que ver con que los oyentes pueden imaginar pero no ver. Pero, desde hace unos cuantos años, la radio empezó a salir. No con un cronista o un móvil que transmite las noticias desde el lugar de los hechos, sino que empezó a salir con el show. Y esto tiene que ver con la necesidad de compartir más con la gente", confesó.
Los cambios
Fiel a su estilo, Mir señaló también que, en su trabajo, siempre le gustó transgredir. Por eso, cuando se le presenta la oportunidad, sale con el estudio móvil a transmitir desde las provincias. "Lo más simpático que tiene esto es que uno puede verle la cara a la gente. Puede observar las reacciones que tiene cada vez que uno dice algo", agregó.
Claro que en esto influyó mucho internet. "La radio fue ganando en feedback, o retorno para los que no gustan de los términos anglosajones. Empezó con el teléfono, que permitió al oyente comunicar sus inquietudes o dejar sus mensajes. Pero fue internet la que nos terminó de acercar a la gente. Hay muchos que escuchan radio mientras trabajan con la computadora y, entonces, pueden enviar un e-mail cuando escuchan algo que les interesa. En este sentido, la repercusión es inmediata. No existen barreras. Y esto se transforma en un caleidoscopio de devoluciones, porque cada uno que escucha la radio, oye lo que quiere oír", señaló el periodista.
Pero la tecnología no lo es todo. Según Mir, hay cosas que no se pueden cambiar. "Está bien tener este tipo de experiencias tecnológicas, pero sólo un ratito. Después hay que volver a la radio para seguir con esa magia y esa fantasía que permite a la gente escuchar todo pero no ver nada. La radio es esencialmente eso: poder hablar sin ser visto. El establecer un contacto con el público, o interactuar con él como lo estamos haciendo aquí, ya es otra cosa, es teatro, por ejemplo, o televisión", finalizó.
Autógrafos y saludos para Lalo Mir La presencia de Lalo Mir en Tucumán no pasó inadvertida. De hecho, a pesar de la persistente llovizna matinal, una gran cantidad de público se congregó en la plaza Independencia para ver cómo el periodista transmitía desde el estudio móvil (que tiene una gran ventana) su exitoso programa "Animados".
Acompañado por Fanny Mandelbaum, Mir charló con la gente, habló por teléfono con funcionarios y hasta entrevistó a Peteco Carabajal. Al término del programa, otro folclorista, el tucumano "Mono" Villafañe, fue el primero en acercarse a Mir para regalarle sus discos. "Sos único. Por eso te quiero regalar mis compactos", le dijo mientras el periodista cruzaba la calle San Martín para almorzar en el Jockey Club.
"La gente en Tucumán está menos contaminada con los medios. Hay más franqueza y humanidad. Pero, en términos generales, el oyente de esta provincia es muy parecido al de Buenos Aires. Y nosotros tratamos de llevarlo de la mejor manera posible", confesó.
Cordial, ameno y distendido, después de cuatro horas ininterrumpidas de trabajo detrás del micrófono, Mir fue uno de los protagonistas de la movida que ayer desarrolló en Tucumán Radio Mitre. El periodista transmitió desde el gran estudio móvil de la emisora, ubicado en la plaza Independencia, su habitual ciclo "Animados". Y precisamente así se mostró en su diálogo con LA GACETA.
"El misterio y la magia de la radio tienen que ver con que los oyentes pueden imaginar pero no ver. Pero, desde hace unos cuantos años, la radio empezó a salir. No con un cronista o un móvil que transmite las noticias desde el lugar de los hechos, sino que empezó a salir con el show. Y esto tiene que ver con la necesidad de compartir más con la gente", confesó.
Los cambios
Fiel a su estilo, Mir señaló también que, en su trabajo, siempre le gustó transgredir. Por eso, cuando se le presenta la oportunidad, sale con el estudio móvil a transmitir desde las provincias. "Lo más simpático que tiene esto es que uno puede verle la cara a la gente. Puede observar las reacciones que tiene cada vez que uno dice algo", agregó.
Claro que en esto influyó mucho internet. "La radio fue ganando en feedback, o retorno para los que no gustan de los términos anglosajones. Empezó con el teléfono, que permitió al oyente comunicar sus inquietudes o dejar sus mensajes. Pero fue internet la que nos terminó de acercar a la gente. Hay muchos que escuchan radio mientras trabajan con la computadora y, entonces, pueden enviar un e-mail cuando escuchan algo que les interesa. En este sentido, la repercusión es inmediata. No existen barreras. Y esto se transforma en un caleidoscopio de devoluciones, porque cada uno que escucha la radio, oye lo que quiere oír", señaló el periodista.
Pero la tecnología no lo es todo. Según Mir, hay cosas que no se pueden cambiar. "Está bien tener este tipo de experiencias tecnológicas, pero sólo un ratito. Después hay que volver a la radio para seguir con esa magia y esa fantasía que permite a la gente escuchar todo pero no ver nada. La radio es esencialmente eso: poder hablar sin ser visto. El establecer un contacto con el público, o interactuar con él como lo estamos haciendo aquí, ya es otra cosa, es teatro, por ejemplo, o televisión", finalizó.
Acompañado por Fanny Mandelbaum, Mir charló con la gente, habló por teléfono con funcionarios y hasta entrevistó a Peteco Carabajal. Al término del programa, otro folclorista, el tucumano "Mono" Villafañe, fue el primero en acercarse a Mir para regalarle sus discos. "Sos único. Por eso te quiero regalar mis compactos", le dijo mientras el periodista cruzaba la calle San Martín para almorzar en el Jockey Club.
"La gente en Tucumán está menos contaminada con los medios. Hay más franqueza y humanidad. Pero, en términos generales, el oyente de esta provincia es muy parecido al de Buenos Aires. Y nosotros tratamos de llevarlo de la mejor manera posible", confesó.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular