16 Octubre 2005
LAS TRADICIONALES. Rafael Nofal señaló que respeta las cábalas tradicionales. “En mi elenco nadie debe vestir el amarillo”, dijo.
Rafael Nofal no tiene problemas en reconocer que respeta las cábalas tradicionales. "Pero nada más que las normales", aclara rápidamente."En mi elenco nadie debe salir vestido con algo de amarillo, y ese color debe evitarse en la escenografía", sostiene, tras recordar la anécdota al respecto sobre Molière.
Pero además, Nofal tiene sus propias cábalas. "El día del estreno, yo también estreno algo, que pueden ser medias, por ejemplo", dijo.
El veterano director indicó que las cábalas se van pasando de generación en generación, y dice que muchos jóvenes las utilizan. "El teatro es un espacio particular, muy propicio para que funcione el pensamiento mágico, y por supuesto se presta a muchas de esas cosas", reflexionó.
Distinta es la opinión de la actriz Soledad Valenzuela, que no es creyente. "No me parece mal que alguien tenga cábalas, pero yo no tengo ninguna, y la verdad es que puede ser un problema. Más bien creo que es una cuestión generacional. Yo no veo que los actores más jóvenes vivan pendientes de eso, o que practiquen rituales", afirmó.
El director Humberto Alonso coincide con ella: "las generaciones viejas son mucho más ?cabuleras? que las nuevas. A los chicos no los veo haciendo esas cosas. En cambio, los actores más viejos, si te ven barriendo el escenario te retan fiero", dijo.
Verónica Pérez Luna asegura que no tiene cábalas, aunque sí pequeños rituales, nada estrictos sino solamente por placer; juegos que ella inventa.
"Fundamentalmente creo que el teatro es cuestión de trabajo y de tener algo que quiere salir y tomar forma estética; si me falta una de las dos cosas por más rituales que haga o cábalas que tenga no hago magia", sostuvo la actriz y directora de "Manojo de Calles".
Pero además, Nofal tiene sus propias cábalas. "El día del estreno, yo también estreno algo, que pueden ser medias, por ejemplo", dijo.
El veterano director indicó que las cábalas se van pasando de generación en generación, y dice que muchos jóvenes las utilizan. "El teatro es un espacio particular, muy propicio para que funcione el pensamiento mágico, y por supuesto se presta a muchas de esas cosas", reflexionó.
Distinta es la opinión de la actriz Soledad Valenzuela, que no es creyente. "No me parece mal que alguien tenga cábalas, pero yo no tengo ninguna, y la verdad es que puede ser un problema. Más bien creo que es una cuestión generacional. Yo no veo que los actores más jóvenes vivan pendientes de eso, o que practiquen rituales", afirmó.
El director Humberto Alonso coincide con ella: "las generaciones viejas son mucho más ?cabuleras? que las nuevas. A los chicos no los veo haciendo esas cosas. En cambio, los actores más viejos, si te ven barriendo el escenario te retan fiero", dijo.
Verónica Pérez Luna asegura que no tiene cábalas, aunque sí pequeños rituales, nada estrictos sino solamente por placer; juegos que ella inventa.
"Fundamentalmente creo que el teatro es cuestión de trabajo y de tener algo que quiere salir y tomar forma estética; si me falta una de las dos cosas por más rituales que haga o cábalas que tenga no hago magia", sostuvo la actriz y directora de "Manojo de Calles".