12 Octubre 2005
HEDIONDEZ. Los alumnos juegan en medio de líquidos cloacales. LA GACETA / ANALIA JARAMILLO
La falta de red cloacal es una de las deficiencias notables que padecen los vecinos de Burruyacu especialmente, por el gran crecimiento poblacional que experimentó la localidad.
A esta altura del año, los pozos están colmatados y en las escuelas, por ejemplo, miles de niños deben jugar en patios malolientes, poblados de moscas y mosquitos.
El intendente Jorge Leal dijo que el proyecto de la red cloacal para la ciudad y para los poblados del departamento está en Buenos Aires para su aprobación. "Reconozco que este es un problema, pero la obra es muy costosa y se necesitan fondos nacionales", señaló.
Los docentes de la Escuela "Provincia de Corrientes", de El Chañar, dieron la voz de alarma, pero aún no tuvieron respuestas. "Todos los años pasa lo mismo. Tenemos que esperar varias semanas para que destranquen las cámaras.
Mientras tanto, la pérdida de líquidos cloacales invade el patio donde juegan los alumnos, con el peligro que esto implica para la salud", dijo la profesora Mónica Yafar.
Los docentes se quejaron porque hay obras sin completar. Cuentan con una cocina-comedor gracias a un proyecto que ganó el establecimiento, pero no pueden usarla porque la Provincia les prometió una cocina industrial a gas y aún no llega.
A esta altura del año, los pozos están colmatados y en las escuelas, por ejemplo, miles de niños deben jugar en patios malolientes, poblados de moscas y mosquitos.
El intendente Jorge Leal dijo que el proyecto de la red cloacal para la ciudad y para los poblados del departamento está en Buenos Aires para su aprobación. "Reconozco que este es un problema, pero la obra es muy costosa y se necesitan fondos nacionales", señaló.
Los docentes de la Escuela "Provincia de Corrientes", de El Chañar, dieron la voz de alarma, pero aún no tuvieron respuestas. "Todos los años pasa lo mismo. Tenemos que esperar varias semanas para que destranquen las cámaras.
Mientras tanto, la pérdida de líquidos cloacales invade el patio donde juegan los alumnos, con el peligro que esto implica para la salud", dijo la profesora Mónica Yafar.
Los docentes se quejaron porque hay obras sin completar. Cuentan con una cocina-comedor gracias a un proyecto que ganó el establecimiento, pero no pueden usarla porque la Provincia les prometió una cocina industrial a gas y aún no llega.